Creado para Casio

Una nueva compañera tecnológica en las aulas

Casio celebra los diez años de su calculadora ClassWiz con una versión actualizada con funciones mejoradas y un manejo más intuitivo. También incorpora el gallego como idioma, además del castellano, el catalán y el euskera.

La calculadora no es solo ese instrumento que nos ayuda a agilizar operaciones matemáticas en el día a día. Desde hace tiempo, es también un elemento pedagógico que ayuda a estudiantes y profesorado en distintas materias científicas. En 2013, con ese objetivo, Casio creó su primer modelo ClassWiz, desarrollado junto a distintos docentes para incluir funciones que facilitasen la enseñanza de las matemáticas y otras asignaturas. Desde entonces, se ha convertido en una herramienta habitual en las aulas de la que se aprovechan sus posibilidades a la hora de potenciar la curiosidad y la creatividad, al mismo tiempo que hace posible utilizar grandes datos procedentes de ejemplos de la vida real y prestar más atención a los conceptos matemáticos en lugar de a los procesos mecánicos. Ahora, cuando se cumple el décimo aniversario de su lanzamiento, Casio presenta los nuevos modelos de ClassWiz, que incorporan nuevas funcionalidades y mejoran su usabilidad.

Esta nueva generación de calculadoras ha sido desarrollada una vez más de manera conjunta con miembros del profesorado, teniendo en cuenta las necesidades del currículo escolar de la ley educativa en vigor, la LOMLOE, para ofrecer funciones adaptadas. Una de ellas está relacionada con el sentido estocástico, la habilidad matemática que se centra en formular preguntas para después recoger, organizar y presentar datos, y que se utiliza tanto en los pronósticos del tiempo como en las finanzas. La función Math Box potencia esta capacidad mediante juegos como tirar el dado, que simula una serie de lanzamientos de dados con los resultados y su frecuencia relativa, o lanzar la moneda, que sigue ese mismo patrón para analizar los resultados resultantes y estudiar sus probabilidades.

Otras de las novedades de ClassWiz están orientadas a la representación de los datos y la posibilidad de compartirlos. Así, incorporan una opción capaz de generar un código QR para visualizar gráficos en un móvil o una tableta. De manera similar, Casio también ha desarrollado un emulador online, un software que permite utilizar la calculadora en el ordenador y mostrar los procesos y resultados proyectándose en el aula.

Dentro de sus cuatro modelos, los fx-82SP CW y la fx-85SP CW, están recomendados para 1º y 2ºde la ESO. Para estudiantes de 3º y 4º de Secundaria, Bachillerato y universidad, los modelos recomendados son más avanzados y se identifican fácilmente por su color blanco. La fx-991SP CW y la fx-570SP CW permiten realizar funciones complejas y avanzadas como el cálculo de matrices, vectores, tablas de valores, funciones compuestas y distribuciones de probabilidad. En la web edu-casio.es, los docentes pueden encontrar distintas actividades para que los estudiantes se puedan familiarizar con este recurso tecnológico de una manera amena y divertida.

Lenguas cooficiales

Otra novedad de la nueva generación de ClassWiz es la inclusión del gallego, que se suma al castellano, euskera, catalán y portugués como las lenguas en las que están disponibles sus modelos. De manera paralela, y con la colaboración de la Xunta de Galicia, Casio ha puesto en marcha una serie de talleres para facilitar el uso de las nuevas calculadoras en las aulas.

Precisamente una científica gallega, Ana Freire, es una de las figuras que forma parte de la iniciativa Women Do Science, iniciada en 2019, que busca visibilizar el trabajo de las mujeres en la ciencia a través de una serie de carcasas ilustradas para las calculadoras ClassWiz. Freire lidera el proyecto STOP (Suicide Prevention in Social Platforms), un algoritmo que detecta comportamientos suicidas, depresión o trastornos alimentarios en la actividad de las personas en redes sociales. De esta manera se une a leyendas de la ciencia como Ada Lovelace, Marie Curie, Hedy Lamarr o Margarita Salas, cuyo legado ha sido reivindicado a través de carcasas ilustradas y una web que difunde su trabajo y pone en perspectiva su aportación a la ciencia.