Reparto verde en la última milla
Con este proyecto piloto, que ha arrancado en Sevilla, la cervecera incorpora a su flota de reparto vehículos eléctricos para un transporte más sostenible de sus productos en los núcleos urbanos.
La movilidad sostenible es una prioridad para las ciudades del presente. En España, donde existen 24,5 millones de coches en circulación y el 82% de la población reside en núcleos urbanos, es una necesidad aún más acuciante. En el horizonte, el objetivo de la Unión Europea de reducir en un 90% las emisiones vinculadas al transporte para 2050.
Dentro de su estrategia Brindando un mundo mejor, Heineken ha puesto en marcha un proyecto de última milla con el objetivo de fomentar la movilidad sostenible impulsando un nuevo modelo logístico dentro de los grandes núcleos urbanos. El proyecto, que se ha puesto en marcha ya en Sevilla y se expandirá próximamente a otras ciudades, se apoya en una flota de ciclomotores eléctricos para el reparto de cerveza a bares y restaurantes.
Con esta medida, el grupo se marca el objetivo de evitar la emisión de 21 millones de toneladas de CO2 al año, descongestionar el tráfico y reducir la contaminación acústica, a la vez que cuida el patrimonio cultural de los cascos antiguos.
Esta medida se une a otras ya puestas en marcha por Heineken, que aspira a alcanzar las cero emisiones netas en producción en 2025 y ser neutra en emisiones en toda la cadena de valor en 2040. Tras su apuesta en 2020 por utilizar exclusivamente electricidad renovable, en 2021 la compañía inauguró en Jaén la primera fábrica cervecera CERO emisiones de España y la mayor de Europa utilizando energía solar y biomasa.
Transporte ligero
Diseñados junto a la startup andaluza Scoobic, los ciclomotores eléctricos utilizados por Heineken en Sevilla tienen una carga de 500 kilos y una autonomía de 150 kilómetros. Sus reducidas dimensiones -un metro de ancho y tres de largo- les permiten circular en calles estrechas y contribuir a descongestionar el tráfico.