ERC pide tiempo para la autodeterminación y Junts descalifica la oferta de diálogo como una farsa
El nacionalismo catalán muestra su fuerte división interna en el inicio del proceso de negociación con el Gobierno para una solución política al conflicto
Los dos socios convivientes en el Govern catalán, ERC y Junts, juegan papeles y estrategias muy diferentes en casi todo, pero especialmente en su relación con el Gobierno central para la solución política al conflicto en Cataluña. Esa tensión, permanente, en la Generalitat y en el Congreso, se ha vuelto a mostrar con toda su crudeza en el debate de este miércoles en las Cortes sobre ...
Los dos socios convivientes en el Govern catalán, ERC y Junts, juegan papeles y estrategias muy diferentes en casi todo, pero especialmente en su relación con el Gobierno central para la solución política al conflicto en Cataluña. Esa tensión, permanente, en la Generalitat y en el Congreso, se ha vuelto a mostrar con toda su crudeza en el debate de este miércoles en las Cortes sobre la concesión de los indultos a los líderes del procés encarcelados. ERC ha enseñado de nuevo, con Gabriel Rufián, ese perfil más práctico, pragmático, posibilista, pero también desconfiado. Rufián agradeció el gesto de los indultos como primer paso “no menor, para mejorar el clima político”, pero advirtió al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de que no toma demasiado en cuenta su promesa de que jamás permitirá un referéndum de autodeterminación: “También dijo que nunca habría indultos, denos tiempo”. La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, impugnó todo el discurso de Sánchez y su operación reencuentro como “una farsa”.
Rufián quiso priorizar en su réplica al presidente del Gobierno una referencia personal al exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, que abandonó la política tras el batacazo de su formación de las últimas elecciones generales, en noviembre de 2019. Rivera empleó su minuto de oro final en el debate de la campaña electoral de abril de 2019, con aquella sentencia: “¿Lo escuchan?, es el silencio”. Y luego explicó que se refería al “silencio cómplice que se oye” de los españoles a los que se les había “helado la sangre” al observar cómo los independentistas habían pretendido romper Cataluña. Rivera auguró que en aquellos comicios los españoles votantes le iban a decir “basta al PSOE”. Aquello no sucedió. Rivera está retirado de la política. Y Rufián ha rescatado aquel “hit” para asegurar que ahora, tras los indultos y la manifestación de la derecha en la plaza de Colón, tampoco “ha pasado nada”. Y añadió: “La gente no ha quemado las calles ni hay grietas en Colón”.
El siempre ácido parlamentario de ERC utilizó esos recuerdos de Rivera y sus vaticinios no cumplidos para destacar que ahora los españoles están ocupados y preocupados por otras cosas y especialmente por salir lo mejor posible de la pandemia. Y así aseguró que esa es la gran “inestabilidad e incertidumbre” actual y no “las manifestaciones ni exageraciones ni símbolos a modo de piedra” de la derecha contra los indultos. “A la gente le importa más dónde tienen que vacunarse que dónde tienen que manifestarse con ustedes”, les soltó Rufián a las bancadas del PP, Vox y Ciudadanos. Y les alertó de que “no se puede vivir en una casa permanentemente en llamas”.
Sobre los indultos a los presos del procés concedidos por el Gobierno la semana pasada, Rufián concluyó que “no son una medida para solventar el conflicto político, sino una medida para mejorar el clima político”. Una decisión que concedió como “no menor, buena” pero “insuficiente”. El portavoz de ERC exigió al Gobierno progresista “menos matemáticas” y cálculos de sumas de escaños y más avances y sobre todo acabar con las actuaciones “represivas” de algunas instituciones del Estado. En ese capítulo, Rufián se volcó este miércoles, especialmente, contra las decisiones acordadas en el Tribunal de Cuentas. Rufián denominó a este organismo “tribunal de ajuste de cuentas” y “chiringuito antidemocrático y alegal”. Y luego detalló los nombres de exdirigentes del PP o próximos que forman parte del cupo de siete consejeros de adscripción política que llevan al mando de este órgano fiscalizador y constitucional tanto en el último mandato de nueve años como desde hace un cuarto de siglo, todo el tiempo que lleva controlando el partido conservador la mayoría del Tribunal de Cuentas.
El portavoz de ERC en el Congreso demandó al Gobierno de Sánchez más valentía para afrontar el problema catalán. Y que no tenga miedo tampoco a que ahora las encuestas reflejen cierto acercamiento del PP ante el hundimiento de Cs. También conminó al presidente a que no prometa que jamás el PSOE permitirá un referéndum de autodeterminación. Fue ahí cuando Rufián sacó su oratoria más cáustica contra Sánchez: “También dijo que nunca habría indultos, así que denos tiempo”. A ERC, como luego confirmó también con más dureza la representante de Junts, no le agradó nada que el jefe de Gobierno aludiera a la necesidad de construir en Cataluña espacios para el diálogo entre catalanes. Rufián, y a continuación Míriam Nogueras, le reprocharon así a Sánchez que obviase que ya existe para eso el Parlamento catalán, donde están representadas todas las sensibilidades políticas.
A la portavoz de Junts le molestó sobremanera el discurso inicial de “concordia” del presidente Sánchez, tanto que reconoció que había tenido que variar su intervención para rectificar muchas de las posiciones expresadas por el líder socialista. Míriam Nogueras compartió con Rufián “que Cataluña ya habla con Cataluña” en el Parlament catalán y enfatizó que el problema lo tienen los separatistas cuando se manifiestan por ejemplo en el Congreso contra la actuación “represiva” del Estado. La dirigente de Junts corrigió a Sánchez cuando afirmó que nunca permitirá una consulta sobre la autodeterminación de Cataluña y le recriminó también que se escudara tras el PP sobre el comportamiento del Estado ante el referéndum ilegal del 1-O de 2017: “El PP subió a apretar el botón de la violencia y la represión del artículo 155, pero ustedes aguantaron la escalera”.
Míriam Nogueras renegó de la teoría del “diálogo de igual a igual” que ahora cree que persigue el jefe del Ejecutivo, porque considera que, en cuanto puede, el Gobierno central deja actuar a instituciones judiciales o al Tribunal de Cuentas “para robar millones a funcionarios de la Generalitat”, en alusión a las sanciones impuestas por ese organismo a 40 ex altos cargos acusados de malversar dinero público en favor del proceso independentista. Nogueras “sospecha” que el Ejecutivo está “contando un cuento” con la renovación de la llamada mesa del diálogo, y exigió al Ejecutivo “formalizar el divorcio”. “Y entonces sí, iniciemos una nueva etapa de reconciliación de Estado a Estado, entonces sí de igual a igual” tras el respeto al resultado de la consulta sobre la independencia en las urnas. Y acabó en catalán: “Esta farsa no se puede aguantar dos años más”.
El portavoz del PDeCAT, Ferrán Bel, más comprensivo, en línea con las posturas tradicionales de la extinta CiU, hasta habló de la importancia de negociar bien los fondos europeos para la recuperación de España. El dirigente del PDeCAT, que tiene cuatro diputados en la Cámara, los mismos que Junts, sí ensalzó los indultos “como el principio del inicio” para comenzar a reconstruir el futuro y demandó del Gobierno más valentía, decisión, comprensión y que sea menos taxativos con el posible referéndum de autodeterminación que descartó totalmente Pedro Sánchez: “Traten mejor a los catalanes y eso es respetar su decisión”. Para Bel, “Cataluña sin España sería más europea, más próspera y más plural”.
Mireia Vehí, la portavoz de la CUP, reconvino el tono y el fondo de las “soluciones del pasado” del presidente: “No estamos en los años 90, no necesitamos pan y circo, dinero o hasta unos juegos olímpicos de invierno; necesitamos referendum y amnistía. Usted viene a decirnos que nos perdona, si quiere hablar de perdon preferimos hablar de amnistía, la única alternativa a la violencia institucional que desde hace tres años hay en Catalunya”. Y al compromiso de Sánchez sobre que no habrá referéndum de autodeterminación, como ya estableció en 2017 el expresidente popular Mariano Rajoy, Vehí le refrescó la contestación que dio entonces una fugada de la CUP, Anna Gabriel: “Referéndum o referéndum”.