Sánchez se queda con la mano tendida
Este 30 de junio, el jefe del Gobierno recibió una lluvia con descalificaciones de tal hondura que, de ser ciertas, merecerían colocar a Sánchez no ante un juicio político sino penal
Es difícil dilucidar si fue el martes o el miércoles de esta semana el día más perturbador para Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. El día 29 el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, cara a cara, en La Moncloa, no se dejó nada dentro. Su petición de independencia para Cataluña la enmarcó en “el punto de partida”, de la acción de su gobierno, o, al menos, de su partido, ERC. Este 30 de junio, el jefe del Gobierno recibió en...
Es difícil dilucidar si fue el martes o el miércoles de esta semana el día más perturbador para Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. El día 29 el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, cara a cara, en La Moncloa, no se dejó nada dentro. Su petición de independencia para Cataluña la enmarcó en “el punto de partida”, de la acción de su gobierno, o, al menos, de su partido, ERC. Este 30 de junio, el jefe del Gobierno recibió en el Congreso de los Diputados una lluvia con descalificaciones y acusaciones de tal hondura que, de ser ciertas, merecerían colocar a Sánchez no ante un juicio político sino penal. Los portavoces independentistas no aliviaron en absoluto el chaparrón que le caía desde la derecha, por mor de los indultos concedidos a los condenados por el procés, y sus componendas con los soberanistas para, según ellos, “mantenerse en la poltrona”. Aun así, seguirá adelante con su decisión de intentar abordar el conflicto con Cataluña.
Concordia y perdón. Estas son las banderas que ondea Sánchez para justificar la concesión de los indultos a los condenados por el Tribunal Supremo por delitos de sedición. De momento, le ha valido la rotunda condena de la oposición, con buenas dosis de mofa por utilizar un lenguaje y unos conceptos que se les antojan almibarados, además, de falsos.
Del lado beneficiado no hay el menor atisbo de agradecimiento y, además, los indultos ya son agua pasada y hay que pasar a conseguir o arrancar la convocatoria de un referéndum de autodeterminación. No quieren “concordia”, sino celebrar la consulta para defender la independencia, le comunicó este miércoles desde la tribuna la portavoz de Junts per Catalunya, Miriam Nogueras. La consulta caerá como fruta madura, pudo interpretarse del augurio del portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Si Sánchez dijo “no es no” a los indultos, y estos ya están aprobados, el referéndum solo es cuestión de tiempo, se regodeó el portavoz republicano, para regocijo de la bancada de la derecha e incomodidad de los grupos que sostienen al Gobierno.
Todo apuntaba en este debate a que no habría bálsamo para Sánchez.
Las apreciaciones de Pablo Casado sobre la Guerra Civil tuvieron el efecto, buscado o no, de desviar el debate hacia él, para descalificarle. El Gobierno legítimo de la República quería gobernar “con democracia pero sin ley” y los que dieron el golpe de Estado en 1936 querían “ley sin democracia”. Le reprendió Sánchez pero continuó con su oferta de mano tendida. Nadie se la ha tomado aún.