Las declaraciones de Rajoy y Aznar elevan el voltaje político del juicio por la caja b del PP
Los dos expresidentes testifican por videoconferencia sobre los apuntes de los ‘papeles de Bárcenas’
Los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy declaran este miércoles como testigos en el juicio sobre la caja b del PP, que funcionó mientras ambos fueron presidentes del partido. En el que sin duda será el día de mayor voltaje político de la vista, ambos serán interrogados en calidad de testigos sobre si conocían la contabilidad paralela que manejaron Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas durante 19 años, y que ...
Los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy declaran este miércoles como testigos en el juicio sobre la caja b del PP, que funcionó mientras ambos fueron presidentes del partido. En el que sin duda será el día de mayor voltaje político de la vista, ambos serán interrogados en calidad de testigos sobre si conocían la contabilidad paralela que manejaron Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas durante 19 años, y que se alimentó de donaciones de empresarios. El extesorero Bárcenas les ha acusado directamente de estar al corriente de los manejos de estos fondos, de cuya existencia los expresidentes se han desentendido públicamente con anterioridad, como este martes lo hicieron ante el juez los exsecretarios generales del PP Francisco Álvarez-Cascos, Javier Arenas y Dolores de Cospedal.
La declaración de los dos expresidentes del Gobierno será el plato fuerte de una semana en la que el tribunal escuchará el testimonio de quienes integraron la plana mayor del PP entre 1990 y 2009, los años en los que funcionó la caja b reflejada en los papeles de Bárcenas. Pero ni Aznar ni Rajoy harán el paseíllo ante las cámaras camino a la Audiencia Nacional ni se sentarán en el pupitre de los testigos, ya que comparecerán por videoconferencia y así evitarán una imagen que no desea el partido que ahora lidera Pablo Casado.
El primero en hacerlo (la hora prevista del inicio son las 12.00) será José María Aznar, quien lideró el PP durante 14 de los años en que estuvo en funcionamiento la contabilidad en negro. Aznar –presidente del Gobierno entre 1996 y 2004, y de PP de 1990 a 2003– ha declarado en varias ocasiones que jamás supo nada sobre los manejos de Lapuerta y Bárcenas entre 1990 y 2004, cuando él dirigió el PP. Así ha respondido cada vez que se le ha preguntado sobre ello, pero nunca lo ha hecho en presencia de un juez. “Yo digo que no existe ninguna caja b del Partido Popular, lo afirmo”, aseguró el 18 de septiembre de 2018 en la comisión de investigación del Congreso abierta por la presunta financiación ilegal de su partido.
Rajoy, por su lado, tendrá que volver a hablar del caso que le costó la presidencia del Gobierno, como consecuencia de la moción de censura que ganó Pedro Sánchez, en junio de 2018, tras hacerse pública la primera sentencia del caso Gürtel. El sucesor de Aznar siempre ha negado que hubiese cobrado los sobresueldos que figuran en los papeles. Como presidente del PP, fue quien ascendió a Barcenas al cargo de tesorero nacional y le mantuvo, cuando ya estaba imputado, con el sueldo más alto de toda la organización.
La versión sostenida por Rajoy es opuesta a la de Bárcenas, quien en su declaración del pasado 8 de marzo declaró que muchos de los que fueran dirigentes populares, como Rajoy, cobraron sobresueldos. Entre otros perceptores, además de a Rajoy, enumeró a Cascos, Arenas, Cospedal, Jaime Mayor Oreja, Federico Trillo, Ángel Acebes y Rodrigo Rato. Según dijo, excepto a estos dos últimos, a quienes jamás dio él las cantidades en mano —dijo que fue Lapuerta—, “al resto, en alguna ocasión, yo les he entregado el sobre con lo que les correspondía”.
Los principales dirigentes del PP entre 1990 y 2009 gozaron de varios sueldos oficiales con sus correspondientes retenciones de IRPF. Pero Bárcenas sostiene que además de esos salarios que les pagaba el partido –o las instituciones donde estaban- había un “sobresueldo” opaco al fisco que recibían cada trimestre, de una media de 24.000 euros al año. Ninguno de los dirigentes que recibió ese dinero habría cometido delito fiscal al no declararlo porque la cuota defraudada es muy inferior a 200.000 euros. Ese es uno de los motivos por los que la investigación judicial no se detuvo en los sobresueldos a la cúpula del PP, porque no suponían ninguna infracción penal. Por eso no se investigó a fondo y los beneficiarios lo negaron siempre con vehemencia.
Sin embargo, este mismo martes, los exdiputados Jaime Ignacio del Burgo y Eugenio Nasarre han ratificado que percibieron el dinero recogido en la contabilidad paralela que el extesorero popular Luis Bárcenas llevó de su puño y letra. Pío García-Escudero, expresidente del Senado, también se ha reconocido en los papeles de Bárcenas.