Yolanda Díaz proyecta su liderazgo con un encuentro este sábado con el Papa
La vicepresidenta segunda abordará con el Pontífice “retos comunes”, como la crisis sanitaria derivada de la covid-19 o la desigualdad
Yolanda Díaz da un paso más en su propósito de elevar su perfil político por encima de las siglas de los partidos con vistas a las elecciones generales. La vicepresidenta segunda del Gobierno será recibida por el papa Francisco este sábado en el Vaticano. La política gallega, máxima dirigente de Unidas Podemos en el Ejecutivo de coalición, se reunirá con el Pontífice para abordar “retos comunes”, como la crisis s...
Yolanda Díaz da un paso más en su propósito de elevar su perfil político por encima de las siglas de los partidos con vistas a las elecciones generales. La vicepresidenta segunda del Gobierno será recibida por el papa Francisco este sábado en el Vaticano. La política gallega, máxima dirigente de Unidas Podemos en el Ejecutivo de coalición, se reunirá con el Pontífice para abordar “retos comunes”, como la crisis sanitaria derivada de la covid-19 o la desigualdad, según confirmaron este jueves fuentes cercanas a la vicepresidenta. El encuentro es relevante porque el Papa, que acaba de regresar de un viaje a Grecia, no suele reunirse con muchos políticos, más allá de los jefes de Estado, y porque la vicepresidenta segunda está llamada a ser la cabeza de lista de una alternativa política que aglutine a diferentes formaciones a la izquierda del PSOE en las generales previstas en 2023.
El encuentro con el Papa, que fuentes del entorno vaticano también confirman, se ha gestionado desde el equipo de Díaz en los últimos meses. La vicepresidenta ya estuvo en Roma a finales de octubre para reunirse con el ministro de Trabajo italiano, Andrea Orlando, y con el secretario general del sindicato mayoritario del país. Durante esa visita, que coincidió con la mayor crisis dentro del Ejecutivo desde que ella asumió la vicepresidencia fruto de un debate en torno a la reforma laboral, se produjeron algunos avances para concertar una reunión poco frecuente en el Vaticano.
Su antecesor como líder de Unidas Podemos en el Gobierno, Pablo Iglesias, ya intentó en su día, sin éxito, un encuentro como este con Francisco, a quien ha alabado en múltiples ocasiones. El pasado octubre, en una charla de la Fundación Siglo Futuro, celebrada en Guadalajara, afirmó que la derecha española profesaba un “odio indisimulado” al Pontífice e incluso llamó a la izquierda a “reflexionar” sobre la “necesidad de establecer alianzas y complicidades con los sectores de la Iglesia católica que defienden la democracia, el diálogo y la tolerancia”.
La reunión entre la vicepresidenta y el Papa se celebrará a las once de la mañana, con el objetivo dialogar sobre “algunos retos comunes de la humanidad, como la crisis sanitaria y social de la covid-19, la importancia del trabajo digno” y abordar la “precariedad y desigualdad social creciente, la crisis climática o las amenazas contra la democracia y los derechos humanos”, según informan fuentes próximas a Díaz.
El encuentro con el Pontífice sirve, además, para apuntalar el liderazgo de la vicepresidenta. Díaz es ya la política más valorada por los españoles y la segunda preferida para ocupar la presidencia del Gobierno, solo por detrás de Pedro Sánchez, según los últimos barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Aunque Iglesias la designó en su día como su sucesora natural, la dirigente ha manifestado su intención de trabajar para construir una alternativa política en la que busca “dar protagonismo a los ciudadanos” por encima de los partidos políticos, según afirma, y que concibe más allá de la “esquinita” del espectro electoral a la izquierda de los socialistas. Esta declaración evidencia sus intenciones de mostrarse como una política transversal, algo a lo que contribuyen reuniones como la de este sábado con el Papa.
El Pontífice, que recibió a Pedro Sánchez y su esposa en octubre de 2020, ha tenido un protagonismo no buscado en la política española precisamente por las críticas que le lanzan desde sectores de la derecha. Isabel Díaz Ayuso, la presidenta madrileña, en un reciente viaje a Estados Unidos, entró al choque directo con Francisco y señaló que le “sorprende” que el Pontífice, “un católico que habla español”, reflexionara por carta sobre los “pecados” cometidos por la Iglesia católica durante la conquista española. La presidenta madrileña aseguró en EE UU que el legado de España “fue llevar precisamente el español, y a través de las misiones, el catolicismo y, por tanto, la civilización y la libertad al continente americano”. El Vaticano no contestó, pero quedó muy en evidencia la distancia de algunos sectores conservadores del PP y de Vox con la línea del Papa.
El Pontífice suele reunirse con jefes de Estado y primeros ministros en el formato institucional, que sigue todo el protocolo y cuyos encuentros habitualmente se producen en la Biblioteca del Palacio Apostólico. Al margen de esos encuentros, que también se organizan con vicepresidentes cuando las materias que tocan tienen que ver con la Santa Sede o la Iglesia —Carmen Calvo estuvo dos veces en el Vaticano para tratar el tema de la exhumación de Franco y los conflictos con la Iglesia española—, Francisco configura una agenda libre de protocolos con las personas con las que siente afinidad personal o con quienes comparte una agenda: desde Óscar Camps, el fundador de la ONG Open Arms, a determinados deportistas. En este sentido, el perfil de Díaz encaja perfectamente en el tipo de líderes con los que el Papa se siente cómodo. Su visión sobre la economía, el mundo del trabajo y la lucha por la igualdad son fácilmente adaptables al discurso más político de Francisco.
Una dirigente del PP llama a la cita “cumbre comunista”
La secretaria de Comunicación del PP de Madrid, Macarena Puentes, se apresuró este jueves a calificar en redes sociales el encuentro entre la vicepresidenta segunda y el papa Francisco como “cumbre comunista”. La dirigente del PP se hacía eco así de la reunión confirmada poco antes. El mensaje, recogido en medios de comunicación, fue borrado sin mayor explicación a lo largo de la tarde.
La distancia entre algunos postulados del Pontífice y ciertos sectores de la derecha española es mayor que durante el papado de Juan Pablo II o Benedicto XVI. La Iglesia española, incluso, fue una de las principales detractoras de algunas leyes del Gobierno de José Luis Rodríguez, como la educativa, la del matrimonio homosexual o el divorcio exprés y llegó a salir a la calle.
Entre los pocos dirigentes de Unidas Podemos que reaccionaron este jueves a la noticia del encuentro, destaca el presidente del grupo en el Congreso, Jaume Asens, quien aprovechó su mensaje para cargar contra el líder del PP. “Casado, toma nota: Misas franquistas, mal. Que te reciba el Papa para abordar la desigualdad, bien”, escribió aludiendo a la polémica por la asistencia del presidente del partido a un oficio en Granada en el que se rezó por el dictador.