Sánchez asegura que los indultos forman parte de “los valores constitucionales”
Casado ataca al presidente por su fugaz encuentro con Biden: “Quedó usted desnudo a la vista del mundo”
Pedro Sánchez ha tenido que escuchar en el Congreso sus propias palabras repetidas con insistencia en boca de sus adversarios políticos. Los líderes del PP, Pablo Casado, y de Ciudadanos, Inés Arrimadas, así como el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, han leído este miércoles, durante la sesión semanal de control al Gobierno, declaraciones de hace dos y tres años del presidente en las que rechazaba de plano que los líderes del procés pudiesen ser indultados algún día. “Esta...
Pedro Sánchez ha tenido que escuchar en el Congreso sus propias palabras repetidas con insistencia en boca de sus adversarios políticos. Los líderes del PP, Pablo Casado, y de Ciudadanos, Inés Arrimadas, así como el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, han leído este miércoles, durante la sesión semanal de control al Gobierno, declaraciones de hace dos y tres años del presidente en las que rechazaba de plano que los líderes del procés pudiesen ser indultados algún día. “Estas cosas las dijo usted en alguna de sus metamorfosis anteriores”, le ha afeado con ironía el dirigente popular. Sánchez ha pasado por alto ese envenenado repaso de sus rivales a la hemeroteca y se ha reafirmado en su determinación de conceder las medidas de gracia para intentar abrir una nueva etapa en Cataluña. Los indultos, ha sostenido, no socavan la legalidad, como dice la derecha. Al contrario, ha subrayado el presidente, forman parte de la “defensa de los valores constitucionales de la concordia y la convivencia”.
Una semana más, el PP se ha lanzado en tromba contra el Gobierno en el Congreso a propósito de los indultos que se anuncian inminentes. Los populares no se han arredrado ante la constatación de que la mayoría de la Cámara apoya al Ejecutivo en este asunto, como se había visto el martes en el debate de una moción con la que el PP pretendía una condena parlamentaria a las medidas de gracia. La moción se ha votado este miércoles y ha recibido 190 votos en contra, los del PSOE, Unidas Podemos, Más País y todos los grupos nacionalistas. Vox, Ciudadanos y los regionalistas navarros, asturianos y cántabros -estos últimos, aliados habituales del Gobierno- respaldaron el texto del PP, que ha sumado 152 votos favorables. Coalición Canaria y Teruel Existe se han abstenido.
Sánchez, la vicepresidenta Carmen Calvo y los ministros de Justicia e Interior han hecho este miércoles de frontón ante la artillería incansable de los populares y también ―aunque con menos capacidad de fuego por su inferior peso parlamentario― de Vox y de Ciudadanos. El PP ha intentado además abrir una brecha en el Gobierno apelando a la titular de Defensa, Margarita Robles, quien en su época de juez firmó un manifiesto que pedía extinguir la figura del indulto gubernamental. La pasada semana, Robles, la ministra a la que más respeta la derecha, ya había evitado especificar si apoya las medidas de gracia a los independentistas. Y este miércoles ha vuelto a escabullirse de la cuestión al desviar el Ejecutivo al titular de Justicia, Juan Carlos Campo, la pregunta dirigida a ella.
Tanto Sánchez como la vicepresidenta Calvo y sus ministros han defendido la legalidad de los indultos y, sobre todo, han insistido en que el PP no ofrece ninguna alternativa a la situación en Cataluña, de la que responsabilizan a los Ejecutivos de Mariano Rajoy. Sánchez ha hablado de “indolencia” y Calvo de “desidia” para describir la actitud con la que los últimos Gobiernos populares afrontaron el desafío independentista. El presidente ha reprochado al PP que durante su mandato se produjese la declaración unilateral de independencia (DUI) y dos referéndums ilegales. “Con nosotros, cero referéndum y cero DUI”, ha enfatizado. En la misma idea ha insistido Calvo ante la portavoz popular, Cuca Gamarra, a la que ha replicado: “¿Qué clase de programa tienen ustedes para España si no pintan nada ni en Cataluña ni en el País Vasco?”.
Sánchez ha intentado no descender en exceso al cuerpo a cuerpo con Casado y solo ha comentado de pasada el asunto que podría resultar más incómodo para el dirigente popular, las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sobre el papel del Rey cuando le llegue el momento de firmar las medidas de gracia. El líder socialista se ha limitado a acusar a su contrincante de “mandar decir a Ayuso incongruencias sobre la Monarquía”, sin profundizar más.
Frente al líder de Vox, Santiago Abascal, el presidente ha insistido en que el Gobierno, aunque negocie con los independentistas, no va a renunciar a la “unidad territorial” de España. Y ha sido en ese momento cuando ha enmarcado los indultos en los “valores constitucionales de concordia y convivencia”. Abascal le había acusado antes de “traicionar al Rey y al Tribunal Supremo” y concluido su intervención con una advertencia: “Acabará pagando por ello y esperemos que sea delante de un tribunal”.
Sánchez también ha evitado entrar a las varias chanzas que le ha dedicado la oposición por su fugaz encuentro en un pasillo de la sede la OTAN en Bruselas, el pasado lunes, con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Casado, tras concluir su primera intervención, se ha regodeado ante el jefe del Ejecutivo: “Ahora tiene usted para responderme cinco veces más tiempo que el que usó para perseguir a Biden”. El líder popular ha vuelto después sobre el asunto. Los “29 segundos” con el presidente norteamericano han sido “una vergüenza para todo el mundo”, según Casado, quien se las ha ingeniado para acabar vinculando ese encuentro y las protestas promovidas por la derecha contra los indultos. Con la escena de los pasillos en Bruselas, Sánchez “quedó desnudo a la vista del mundo”, ha argumentado el líder popular. “Es la prueba del respeto que usted merece en el exterior y en las calles de España”, ha añadido.
Sánchez ha permanecido imperturbable ante esos ataques. No ha hecho ningún comentario sobre el encuentro con Biden y ni siquiera ha recurrido a las alusiones al “trío de Colón”, uno de sus recursos favoritos para protegerse de las acometidas del PP.