Sánchez cree que el cambio de Casado a Feijóo “ha sido para peor, y era difícil”

El presidente admite el desgaste porque el Gobierno “no ha navegado aguas plácidas“, pero confía en que queda mucho tiempo antes de las elecciones

Pedro Sánchez y el presidente colombiano, Gustavo Petro, en el palacio de Nariño, en Bogotá, este miércoles.Luisa González (REUTERS)
Quito -

Pedro Sánchez ha vuelto de las vacaciones “con las pilas cargadas” y un lema que ya planteó en el debate del Estado de la nación: “a por todas”. Después de la durísima derrota andaluza, que ha disparado al PP en las encuestas —ya venía subiendo desde el cambio de liderazgo y la sustitución de Pablo Casado por Alberto Núñez Feijóo—, Sánchez pasó al cont...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Pedro Sánchez ha vuelto de las vacaciones “con las pilas cargadas” y un lema que ya planteó en el debate del Estado de la nación: “a por todas”. Después de la durísima derrota andaluza, que ha disparado al PP en las encuestas —ya venía subiendo desde el cambio de liderazgo y la sustitución de Pablo Casado por Alberto Núñez Feijóo—, Sánchez pasó al contrataque. Tomó la iniciativa en la cumbre de la OTAN y el debate en el Congreso, con anuncios como los impuestos a la banca y las grandes energéticas, y ahora ha vuelto de vacaciones con una ofensiva contra Feijóo, al que La Moncloa ha decidido no dar tregua aprovechando sus errores, algunas meteduras de pata y, sobre todo, la decisión de votar en contra de decretos con ayudas importantes para los ciudadanos, como el que se aprueba hoy en el Congreso.

“Creo que el PP se equivoca. Se contradice con su propia posición. No tiene sentido votar contra un decreto que ayuda a la gente frente a la inflación, que facilita el abono de transporte gratuito”, ha señalado el presidente en una conversación informal con los periodistas que le acompañan en el viaje a Colombia, Ecuador y Honduras con el que ha decidido arrancar el curso político. Sánchez, muy crítico con Feijóo, ha llegado a decir que el “cambio en el liderazgo del PP ha sido para peor, y era difícil”, en referencia a que Casado también ejerció una oposición de rechazo a todo.

Preguntado sobre la posibilidad de que llame a Feijóo para buscar un acercamiento —no hay ningún contacto desde el primero que tuvieron en La Moncloa hace casi seis meses— Sánchez ha dejado claro que no está pensando en hacerlo, al menos de momento, y espera que sea el propio líder del PP el que se ponga en contacto. El presidente ha insistido en que tiene que ser algo bidireccional y ha recordado que cuando él era líder de la oposición y tenía buena relación con Mariano Rajoy era porque Sánchez también le mandaba mensajes y le llamaba de vez en cuando, no siempre esperaba a que lo hiciera el presidente, además de que apoyó a Rajoy en asuntos clave como la aplicación del artículo 155 de la Constitución por la crisis del procés.

“Queda mucho hasta la meta”

Sánchez cree que Feijóo se está equivocando en su línea de oposición y está convencido de que tendrá coste para él porque los ciudadanos le castigarán por votar en contra de decretos que ayudan a la gente a paliar la inflación. Sin embargo, el PP está fuerte en las encuestas que se han publicado hasta ahora y es el Gobierno el que sufre un desgaste. Sánchez admite que las cosas ahora pueden mostrar ese desgaste, pero considera que es porque su Ejecutivo “no ha navegado en aguas plácidas”, con una pandemia y una guerra, y, sin embargo, está convencido de que el camino hasta las elecciones generales es aún muy largo —queda casi año y medio— y las cosas pueden cambiar mucho. “Queda mucho hasta la meta”, repite.

Sánchez y su equipo más cercano parecen completamente decididos a dar esa batalla y aprovechar la enorme ventaja que supone tener la iniciativa política por ser Gobierno. El ambiente en las reuniones del equipo traslada esa sensación de “a por todas”, según comentan varios de ellos. El presidente multiplicará su agenda, no solo internacional, sino también con viajes por España y confía incluso en poder sacar adelante sus terceros Presupuestos en este otoño. Ya habló de este asunto con Pere Aragonés, el president catalán, de ERC, en julio, y cree que “el contexto ayuda” porque la guerra de Ucrania y la inflación harán más necesarias esas nuevas cuentas y podrían animar a sus aliados a apoyarle, como harán hoy con el decreto energético.

El presidente parece satisfecho con los cambios en el PSOE que promovió en julio y no traslada ninguna intención de hacer nuevos ajustes en el Gobierno. Si hubiera querido hacerlos, los habría lanzado en julio con los cambios en el PSOE, argumenta. En cualquier caso, deja abierta la puerta a que haya modificaciones si algunos ministros van como candidatos a las municipales de mayo de 2023. Sánchez se enfrenta, como todos los gobiernos europeos —algunos primeros ministros ya han caído, como Mario Draghi o Boris Johnson— a un otoño e invierno complicados de “mucha incertidumbre”, pero confía en poder “dar la batalla” y está convencido de que España estará entre los que lideren las decisiones en materia energética, por ejemplo, la más relevante en este momento.

Sánchez se prepara para una “guerra larga” en Ucrania, pero ve todo muy abierto y cree que la situación puede cambiar rápidamente. En cualquier caso, el presidente ofrece una imagen de un líder convencido de que tiene mucha trayectoria por delante y que está dispuesto a dar la batalla para evitar la recesión y lograr que España aguante mejor la crisis que otros socios europeos, lo que le podría dar más fuerza para enfrentarse con más garantías al difícil año electoral de 2023.

Más información

Archivado En