La Audiencia Nacional envía al banquillo a Gao Ping y a Nacho Vidal

La Fiscalía Anticorrupción pide 47 años de cárcel para el empresario chino y 11 para el actor porno

El empresario chino Gao Ping, en una fotografía de archivo.Alvaro Garcia

El futuro del empresario de origen chino Gao Ping y del actor porno Ignacio Jordá, Nacho Vidal, pasa por el banquillo de los acusados. El magistrado José Luis Calama, juez instructor de la Audiencia Nacional, ha ordenado este martes abrir juicio oral contra ambos por su presunta implicación en la trama mafiosa desmantelada por la Policía en octubre de 2012 en la bautizada como Operación Emperador. La Fiscalía Anticorrupción —que solicita para el primero una pena de 74 años de cárcel, y para el segundo, una de 11 años de pris...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El futuro del empresario de origen chino Gao Ping y del actor porno Ignacio Jordá, Nacho Vidal, pasa por el banquillo de los acusados. El magistrado José Luis Calama, juez instructor de la Audiencia Nacional, ha ordenado este martes abrir juicio oral contra ambos por su presunta implicación en la trama mafiosa desmantelada por la Policía en octubre de 2012 en la bautizada como Operación Emperador. La Fiscalía Anticorrupción —que solicita para el primero una pena de 74 años de cárcel, y para el segundo, una de 11 años de prisión y 50 millones de euros de multa— considera que los dos participaron en una “macroorganización criminal” dedicada al sistemático fraude fiscal y blanqueo de capitales.

A lo largo de la instrucción, los investigadores descubrieron la existencia de una presunta red delictiva estructurada en varios niveles. El primero lo lideraba Ping, de 58 años, asentado en España desde 1989 y quien, entre otras ocupaciones, se presentaba como promotor de arte. Según Anticorrupción, Ping ejercía un férreo control sobre sus subordinados, contra los que no dudaba en usar “la fuerza física o la violencia”, y se dedicaba realmente a la importación de cerca de 1.000 contenedores al año de artículos de bazar fabricados en China, cuyo contenido no declaraba al llegar. De esta forma, la venta de dichos productos le generaba enormes cantidades de dinero en metálico, que supuestamente desviaba después al extranjero para ocultarlo.

Para lograrlo, Ping requería la implicación del segundo nivel de la trama: los denominados “intermediarios”. Estos se encargaban de poner en contacto al empresario con terceras personas que tenían dinero en paraísos fiscales y que querían repatriarlo sin declararlo al fisco. Entonces, según la investigación, Ping les entregaba en mano los fondos en metálico acordados, a cambio de que le enviaran a China las mismas cantidades desde sus cuentas en el extranjero. Entre los implicados en esta parte de la red se encuentra el octogenario belga François Leiser, un viejo conocido de la Policía que se ha dedicado durante décadas a que las grandes fortunas no paguen impuestos. La Fiscalía pide que se le imponga una condena de 12 años de cárcel.

En la presunta organización criminal también participaban, entre otros, Linzhen Yang, la esposa de Ping, para quien el ministerio público solicita 30 años y tres meses de prisión; el empresario Rafael Pallardó (15 años de cárcel) y su pareja, María José Jordá (11 años), hermana de Nacho Vidal, que utilizaban la empresa de este último para evadir el dinero. Según anotaciones manuscritas intervenidas a la mujer de Gao Ping, entre febrero de 2011 y diciembre de 2012, Pallardó evadió presuntamente a China cerca de 14 millones de euros, por lo que cobró una comisión de 180.000 euros.

Calama, que impone fianzas de más de 100 millones de euros a Ping y su mujer, atribuye a los procesados los delitos de organización criminal, cohecho, amenazas, detención ilegal, blanqueo de capitales y falsedad documental, entre otros. El instructor describe una “compleja macroorganización criminal de carácter internacional”, que usaba una maraña de sociedades pantalla y testaferros. “Una de las vías que utilizaba la trama para el blanqueo de capitales y el fraude fiscal consistía en la recogida de dinero centralizada en polígonos de Cobo Calleja, en Fuenlabrada (Madrid), para su posterior remisión hacia el exterior fuera de los cauces legalmente establecidos”, describen los investigadores, que explican que la red también se dedicaba a evadir fondos a través del envío masivo por carretera de falsas remesas de inmigrantes a otros Estados de la UE, para desde allí remitirlas a China con correos humanos que escondían los billetes en su cuerpo y equipaje cuando volaban al país asiático.

Sobre la firma

Más información

Archivado En