El Gobierno deja en el aire el futuro de la directora del CNI

Bolaños y Rodríguez señalan que ahora tiene el apoyo para seguir, pero dejan abierta la puerta a una dimisión tras las explicaciones del jueves en el Congreso

Isabel Rodríguez durante la rueda de prensa posterior al Consejo de MinistrosFoto: Claudio Álvarez
Madrid -

La directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, se apunta como la víctima política más probable del fiasco en la seguridad que ha supuesto el espionaje a los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, según fuentes del Gobierno y del PSOE. Sin embargo, las fuentes oficiales señalan que de momento ella está confirmada en el puesto y que hay que esperar para posibles decision...

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La directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, se apunta como la víctima política más probable del fiasco en la seguridad que ha supuesto el espionaje a los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, según fuentes del Gobierno y del PSOE. Sin embargo, las fuentes oficiales señalan que de momento ella está confirmada en el puesto y que hay que esperar para posibles decisiones a la decisiva comparecencia de Esteban el jueves en la Comisión de Secretos Oficiales. Dos ministros han dejado este martes entrever en sus respuestas públicas las dudas que hay sobre la continuidad de Esteban, una mujer de perfil técnico que no ha sido colocada en el CNI por el Gobierno: lleva allí 40 años y llegó a ser jefa del gabinete técnico de Félix Sanz Roldán, su antecesor en el cargo. Es, por tanto, alguien de la casa y no un cargo de confianza del presidente o de la ministra.

Félix Bolaños, hombre clave en la gestión de esta crisis, ha dejado en el aire el futuro de Esteban. “La directora del CNI sigue en el CNI, está trabajando para esclarecer los hechos y esa es la fase en la que estamos”, ha dicho este martes en la Cadena SER. “Vamos a tener la información completa y eso será la base de cualquier decisión que podamos tomar en el futuro”, ha rematado. Esto es, cuando haya más claridad, la dimisión sería una opción. Más claro ha sido aún este mensaje en la conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros, cuando la portavoz, Isabel Rodríguez, ha dicho que tanto la ministra de Defensa como la directora del CNI tienen el “apoyo total” del presidente. Pero cuando se le ha insistido sobre si descartaba por completo que dimita en el futuro, ha dado varias respuestas que indican que dejaba en el aire esa continuidad.

El ministro Félix Bolaños, el lunes, en una rueda de prensa en el palacio de la Moncloa. Foto: Andrea Comas | Vídeo: EPV

La idea de las fases se ha repetido, y parece ya una consigna del Gobierno. “Estamos en el momento de aclarar qué ha sucedido. Cuando se determine todo lo que ha ocurrido tendremos que valorar qué hay que mejorar, qué hay que cambiar, y lo haremos en el momento oportuno. No pasemos la pantalla”, ha señalado Rodríguez. Y luego, aún más clara, cuando le han preguntado si descartaba la dimisión más adelante: “Cada momento tiene su afán. Estamos en la fase de aclarar qué le ha sucedido a quien le ha sucedido. No podemos pasar al siguiente momento sin saber lo que ha pasado hasta ahora”.

Aun así, tanto Bolaños como Rodríguez han defendido la tarea del CNI, y han reivindicado la labor de sus trabajadores, justo en un momento en el que se pone en cuestión su capacidad para impedir un ataque al móvil del presidente. “Pongo en valor a los más de 3.000 hombres y mujeres que trabajan en el CNI cada día por la seguridad de nosotros”, ha insistido Rodríguez.

Tanto en el Gobierno como en el PSOE y aún más en Unidas Podemos se detecta mucha inquietud por las consecuencias políticas del caso Pegasus, ahora ampliado por el espionaje del propio presidente. Desde La Moncloa señalan que ya es evidente que aquí no hay un Gobierno que espía a unos independentistas, sino que todos están sufriendo ataques de distinto origen. Pero miembros del Ejecutivo y dirigentes del PSOE y de Unidas Podemos insisten en privado en que la situación se está descontrolando y La Moncloa necesita dar un golpe de mano para recuperar el control y evitar que la legislatura se ponga en riesgo.

Eso pasaría necesariamente, según el análisis de varios de los consultados, por la cabeza política de alguien, y la directora del CNI parece la que tiene más papeletas para asumirlo. Las evidentes diferencias en la forma de gestionar la crisis entre La Moncloa, con Bolaños a la cabeza, y Defensa, con Robles al frente, se hicieron muy evidentes la semana pasada en la sesión de control, donde el tono fue radicalmente distinto, y es posible que se vean también mañana en la comparecencia de la ministra. Sánchez y Bolaños han optado por intentar apaciguar a ERC y dejar caer que algo ha fallado en el CNI, mientras Robles ha optado por un enfrentamiento abierto con los independentistas. Las fuentes consultadas creen que esta semana acabará con mucha más claridad y es posible que con decisiones relevantes.

En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la portavoz trató de despejar la idea de que la legislatura esté en riesgo, pese a la presión de ERC, que amenaza con romper la mayoría. “La legislatura se mide en términos de aporte al progreso para el país. Hemos tenido que gestionar momentos muy duros. Lo hemos hecho con determinación. Atendemos a empresas, a trabajadores, hemos sostenido a este país. Aún queda el despliegue de los fondos europeos, con más cohesión en todos los territorios. Queremos culminar ese proyecto, se lo merecen los españoles. Hemos demostrado que sabemos lograr mayorías y sacar adelante nuestros proyectos”, sentenció para desmentir que la legislatura se esté agotando.

En la entrevista en la SER, centrada en el escándalo que se ha generado después que el Gobierno anunciara que los móviles de Pedro Sánchez y Margarita Robles habían sido infectados con el programa de espionaje Pegasus en mayo y junio de 2021, Bolaños ha reconocido que hay que fortalecer la seguridad para proteger las comunicaciones de los miembros del Ejecutivo. “Claramente, hay que reforzar los protocolos, seguramente será una de las conclusiones que adoptemos”, ha manifestado el ministro, quien ha pedido que no se hagan suposiciones sobre una posible autoría y la sospecha de que los ataques pudieran venir de Marruecos. “¿Quién es? No lo sabemos. No es bueno que hagamos suposiciones. Igual estamos acusando a países que no tienen nada que ver con esto”, ha dicho.

Sobre la comisión de investigación en el Congreso que reclaman los socios parlamentarios del Gobierno y que finalmente no ha salido adelante tras la reunión de la Mesa del Congreso, el ministro ha defendido que la Comisión de Secretos Oficiales, recién constituida, es el órgano adecuado para abordar este asunto. “Allí irá la directora del CNI, dará información relacionada con este caso”, ha mantenido. “Una comisión de investigación estándar igual no tendría sentido porque los que saben tendrían que callar. Sería la España de Azaña, donde habla quien no sabe”.

Pedro Sánchez y Paz Esteban, en un acto en La Moncloa el 9 de marzo.Andrea Comas



La directora del CNI, Paz Esteban, en la sede del Centro Nacional de Inteligencia, en junio de 2019. Jaime Villanueva



Bolaños ha asegurado que no le “consta” la existencia de “ningún informe” sobre un supuesto espionaje al teléfono que usaba Arancha González Laya mientras era ministra de Exteriores en plena crisis con Marruecos, cuando el país vecino instigó la entrada irregular en Ceuta de más de 10.000 inmigrantes, muchos menores de edad, usados como instrumento de presión sobre el Gobierno español después de que este hubiera acogido al secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, enfermo de covid.

La entonces jefa de la diplomacia española fue avisada por los servicios secretos de que su teléfono había sido atacado. González Laya entregó su terminal y los técnicos del CNI confirmaron la intrusión, pero no llegaron a determinar el malware empleado ni la autoría de la agresión, según fuentes consultadas por EL PAÍS.

El ministro también ha criticado la actitud del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que se refirió al anuncio el lunes del espionaje al presidente como una “casualidad política no menor”, coincidiendo con la festividad del Dos de Mayo en Madrid y en la misma semana en la que Robles tiene una comparecencia institucional para hablar de un asunto que ha afectado a los apoyos del Gobierno por la supuesta utilización de Pegasus contra líderes independentistas catalanes. “Echo de menos una verdadera altura de Estado en el señor Feijóo, y haciendo esas insinuaciones sinceramente no lo demuestra (...). Cada vez el señor Feijóo se parece más a la política que llevaba el señor Casado, cada vez más”, ha manifestado.

Rodríguez también ha atacado a Feijóo tras el Consejo de Ministros por poner en duda la versión del Gobierno en un asunto delicado. La portavoz incluso ha recordado el caso Gürtel, cuando el PP destruyó a martillazos el ordenador de Luis Bárcenas, y lo ha contrastado con la actitud transparente que en su opinión está teniendo el Gobierno de Sánchez. “El Gobierno habló con el PP de este asunto, por eso no deja de sprprendernos la actitud de Feijóo. Si en algún momento alguien tuvo expectativas de cambio con Feijóo se han visto frustradas, lo que es en sentido de Estado deja mucho que desear”, ha arrancado Rodríguez. “Nosotros no tenemos nada que ocultar. Estamos haciendo un ejercicio de absoluta transparencia. Mientras otros martillaban y rompían ordenadores, nosotros nos ponemos a disposición de la justicia y apostamos por la transparencia. Eso tiene mucha fuerza, todavía esperamos el cambio de rumbo de Feijóo”, ha rematado.


En el cargo desde julio de 2019

Paz Esteban tomó posesión como secretaria de Estado directora del Centro Nacional de Inteligencia en febrero de 2020, aunque ya ocupaba el cargo de forma interina desde julio de 2019, cuando el anterior jefe del CNI, Félix Sanz Roldán, pasó a la reserva. Esteban nació en Madrid hace 64 años y es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid. En 1983 ingresó en el entonces denominado Centro Superior de Información de la Defensa (CESID). Después de asumir diversos cometidos en la institución, fue nombrada secretaria general del CNI en 2017, el cargo más importante tras el de director.

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