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Qué hacer 24 horas en León: tapeo, Gaudí y la Pulchra Leonina

Arquitectura, historia, arte y gastronomía se combinan a la perfección en un recorrido a pie por la ciudad

La catedral de León, conocida como la Pulchra Leonina, en la plaza de Regla de la ciudad.makasana photo / Alamy / CORDON PRESS

Arte, cultura y gastronomía se unen en esta histórica ciudad situada al noroeste de la península Ibérica. Nos encontramos en León, capital de la provincia homónima, ciudad con más de dos mil años de historia que empezó siendo un campamento militar romano, y se convirtió en asentamiento definitivo en el siglo I.

Su catedral gótica, la colegiata de San Isidoro, su plaza Mayor o la famosa Casa Botines de Gaudí son algunos de los lugares que no se pueden dejar de visitar. Pero si hay algo característico de esta ciudad castellana es el tapeo por su archiconocido Barrio Húmedo. Patatas bravas, sopas de ajo, cecina o su afamada morcilla son algunas de las delicias que hay que probar acompañadas por una caña o un vino en alguna de las tascas de la zona. Con más de 120.000 habitantes, León llama también a un agradable paseo por las calles de su casco histórico.

9.30 La Pulchra Leonina

La primera parada del recorrido es una de las visitas ineludibles: la Pulchra Leonina (1). Así se conoce a la catedral de León, uno de los templos góticos más importantes de Europa, por su belleza. Destacan sus vidrieras, que tienen en conjunto una extensión de 1.800 metros cuadrados y cuentan con un completo y organizado programa iconográfico. Entre todas ellas sobresale el rosetón de la fachada principal. Lo ideal es verlas desde el interior del templo en un día soleado para poder apreciar su magnífica policromía y las escenas que en ellas se representan.

Además de las vidrieras, todo el conjunto catedralicio llama la atención por la altura de sus naves, la riqueza de sus capillas y el magnífico retablo del altar mayor, obra de Nicolás Francés. (Precio de la visita, 7 euros).

Detalle de la catedral de León en Castilla y León.Martin Silva Cosentino (Alamy / CORDON PRESS)

11.00 Un desengaño amoroso

Otra visita, en la misma plaza de la catedral, menos conocida, pero no por ello menos interesante, es la casa de una familia ilustrada de la burguesía leonesa, hoy convertida en la casa museo Sierra Pambley (2). El austero caserón de mediados del siglo XIX, dotado con los principales avances de la época, encierra la triste historia de su dueño, don Segundo Sierra Pambley. Este adquirió el inmueble, lo diseño y amuebló con todo lo necesario para pedir en matrimonio a su sobrina Victorina, quien lo rechazó. Debido al disgusto, la casa nunca llegó a ser plenamente disfrutada.

Anexa a ella, se encuentra la Fundación Sierra Pambley, entidad privada y sin ánimo de lucro que trabaja por y para la cultura y la educación desde el año 1887.

Para visitar y descubrir la historia del museo y de la fundación del filántropo Sierra Pambley es necesario reservar, ya que solo organizan visitas guiadas de miércoles a domingo. (Precio de la visita, 5 euros). Merece la pena conocer la herencia de quien tuvo un papel tan importante en la erradicación del analfabetismo, ofreciendo estudios y capacitación a obreros y campesinos.

13.00 Gaudí también estuvo en León

No lejos de aquí se encuentra otra casa museo, pero de un carácter y estilo muy distinto a la anterior. Fue construida por encargo de dos ricos comerciantes leoneses, con vínculos en Cataluña, al arquitecto de Reus, Antonio Gaudí. Se planteó como casa de vecinos de siete pisos a imitación de las de la burguesía de Barcelona y París. El bajo y el sótano se dedicaron a tienda y a almacén de tejidos. La Casa Botines Gaudí (3) es una de las tres obras que el genial arquitecto proyectó fuera de Cataluña y también su primera casa de vecinos. En ella aparecen muchos de los elementos característicos que desarrollaría plenamente en las casas barcelonesas Milà y Batlló. Su apertura como museo es muy reciente, ya que data del año 2017 (precio de la visita, 7 euros).

Fachada del Museo Casa Botines Gaudí en León.Michal Sikorski (Alamy / CORDON PRESS)

14.30 Tapas gratis

Si hay un lugar donde la bebida se acompaña siempre de una tapa gratis, ese es León. Los barrios Húmedo y Romántico son perfectos para esta práctica, con sus estrechas calles empedradas donde hacer una parada para repostar. Hay decenas de bares donde probar las tapas leonesas, es imposible arrepentirse si se entra en cualquiera de ellos. Un imprescindible, sin duda, es La Bicha (plaza San Martín) (4), tan famosa por su tapa de morcilla picantita como por su dueño; no dejan indiferente a nadie. Otro clásico es El Gaucho (calle Azabachería, 6) (5), donde la tapa estrella son las patatas, siempre acompañadas por alguna de sus salsas. También tienen fama las sopas de ajo, reconfortantes en los días de invierno, y las gaviotas de ensaladilla. Si todavía queda hueco, otra buena recomendación es El Rebote (plaza San Martín) (6), especializado en croquetas con una gran variedad de sabores.

Bares y restaurantes en la calle Ancha del barrio Húmedo de León. Sergi Reboredo (Alamy / CORDON PRESS)

16.30 En la Capilla Sixtina del Arte Románico

Dando un corto paseo se llega a la real colegiata de San Isidoro (7), un buen ejemplo de la arquitectura románica. Se puede visitar su interior y su museo. (Precio de la visita, 5 euros). Pero, sin duda, El Panteón de los Reyes, construido en el siglo XI para los reyes Fernando I y Doña Sancha, encierra el conjunto más importante de pinturas al fresco de la época en la Península. Las pinturas que recubren los espacios abovedados de la cripta han llegado hasta la actualidad en muy buen estado de conservación, sin haber sido restauradas. Un valor añadido es que podemos verlas in situ, es decir, en el sitio en el que fueron pintadas, cosa que no sucede habitualmente por cuestiones de conservación. El amplio conjunto pictórico, conocido como “la Capilla Sixtina del Arte Románico”, comprende un vasto programa iconográfico que va desde la Anunciación hasta la Pasión y Resurrección. Otra de las escenas más conocidas es la del calendario agrícola de las estaciones del año.

El día 28 de abril se celebra en esta colegiata una fiesta de interés turístico conocida como las Cabezadas. El pueblo acude a San Isidoro cada año en agradecimiento por las lluvias atribuidas a la intervención del santo, que cayeron con abundancia sobre los campos de León tras una gran sequía en el siglo XII.

Detalle del Panteón de los Reyes en la real colegiata de San Isidoro en León.De Agostini Picture Library / Getty Images

19.00 Piedra vs. hormigón

A algo más de 10 minutos caminando en línea recta, atravesamos el Ensanche, zona por donde creció la ciudad a partir del siglo XX. En esta parte de la ciudad se encuentra un trazado de avenidas más amplias que conducen hasta el río Bernesga. En el recorrido, en una gran explanada, se sitúa uno de los edificios más representativos de la ciudad, convertido desde 1986 en parador nacional (8) después de haber tenido múltiples funciones a lo largo de su dilatada historia. Fue hospital de peregrinos, instituto de enseñanza Secundaria y casa de misioneros. Llama especialmente la atención su magnífica fachada plateresca estructurada en dos pisos. En el piso inferior, sobre el zócalo, aparece toda una hilera de medallones en cuyos relieves están representados personajes de la mitología clásica y también los reyes de la época. En el piso superior la decoración la conforman cabezas de ángeles. Las referencias a Santiago —en el pasado, como Hostal San Marcos, fue un emblema de la influyente Orden de Santiago— también aparecen en diferentes motivos escultóricos.

El interior ha sufrido una profunda restauración, así que el fuerte contraste entre el interior minimalista en hormigón y acero y el exterior no deja de sorprender.

El Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) en León.Ventura Carmona (GETTY IMAGES)

León todavía ofrece mucho más. El MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León) (9), pasear a orillas del Bernesga o disfrutar de la Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. Sesenta y cinco pasos y más de dieciséis mil papones (cofrades) recorren la ciudad durante 10 días en una mezcla devoción y tradición, donde no hay que olvidar El Entierro de Genarín, una procesión profana que se celebra la noche del Jueves al Viernes Santo.

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