Feijóo corrige tras el malestar en el PP catalán por hablar de “buscar un encaje del problema territorial de Cataluña”
El líder del PP propone al PSOE un nuevo encuentro para volver a hablar sobre un acuerdo de gobernabilidad entre los dos grandes partidos, con el PP al frente de un hipotético gobierno
Cataluña es un terreno resbaladizo para Alberto Núñez Feijóo, que ha tenido que matizarse a sí mismo este miércoles por unas declaraciones sobre el problema catalán muy controvertidas para la derecha. El líder del PP ha corregido sus palabras en las que, por primera vez y en el contexto de las negociaciones para su investidura, había abierto la puerta a “buscar un nuevo encaje del problema territorial de Cataluña”, siempre que se haga por la vía de un pacto de Estado, “de acuerdo con la ley” y la Constitución. Ante el malestar que han provocado sus declaraciones de esta mañana en el PP catalán...
Cataluña es un terreno resbaladizo para Alberto Núñez Feijóo, que ha tenido que matizarse a sí mismo este miércoles por unas declaraciones sobre el problema catalán muy controvertidas para la derecha. El líder del PP ha corregido sus palabras en las que, por primera vez y en el contexto de las negociaciones para su investidura, había abierto la puerta a “buscar un nuevo encaje del problema territorial de Cataluña”, siempre que se haga por la vía de un pacto de Estado, “de acuerdo con la ley” y la Constitución. Ante el malestar que han provocado sus declaraciones de esta mañana en el PP catalán, donde fuentes del partido replicaban al líder que el encaje de Cataluña ya está perfectamente definido en la Constitución, y ante las dificultades de Génova para explicar su propuesta, el PP ha difundido esta tarde un comunicado en el que matiza que su planteamiento “no es en absoluto novedoso“ y se refiere a que “es necesario un pacto territorial que mejore el funcionamiento de las comunidades autónomas“, que “por supuesto debe abordar la situación política en Cataluña”, pero “siempre desde un principio de igualdad entre territorios”.
Es decir, que a diferencia de lo que daban a entender las palabras de Feijóo, el PP no está poniendo encima de la mesa un tratamiento diferenciado para Cataluña. “Como máximos defensores de la igualdad entre españoles, es obvio que las propuestas que impliquen un trato jurídico o económico diferencial entre españoles no podrá contar con el respaldo del PP”, incide el texto difundido por el partido tras el revuelo.
El aparente reconocimiento, por parte del principal dirigente de la derecha española, de buscar un nuevo encaje al problema “territorial” de Cataluña era muy novedoso, ya que, hasta ahora, la derecha viene defendiendo que se puede hablar de fiscalidad o de infraestructuras, pero no de encaje territorial. Sus palabras sonaron como un guiño al catalanismo, aunque al mismo tiempo Feijóo ha sido durísimo con las condiciones de Puigdemont. “Sé que debemos de dar una propuesta y debemos buscar un encaje del problema territorial de Cataluña”, ha reflexionado Feijóo este miércoles, un día después de haber decidido suspender sus contactos con Junts per Catalunya tras escuchar las condiciones que impuso Puigdemont para apoyar cualquier investidura de un presidente español. “Pero eso será o un pacto de Estado o no será. Y eso será de acuerdo con la ley, o no será. En el encaje constitucional, o no se hará”, ha remachado el líder popular.
Las palabras de Feijóo esta mañana desde Santa Cruz de Tenerife provocaron desconcierto en el PP catalán, donde contrapusieron que “el encaje [de Cataluña] ya está perfectamente definido en la Constitución”. “Lo que toca ahora es fortalecer el Estado en Cataluña, no disolverlo. No podemos asumir el lenguaje nacionalista del encaje”, se quejaron fuentes del PP en esa comunidad, en desacuerdo con el líder popular. No es la primera vez que Feijóo tiene problemas internos en Cataluña con sus posiciones políticas sobre el tema catalán. Ayer mismo dio marcha atrás y renunció a sentarse a hablar con Junts per Catalunya para su investidura al escuchar las condiciones del líder de Junts, Carles Puigdemont, pero su disposición a sentarse con el partido independentista ya había levantado ampollas en el PP de Cataluña. Su líder, Alejandro Fernández, un dirigente que Génova pretende quitarse de en medio cuando se aclare la gobernabilidad, se había manifestado totalmente contrario al diálogo con la formación de Puigdemont.
Tras el revuelo, el líder del PP ha tenido que matizarse a sí mismo, aunque el PP insiste en que su propuesta “manifiesta el espíritu dialogante de Alberto Núñez Feijóo“. El problema era que parecía estar abriendo un melón delicadísimo para la derecha española de que Cataluña pueda tener un encaje diferente en la arquitectura territorial.
No es lo que ha querido decir Feijóo, insisten en su equipo, donde han precisado también que se trataba de un “mensaje al PSOE para que la Constitución sea un marco innegociable”, pero que, al hablar de otro encaje, Feijóo no estaba planteando “ninguna reforma de ningún tipo” de la Ley Fundamental. “Cataluña ya está reconocida como una nacionalidad histórica en la Constitución, la Constitución tiene plena vigencia”, inciden estas fuentes.
El líder del PP ha censurado, por otra parte, la propuesta que ha formulado este martes el líder de Junts per Catalunya, Carles Puidemont, que ha reclamado una ley de amnistía como condición previa a apoyar una investidura, lo que para Feijóo supone “un chantaje inaceptable”. Desde Santa Cruz de Tenerife, después de haberse reunido con el presidente de las islas Canarias, Fernando Clavijo, para amarrar el apoyo del diputado de Coalición Canaria a su investidura, el líder popular ha propuesto al PSOE mantener un nuevo encuentro para volver a hablar sobre un acuerdo de gobernabilidad entre los dos grandes partidos, presidiendo el PP, para evitar que Junts condicione el futuro Gobierno de España.
“Es inaceptable aceptar una amnistía”
Feijóo se opone frontalmente a las condiciones del líder de Junts per Catalunya, sobre todo a la posibilidad de aprobar una ley de amnistía. “Ayer, cuando escuchamos al señor Puigdemont, he dicho que no. Que esas condiciones no las puedo aceptar. Me cueste o no ser presidente. No puedo aceptar una España donde la ley quiebre”, ha subrayado. “El 94% de la población no puede ser chantajeada por el 6% independentista. Es inaceptable aceptar una amnistía previa a la investidura. Es inaceptable aceptar un referéndum de autodeterminación y financiar al independentismo”, se ha quejado el líder del PP, que insta a Pedro Sánchez a rechazarlas igual que él. “No se puede aceptar todo para ser presidente. No se puede aceptar la quiebra del Estado de derecho, que España no es una democracia”.
El líder popular ha hecho hoy un “llamamiento a recapacitar al PSOE” tras las condiciones de Puigdemont para que se abra a un pacto con el PP, siempre que fuera él quien accediera a la presidencia del Gobierno porque ganó las elecciones, aunque sin apoyos suficientes para gobernar. “Tenemos una tercera vía, la de los pactos constitucionales entre los partidos constitucionalistas. Tenemos una posibilidad. La misma que hicieron los alemanes y franceses: construir una legislatura con pactos de Estado”, ha exhortado Feijóo a los socialistas. “Mi mano sigue tendida al PSOE, con más intensidad, para que España no caiga en una anomalía democrática”.
El líder del PP recupera su oferta al PSOE, la misma que ya le planteó personalmente a Pedro Sánchez en la reunión que ambos mantuvieron en el Congreso la semana pasada, sin éxito: que le permita gobernar a cambio de una legislatura corta, de solo dos años, y de que los dos grandes partidos consensuaran seis pactos de Estado. Feijóo ha enfatizado hoy, además, que esa vía tendría “280 escaños”, ya que suma los del PP, los del PSOE y los de Vox, porque ayer Santiago Abascal dijo que, en caso de que prosperara ese acuerdo, su partido “no sería un obstáculo”.
Feijóo ha propuesto al PSOE mantener una nueva reunión en las próximas semanas para abordar este posible acuerdo, aunque él mismo, a renglón seguido, ha descartado su viabilidad. “El PSOE no quiere acuerdos con el PP. No los ha querido en ningún lugar de España”. Al mismo tiempo que le pide un acuerdo, Feijóo ha cargado contra Sánchez, a quien acusa de haber “callado” ante las críticas de Podemos contra el expresidente del Gobierno socialista Felipe González. “El PSOE que conocíamos ha dejado paso a un partido de Sánchez y que ayer ha aceptado que Podemos califique a Felipe González como un criminal de Estado. Y que ese partido señale a Felipe González como un criminal de Estado es la absoluta falta de dignidad del partido de Sánchez. No comparto las calificaciones de Podemos a Felipe González y las denuncio. Y lamento que el secretario general del PSOE se calle. Porque el que calla, otorga”.
En realidad, Feijóo ha aprovechado la subida de diapasón de Puigdemont para volver a trasladar la presión sobre el PSOE, no porque crea que es posible un acuerdo con los socialistas, sino porque pretende desgastar a Sánchez por su acercamiento a los independentistas. El líder popular trata de aprovechar su investidura, prevista para el 26 y 27 de septiembre, para confrontar su modelo con el del presidente en funciones, sobre todo por si se repiten las elecciones. Los populares están desconcertados con el discurso de Puigdemont, que obligó a Feijóo a virar su estrategia y renunciar a reunirse con Junts, y tampoco anticipan si implicará una repetición electoral o, en cambio, el PSOE logrará un acuerdo. El líder del PP prosigue mientras tanto su camino para, al menos, tener una derrota digna en la investidura. Esta semana ha amarrado los 33 votos de Vox, después de resolver el nudo por el acuerdo en Murcia con la extrema derecha, que entra en el Gobierno, y hoy el del diputado de Coalición Canaria. Feijóo ha consolidado los 172 escaños de apoyos ―a cuatro de la mayoría absoluta―, reivindicando que él no cae en “chantajes” del independentismo, aunque esta cifra sigue siendo su techo infranqueable.