El PP calla en el tercer gran juicio de Gürtel: “El partido nada puede aportar”
El exconcejal José Luis Peñas, que destapó la trama, acusa a Génova de conocer la red corrupta y participar de ella
El PP ha optado por el silencio en el tercer gran juicio de Gürtel que lo sienta en el banquillo por beneficiarse de la red corrupta liderada por Francisco Correa, que anidó en el seno de la fuerza política presidida actualmente por Pablo Casado. Este martes, cuando la Fiscalía ha empezado su interrogatorio al partido en la vista oral que acoge la Audiencia Nacional por los negocios de la trama en Boadilla del Monte (Madrid), el re...
El PP ha optado por el silencio en el tercer gran juicio de Gürtel que lo sienta en el banquillo por beneficiarse de la red corrupta liderada por Francisco Correa, que anidó en el seno de la fuerza política presidida actualmente por Pablo Casado. Este martes, cuando la Fiscalía ha empezado su interrogatorio al partido en la vista oral que acoge la Audiencia Nacional por los negocios de la trama en Boadilla del Monte (Madrid), el representante de la formación ha dicho que “nada puede declarar” y “nada puede aportar” sobre ello: “Y [esta parte] no tiene nada más que decir”, ha remachado Jesús Santos, abogado de los populares.
El partido mantiene así la estrategia que defiende desde hace años en el caso Gürtel, donde desecha cualquier responsabilidad y la circunscribe exclusivamente a las personas físicas que acaban condenadas por la justicia. En este caso, el ministerio público asegura que la trama anidó en el Ayuntamiento de Boadilla con el beneplácito de las autoridades municipales del PP y, desde allí, amañaron contratos públicos para adjudicárselos a empresas a cambio de mordidas. Un dinero que, supuestamente, se usó en parte para pagar actos electorales, y que el juez instructor logró cifrar en más de 200.000 euros. Según el antiguo alcalde de la localidad, Arturo González Panero, tanto la dirección nacional como la regional de la formación estaban al tanto de todo.
Pese a ello, el PP ha subrayado que no puede aportar nada a la resolución del caso. A través de su letrado, los populares han insistido este martes en que, como se encuentran simplemente acusados como partícipes a título lucrativo, esta figura jurídica implica la “ausencia de participación” del partido y su “ausencia de conocimiento”. Por tanto, según ha remachado Santos: “Esta representación nada puede declarar, nada puede aportar sobre las circunstancias objeto de los hechos por parte de la acusación”. A la formación política como persona jurídica nunca se le han podido imputar los delitos de la trama, ya que esta posibilidad no se introdujo en el Código Penal hasta después de que se desarticulara la red de Correa.
“No me extraña que el abogado del PP diga eso”, ha asegurado después José Luis Peñas, el exconcejal de Majadahonda que destapó Gürtel. A las puertas de la Audiencia Nacional y tras declarar también como testigo en el juicio, el exedil popular ha cargado contra su antiguo partido: “El verdadero epicentro de la corrupción de Gürtel está en Génova. Todo se ha fraguado en Génova. [La dirección del PP] participaba y conocía los hechos”.
El relato del arrepentido
El relato de Peñas resulta fundamental en esta causa. La caída de la trama comenzó cuando él se plantó ante la Unidad de Delincuencia Fiscal y Económica (UDEF) de la Policía Nacional a la una de la tarde del 6 de noviembre de 2007 con una denuncia de 37 folios —anexos incluidos— y un CD con las conversaciones que había grabado durante dos años a los principales protagonistas de la red de Correa. El exconcejal de Majadahonda había formado parte del núcleo más cercano a Guillermo Ortega, alcalde de dicho municipio, y decidió que tocaba tirar de la manta. Su iniciativa generó un efecto dominó de consecuencias entonces impredecibles, pero que más de 10 años después tumbaría al Gobierno de Mariano Rajoy, tras salir adelante la moción de censura de Pedro Sánchez a raíz de la primera condena al PP como partícipe a título lucrativo.
La Audiencia Nacional ya reconoció en su sentencia de Época I, la parte principal de Gürtel, el papel desempeñado por Peñas. Lo consideró un factor “esencial” para el avance de las pesquisas al describir a los investigadores el “modo de operar” del grupo de Correa y aportar “numerosos” audios que fueron “de gran ayuda” para esclarecer los hechos. Pese a ello, los jueces consideraron que también había participado antes de la trama y lo condenaron a casi cinco años de cárcel por apoderarse “de manera indebida, con regularidad y periodicidad de distintas cantidades”. Tanto la Fiscalía como el Tribunal Supremo se han mostrado a favor de concederle un indulto, que actualmente se encuentra pendiente de la decisión del Ejecutivo de Sánchez.
Este martes, Peñas ha recordado aquella época ante el tribunal: “Yo grababa con mucho miedo. Tenía un pequeño aparato de USB, muy primitivo, y con ese aparatito empecé a grabar. Lo ponía a grabar y lo llevaba metido en el bolsillo de la americana, en el pantalón...”, ha detallado. Después ha descrito cómo funcionaba la red: cómo manipulaban las adjudicaciones para que parecieran regulares —“vestían así el muñeco”— o cómo los implicados mantenían reuniones periódicas. “No iban por libre. Es verdad que había un escalafón, pero se reunían entre todos y cada uno aportaba”. “Lo que es el tema municipal de Boadilla lo llevaban ellos: el alcalde [González Panero], algún concejal y la gente de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda (EMSV)”.
Según han confesado 17 de los 24 acusados, el grupo de Correa desembarcó con la ayuda del regidor en el municipio y, además, colocó al frente de la EMSV a dos personas que facilitarían sus sucios negocios: César Tomás Martín Morales y Alfonso Bosch. Este último, que también fue diputado y concejal de El Escorial, admitió que le pusieron ahí por “recomendación previa” del líder de la trama y del que fuera jefe de gabinete de José María Aznar en La Moncloa, Antonio Cámara. Además, Bosch medió para organizar la boda de la hija del expresidente con Alejandro Agag, a cuyo exsocio también se le juzga en esta vista.
“Bosch era una persona de confianza del presidente. Viajaba en el Falcon. Sé que Correa estableció relación con él”, ha explicado Peñas este martes. “Desde Génova se impartían directrices: a quién había que contratar, a dónde iba un candidato... La sede central es la que maneja todas las campañas, dice como hay que hacerlo todo”, ha cargado el exconcejal, que ha asegurado que, en un principio, todo “el dinero” de las mordidas “se llevaba” al partido nacional. Pero, según ha apostillado, cuando parte de las comisiones se empezó a quedar en los intermediarios, “Génova se enfadó porque vio que la tarta se convertía en un pastelillo”.
Peñas ha asegurado que Correa le contó que Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid y antigua líder del PP regional, también “presionó” para influir en una adjudicación de Boadilla.
El juicio se ha adentrado ya en la fase de declaración de testigos. Aunque, antes de que el PP se negase a responder a las preguntas de Anticorrupción y antes de que Peñas desfilara ante el tribunal, la Fiscalía ha interrogado este martes a Alicia Vallejo, la última acusada de esta vista oral. Esta mujer, expareja del exalcalde de Boadilla y extrabajadora del Ayuntamiento, niega su implicación en la trama. “La primera vez que he visto a Correa en persona ha sido en esta sala”, ha esgrimido como defensa. Sin embargo, el ministerio público mantiene que vendió una vivienda a una de las empresas de González Panero para ayudarle a ocultar los fondos procedentes de las operaciones irregulares. Ella afirma que no sabía nada de todo aquello.