Calzado mediterráneo con denominación de origen
La avarca menorquina, símbolo de la tradición de la isla que ha traspasado fronteras, reivindica su marca de garantía de la mano de la ‘influencer’ Laura Caldarola.
La historia de la avarca menorquina cubre el trayecto que va desde lo funcional a la atemporalidad. Con más de dos siglos de antigüedad, su origen se remonta a los trabajadores del campo, y su diseño es pura adaptación al medio. La necesidad de contar con un calzado cómodo pero robusto, que dejase respirar al pie en las épocas de mayor calor, creada por los propios payeses.
Los diseños originales, que utilizaban piezas de piel y suelas de cuero, además de las características tiras para logar una mayor sujección, fueron evolucionando con el tiempo, sustituyendo la piel y el cuero por otro tipo de materiales y de colores, a la vez que su fama trascendía a la isla para convertirse en un tipo de calzado cómodo y elegante para cualquier lugar, en especial en verano.
Sello de calidad
Abarca, albarca o avarca son algunas de las denominaciones con las que se conoce a este calzado en distintas partes, pero para mantener la tradición y apoyar a las firmas que recogen el testigo de los artesanos menorquines hace una década, en 2010 la Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca y el Consell Insular de Menorca crearon la marca Avarca de Menorca, una manera de resaltar el carácter original de la avarca y un sello de calidad que garantiza el origen de los diseños creados siguiendo las enseñanzas de los zapateros tradicionales de la isla.
Para representar ese espíritu mediterráneo y contemporáneo de la avarca menorquina, se ha creado la campaña Avarca de Menorca, auténtica por origen, representada en la influencer Laura Caldarola. Diseñadora de moda, estilista y presentadora de televisión, ella protagoniza, junto a su familia, una campaña que reivindica la autenticidad y el contacto con las raíces mediterráneas de un calzado ya universal.