Fundirse con la nieve
Con seis estaciones de esquí alpino y una gran oferta hotelera y gastronómica, Aragón se sitúa como uno de los enclaves más destacados de Europa para practicar deportes de invierno.
Los deportes de nieve ofrecen una combinación difícil de encontrar. Al contacto con la naturaleza y el aire puro se une la adrenalina que se dispara al descender una colina y la majestuosidad de los paisajes cubiertos de blanco. Encontrar aquellos lugares que pueden ofrecer las mejores condiciones para la práctica de estas disciplinas se convierte para los aficionados en una prioridad. Enclave privilegiado en cuanto a entorno natural y condiciones para la práctica del esquí, Aragón es una región que ofrece una combinación de naturaleza, pueblos con encanto, modernas instalaciones y una variada oferta hotelera y gastronómica.
Con un total de 395 kilómetros esquiables, las seis estaciones aragonesas de esquí alpino ofrecen distintas opciones y cotas para la práctica de varias disciplinas. Cuatro de ellas se encuentran en el Pirineo Aragonés. Astún cuenta con 50 kilómetros en cotas que oscilan entre los 1.658 metros y los 2.300 metros, y se ha convertido en uno de los templos del snowboard en España. En verano, además, sus telesillas permanecen abiertos para facilitar excursiones a parajes de alta montaña.
Candanchú, la primera estación de esquí inaugurada en España, es un destino idóneo para iniciarse en los deportes de nieve o perfeccionar la técnica en su escuela de esquí. Con descensos míticos como El Tobazo, su cumbre es la Tuca Blanca, con unas espectaculares vistas desde sus 2.400 metros de altura. Además, su cercanía a Jaca o al monasterio de San Juan de la Peña hace posible realizar excursiones de un día.
Aramón Formigal-Panticosa es una de las mayores estaciones del país, con seis valles y 180 kilómetros para disfrutar de la nieve en el entorno pirenaico del valle de Tena. El sector Formigal es una de las estaciones más animadas del Pirineo, con una gran oferta de ocio tanto de día como de noche, desde sesiones de DJ a paseos en moto de nieve o trineos. El sector Panticosa, por su parte, es un destino idóneo para familia, con 39 kilómetros esquiables y paisajes y pueblos típicos de montaña, además de actividades destinadas a los niños. Por su parte, Aramón Cerler posee las bajadas más largas de la zona, además del mayor desnivel esquiable de la zona, con 1.130 metros.
Las sierras turolenses, por otro lado, ofrecen distintas experiencias en torno a la montaña y la nieve. Aramón Javalambre es perfecta para iniciarse en el esquí, con nieve de gran calidad y actividades relacionadas con el freestyle. Muy cerca, en la sierra de Gúdar, se encuentra Aramón Valdelinares, a tan solo una hora y media de Valencia y rodeada de bosques de pino negro. Al igual que Javalambre, la zona también invita a pasear por sus senderos en plena naturaleza y visitar los pueblos de la región.
Además de la práctica del esquí o el snowboard, Aragón cuenta con distintos espacios nórdicos, en los que es posible probar otras disciplinas como el esquí de fondo, raquetas o cross country. Siete de ellos están en los Pirineos: Llanos del Hospital (Benasque), Candanchú, Pineta (Bielsa), Balneario de Panticosa, Oza-Gabardito (valle de Hecho), Lizara (Aragüés del Puerto) y Linza (Ansó).
En Teruel, la Sierra de Albarracín alberga el espacio nórdico de La Muela de San Juan. Todas estas actividades, así como rutas, recomendaciones e ideas para visitar la región están disponibles en la web www.turismodearagon.com.
Vivir entre cumbres
Otras actividades de montaña que el visitante puede experimentar son esquí de travesía fuera de las pistas, ascensiones de distintos tipos de dificultad o rutas de alpinismo para los montañeros más experimentados. Distintas maneras de disfrutar el entorno natural en unas montañas privilegiadas.