La Policía de Abu Dabi vigila al mercader de armas amigo del rey emérito, pero no lo detiene

España reclama su arresto durante una cumbre policial en Arabia Saudí, y Francia pide sus huellas

Mansión embargada por Hacienda a Abdul Rahman El Assir en Puerta de Hierro (Madrid)Lucie MAILLARD

La Policía de Emiratos Árabes Unidos (EAU) vigila al mercader de armas Abdul Rahman El Assir durante sus visitas a Juan Carlos I en su residencia de Abu Dabi, pero no lo ha detenido ni interrogado pese a las dos órdenes de búsqueda y captura internacional dictadas por Interpol cont...

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La Policía de Emiratos Árabes Unidos (EAU) vigila al mercader de armas Abdul Rahman El Assir durante sus visitas a Juan Carlos I en su residencia de Abu Dabi, pero no lo ha detenido ni interrogado pese a las dos órdenes de búsqueda y captura internacional dictadas por Interpol contra él, según señalan a EL PAÍS testigos presenciales.

Abdul Rahman el Assir, de 71 años, amigo del rey emérito, continúa frecuentando al ex jefe del Estado y durante sus salidas al mar son escoltados por una lancha de la policía emiratí que vigila los movimientos del hispano-libanés desde que este diario reveló el pasado mes de diciembre su presencia en Abu Dabi (1,5 millones de habitantes). Esta presencia policial solo se produce durante las visitas de El Assir que, al menos, han tenido lugar hasta el reciente viaje de Juan Carlos I a España.

Una representación de la Policía española acaba de reclamar la detención del mercader de armas durante una reciente cumbre policial celebrada en Arabia Saudí del CCGPOL, agencia interpolicial similar a Interpol creada por los países del Golfo para compartir información, mejorar la cooperación en la lucha contra el tráfico de drogas, el lavado de dinero y el cibercrimen.

El CCGPOL, tiene su sede en Abu Dabi y fue creado en 2014 por el Consejo de Cooperación del Golfo que agrupa a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar, Baréin y Omán. Los agentes españoles acudieron a este encuentro en representación de la Red Europea de Equipos Activos de Búsqueda de Fugitivos (Enfast), que integran 28 países de la Unión Europa y que preside España. “Expusimos el caso de El Assir y mostramos nuestro interés por su inmediata detención”, señala una fuente policial.

Emiratos Árabes Unidos pertenece a Interpol, al igual que la mayoría de países árabes, pero su colaboración es menos activa que la del resto de sus otros 194 socios. Dubái, una de las principales ciudades de EAU, es un ejemplo de ausencia de colaboración policial de esta federación de siete emiratos. La Agencia Antidroga de EE UU (Drug Enforcement Administration) considera a esta ciudad como el paraíso para delincuentes y traficantes internacionales, según afirman fuentes policiales.

Tras sucesivos plantones al tribunal donde iba a ser juzgado por un delito contra Hacienda por defraudar 14,7 millones de euros, la Justicia española dictó una orden de búsqueda y captura por rebeldía en 2019. La Fiscalía solicita una condena de ocho años de prisión y el pago de casi 90 millones, y de una indemnización a Hacienda de 14.784.602 euros.

El interés por arrestar al escurridizo El Assir no es solo de España. La policía francesa acaba de solicitar a la española las huellas del mercader de armas en el marco de una nueva investigación abierta en ese país. En 2020 la Justicia francesa dictó otra orden de “búsqueda y detención para extradición” contra El Assir. El fugitivo fue condenado en rebeldía en Francia a cinco años de cárcel por el Karachigate, un escándalo de corrupción y venta de armas en Pakistán. Se le persigue por un delito financiero y contra la propiedad. Parte de las comisiones por la venta de submarinos financiaron la campaña a la presidencia de la República del exprimer ministro Édouard Balladur. Este último fue absuelto en el juicio celebrado en París.

Deuda en Suiza y asiduo a Sotogrande

En Suiza, donde fijó su residencia cuando se vio acorralado por la Justicia española, también ha dejado rastro. Durante los primeros años de su fuga vivió en el Beau Rivage, el mítico hotel ginebrino a orillas del lago Leman donde se alojaba la emperatriz Sissi. En este país debe 2,2 millones en impuestos, según publicó el medio suizo Bergen Zeitung.

A El Assir, exmarido de Samira Kashogui, hermana del famoso vendedor de armas Adnan Kashogui, afincado en Marbella y fallecido en 2017, se le atribuye un papel clave en las exportaciones militares españolas de las últimas décadas. Asiduo a la exclusiva urbanización de Sotogrande y celoso de su imagen, ha logrado que en los archivos de los periódicos solo haya dos antiguas fotografías suyas. En 1985 se casó con María Fernández-Longoria, hija del embajador de España en Egipto, con la que ha tenido tres hijos y de la que está separado.

Asistió como invitado en 2004 a la boda del entonces príncipe Felipe de Borbón con Letizia Ortiz, gracias a su amistad con Juan Carlos I. En 2016 celebró la boda de una de sus hijas en la estación de esquí suiza de Gstaad y fletó un avión para decenas de invitados, entre los que figuraban la hija de José María Aznar, María Aznar, y el marido de esta, Alejandro Agag, a cuyo enlace asistió en El Escorial (Madrid), según reflejaron los medios del corazón.

El paradero de este singular personaje vinculado a la alta sociedad era una incógnita desde su espantada a las justicias española y francesa. Cuando una investigación de EL PAÍS reveló su escondite, Interpol pidió a Abu Dabi su detención, pero la respuesta ha sido el silencio. El general emiratí Ahmed Naser Al Raisi es el actual presidente de Interpol e inspector general del Ministerio del Interior de EAU, pero esa circunstancia tampoco ha impedido que un fugitivo reclamado por dos países europeos por graves delitos se pasee en libertad por el vestíbulo del hotel Four Seasons, en la isla de Al Maryah, o visite la espléndida mezquita Sheikh Zayed de Abu Dabi.

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