Sánchez ultima el cambio de la cúpula del PSOE, con Patxi López y Pilar Alegría en los puestos clave
El presidente espera la renuncia del actual secretario de Organización para llegar al comité federal del sábado con las manos libres
No será otro ajuste ni una minicrisis. Será un cambio global en la cúpula del PSOE. El presidente del Gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, ultima una remodelación total de la dirección de su ejecutiva socialista, en la que aprovechará para renovar el cargo más importante, la vicesecretaría general, pero también la estratégica secretaría de Organización y el puesto de portavoz, el más mediático. Es decir, las tres funciones más importantes ...
No será otro ajuste ni una minicrisis. Será un cambio global en la cúpula del PSOE. El presidente del Gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, ultima una remodelación total de la dirección de su ejecutiva socialista, en la que aprovechará para renovar el cargo más importante, la vicesecretaría general, pero también la estratégica secretaría de Organización y el puesto de portavoz, el más mediático. Es decir, las tres funciones más importantes en un partido. Habrá novedades en alguna de las portavocías parlamentarias, pero no están previstas en la composición del Ejecutivo. Los nuevos nombramientos se oficializarán el sábado, pero todas las fuentes consultadas coinciden en que el exlehendakari Patxi López, y la actual ministra de Educación, Pilar Alegría, ocuparán los puestos clave en la nueva organización.
Pedro Sánchez sigue con su costumbre de reservarse sus intenciones hasta el final, pero eso no quiere decir que el camino para ejecutar los cambios al máximo nivel en la cúpula del PSOE no lleve ya un tiempo preparándose. Es lo que ha vuelto a suceder ahora. La salida precipitada de Adriana Lastra, con su anunciada dimisión por razones personales al estar en el medio de un embarazo de riesgo, ha facilitado sus planes para relanzar al partido en vísperas de un importante año electoral, algo que llevaba un tiempo larvándose. Y todo mientras el PP de Alberto Núñez Feijóo le pisa los talones y lo adelanta en las encuestas, como refleja el último sondeo conocido del CIS.
Sánchez quiere contar desde el 1 de septiembre con un partido ya en tensión de campaña electoral, porque sabe lo que se juega, primero en las elecciones autonómicas y locales de mayo de 2023, y, sobre todo, en las generales previstas para finales de ese año. Y quiere disponer de un PSOE más vivo, que emita más mensajes políticos y que arrope más las medidas progresistas que ha aprobado (o piensa impulsar desde el Gobierno de coalición) y que cree que no se han proyectado suficientemente por culpa de la pandemia y de la guerra en Ucrania.
En esa estrategia es en la que enmarca esta renovación total de la dirección de la ejecutiva socialista, en la que se asegura un papel fundamental para Patxi López, que fue rival de Sánchez en las primarias de 2017, en las que le derrotó, al igual que Susana Díaz, y con el que el presidente ha querido recomponer relaciones en los últimos tiempos.
En esa recomposición a fondo del partido, López podría ocupar el cargo institucional y representativo de vicesecretario general, pero sin asumir ni desplegar todas las competencias que había acumulado Adriana Lastra desde el 40º Congreso del PSOE, en octubre pasado en Valencia, en detrimento del secretario de Organización o incluso el de portavoz en el Congreso, porque se le reconocen grandes capacidades de oratoria y para los pactos. López es una de las pocas figuras incuestionables dentro del PSOE, donde representa los valores, la autoridad y la legitimidad que muchos dirigentes, barones y militantes de base han echado en falta en esta última etapa en el partido. En ese tiempo, la mayoría de las fuerzas se han concentrado en las tareas de un Gobierno inédito de coalición, que ha debido convivir con las discrepancias recurrentes con sus socios de Unidas Podemos y con situaciones externas absolutamente extraordinarias como la pandemia o ahora la guerra en Ucrania y sus consecuencias.
El presidente, además, espera la renuncia en las próximas horas o días, pero en cualquier caso antes del sábado, del actual secretario de Organización, Santos Cerdán, para presentarse ante el Comité Federal del PSOE, el máximo órgano entre congresos, con todos los puestos relevantes en el partido vacantes para rellenarlos a su gusto. Las malas y cada vez más distantes relaciones entre Lastra y Cerdán, precisamente por esa clásica batalla de poder interno, han sido uno de los factores que han convencido al presidente para ejecutar ahora esta crisis completa, sin dejar vencedores ni vencidos.
Para las funciones de la nueva secretaría de Organización, que en el PSOE históricamente contenían también el control del departamento de Comunicación, el ámbito territorial y sobre los diversos portavoces del partido, se apuesta por la figura “en alza” hace meses de la actual ministra de Educación, Pilar Alegría, que podría concentrar también la labor de portavoz de la nueva ejecutiva en sustitución del vigente, el diputado andaluz Felipe Sicilia, al que se asocia con Lastra.
Distintas fuentes consultadas, del PSOE y próximas a Sánchez, garantizan que Pilar Alegría estará “seguro” en la nueva reestructuración de la cúpula socialista. Sánchez ya la recuperó para la política nacional hace justo un año, en la crisis en la que prescindió entonces de su jefe de gabinete, Iván Redondo; de su vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y del ministro y secretario de Organización, José Luis Ábalos, para situarla en el Ministerio de Educación, pero ya pensando en su proyección futura.
En aquel momento ya se especuló con que el secretario general del PSOE podría estar pensando en Alegría para relevar en el futuro a Javier Lambán como cabeza electoral y candidata a la Presidencia en Aragón, pero tanto el presidente como la ministra están proyectando su carrera política ahora a nivel nacional. De hecho, el presidente ya la animó hace unos meses en una charla privada a comprometerse más en asuntos de la política general ajenos a su cartera específica en el ministerio, con la idea de que formase parte de un grupo de dirigentes que pudiesen arropar más en el lanzamiento de sus mensajes a la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.
Orden del día del Comité
Todas estas opciones se concretarán el sábado, a partir de las 10.30, cuando comience el Comité Federal con el análisis del secretario general. Luego se abordará “la estructura de la comisión ejecutiva y de los grupos parlamentarios” y a continuación se convocará el calendario de las primarias y el proceso de las distintas candidaturas a las próximas elecciones. La específica mención a la configuración de la ejecutiva, algo previsto tras la salida de Lastra, y sobre todo “de los grupos”, abre la puerta al recambio de la institución parlamentaria más relevante, es decir, la portavocía en el Congreso, que representa desde septiembre pasado Héctor Gómez, también distanciado de Lastra en estos meses.
Pilar Alegría tiene 44 años y ya fue consejera de Innovación, Investigación y Universidad de ese Gobierno autonómico, y es una figura en el punto de mira de Sánchez hace tiempo entre las generaciones jóvenes de dirigentes socialistas que han ocupado cargos tanto en el organigrama nacional como local y autonómico. Alegría ya fue en 2010 vocal adjunta al entonces coordinador y secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, cuando sustituyó a Leire Pajín y el exministro socialista José Blanco acumuló las funciones de vicesecretario general del partido. Alegría podría ser desde el próximo sábado portavoz de la ejecutiva del PSOE; ministra y portavoz de ese órgano; o incluso ministra, portavoz y secretaria de Organización.
Patxi López (Portugalete, Bizkaia, 4 de octubre de 1959) fue en 2009 y con el apoyo del PP el primer y único lehendakari socialista —salvando al histórico Ramón Rubial al frente del Consejo General Vasco a fines de los setenta—, más tarde se convirtió en el primer presidente del Congreso de un partido distinto al ganador de unas generales y también ha sido el dirigente socialista de Euskadi que en los 130 años de historia del partido más lejos ha llegado en la política nacional. López ocupaba hasta ahora la secretaría de Memoria Democrática y Laicidad de la Ejecutiva socialista de Pedro Sánchez.
Para completar esta reestructuración, el presidente está planeando también la composición del próximo Comité Electoral, el que prepara y diseña las campañas de cara a las siguientes elecciones, en el que podrían entrar miembros de su equipo más directo ahora en La Moncloa con enorme experiencia en esas funciones, como Óscar López, su jefe de gabinete, o Antonio Hernando, su adjunto.