Exteriores anuncia un giro en la cooperación internacional con más peso a las políticas feministas y medioambientales
El Gobierno aprobará una nueva estrategia marcada por la crisis del coronavirus
España busca dar un vuelco a su política de cooperación internacional. La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha esbozado este jueves en el Congreso las líneas de esa nueva política, que ahora deberá reorientarse para paliar los efectos que el coronavirus está provocando en los países en desarrollo. Al margen de ese cambio impuesto por la urgencia de la pandemia, el ministerio primará “una cooperación feminista” y más orientada a luchar contra el cambio climático, uno de los motore...
España busca dar un vuelco a su política de cooperación internacional. La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha esbozado este jueves en el Congreso las líneas de esa nueva política, que ahora deberá reorientarse para paliar los efectos que el coronavirus está provocando en los países en desarrollo. Al margen de ese cambio impuesto por la urgencia de la pandemia, el ministerio primará “una cooperación feminista” y más orientada a luchar contra el cambio climático, uno de los motores de las migraciones.
Antes de que la covid-19 impactara de lleno en todas las políticas públicas, el nuevo equipo de Exteriores concibió una estructura en la que la cooperación ganaba peso respecto a otras políticas, incluso con una secretaría de Estado propia. Pese a que el desplome económico derivado del coronavirus obligará a reasignar fondos, el Gobierno aspira a mantener el mismo peso que preveía a esta política y a impulsar un cambio —en la estructura y en el destino de los fondos— a lo largo de este mandato.
“Sabemos que hoy es más difícil que al principio de la legislatura, pero quiero mantener el compromiso de destinar el 0,5% del producto interior bruto a la ayuda oficial al desarrollo”, ha señalado la ministra en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Para adaptar esta política a las necesidades más urgentes derivadas del coronavirus, González Laya avanzó que el Consejo de Ministros aprobará en unas semanas un proyecto centrado en aprovechar esos fondos “para lograr una recuperación transformadora”.
El anuncio de este giro, no obstante, no vino acompañado de una exposición detallada de las nuevas líneas de actuación. González Laya proyecta “una nueva fase” de la cooperación, que dote de “medios humanos y financieros adecuados” esta actividad, que sufrió duros recortes a raíz de la crisis económica de 2010 y que hoy asciende al 0,2% del PIB, lejos del objetivo emblemático del 0,7%. Habrá un plan director el año próximo, con África, Latinoamérica y el Caribe como regiones prioritarias.
En cuanto a los principios que guiarán la asignación de fondos, la ministra citó cuatro ámbitos. El primero abarca las políticas públicas orientadas a mitigar la pobreza, que el coronavirus ha exacerbado. Se trata del acceso a la alimentación, al agua, a los saneamientos y a la sanidad. Le siguen las políticas climáticas, que el Gobierno pretende situar como señas de identidad. La educación y las medidas orientadas a incentivar el tejido productivo local de los países más desfavorecidos completan esta lista, de momento sin números concretos que permitan evaluar los esfuerzos comprometidos.