Planes de otoño en la Sierra de Gredos: senderismo, astroturismo y spa

Este entorno en el sur de Castilla y León es el lugar perfecto para una escapada en familia con propuestas como ir al encuentro del nacimiento del río Tormes o de la Laguna Grande y coquetos pueblos y alojamientos

Vista de la Laguna Grande de Gredos y el Circo de Gredos.Cristina Candel

Una marcha por las altas montañas de Gredos en busca de su gran laguna, un paseo entre pastos y ganado al encuentro del nacimiento del río Tormes, una sesión de spa, una noche observando las estrellas y una buena chimenea para terminar el día. Todo eso se puede hacer en la Sierra de Gredos, en el sur de Castilla y León; un lugar donde desconectar de todo y de todos y pasar un tranquilo y otoñal fin de semana en familia.

Comida en Venta Rasquilla

Nos acercamos a Gredos por la carretera nacional 502, paramos en el kilómetro 49, donde se encuentra la mítica Venta Rasquilla, a orillas del Alberche, donde en verano siempre hay niños remojándose en la parte del río que se ensancha. Hoy hay viento y los chopos ya están, todos ellos, con sus hojas amarillas. Antes de tomar el cruce de camino que nos adentrará en las montañas, siempre es buena idea parar a comer unas patatas revolconas, judías de El Barco y unas migas de pastor, para ir entrando en materia y coger energías para lo que está por venir.

El nacimiento del río Tormes

Para bajar la comida vamos a dar un paseo en busca el nacimiento del río Tormes. Esta sencilla ruta, apta para casi todos los públicos, tiene unos nueve kilómetros, comienza en un pinar y termina en los pastos, tiene poco desnivel y se recorre en unas tres horas. El camino está señalizado con marcas azules, y al final del mismo, en el collado de Cepegato, se pueden observar el pico Almanzor —el más alto de la sierra de Gredos (2.591 metros)— y las cumbres que rodean el Circo de Gredos, todo ello aderezado de vacas y caballos que pastan por estos prados. El nacimiento está señalado en una roca, y a pocos metros se encuentra un dolmen de dimensiones impresionantes que hace que merezca la pena el recorrido.

El dolmen megalítico de camino al encuentro del nacimiento del río Tormes.Cristina Candel

Si quedan fuerzas y ganas, nos podemos acercar a la garganta de Valdeascas, a la que se accede en un corto paseo desde el área recreativa de Tamborrillos. Si el Tormes no lleva mucha agua se puede pasear río arriba por las enormes losas de piedra que forman este increíble paisaje que varía mucho dependiendo del caudal.

Momento para el spa

El spa Aguas de Gredos se encuentra en un pequeño edificio rodeado de agua, frente al reputado hotel El Milano Real, en la localidad de Hoyos del Espino. Hay circuitos hidrotermales de 60 y 90 minutos para adultos y niños, con una oferta de chorros, piscinas y duchas bastante impresionante.

Los fines de semana tiene un ambiente bastante distendido de familias con niños, así que para parejas que van buscando silencio lo recomendable es ir los días entre semana.

Observaciones astronómicas

Hay varios puntos para la observación astronómica en esta zona de la provincia de Ávila, que, desde 2013, fue designada como Destino Turístico Starlight. El parque regional de Gredos obtuvo, en 2020, el certificado como Reserva Starlight gracias a la pureza de su aire y la poca contaminación lumínica de sus pequeños pueblos. Ambas certificaciones las otorga la Fundación Starlight, que ha creado un sistema para acreditar aquellos espacios que poseen una excelente calidad de cielo y que representan un ejemplo de protección y conservación.

En lo alto del pueblo de Navarredonda de Gredos hay una plataforma para la observación de estrellas, aunque en realidad esta actividad nocturna se puede realizar desde cualquier punto de las afueras de esta localidad y de otros lugares como Hoyos del Espino. También se puede contratar una visita guiada por este cielo estrellado tanto en el observatorio del hotel El Milano Real, que cuenta con una cúpula de observación con telescopio propio y guía especializado, como con El eje de la tierra, una empresa de turismo, senderismo e interpretación de rutas naturales. Esta actividad puede ser una muy buena iniciación a la astronomía; ya sea con telescopios, unos simples binoculares o a ojo desnudo se pueden observar estrellas, planetas y satélites que, unidos a la mitología, retienen la atención de observadores de todas las edades.

Alojamiento con historia

El Parador de Gredos, situado en lo Alto del Risquillo, obra del arquitecto Julián Delgado, fue el comienzo de la marca Paradores con la inauguración del mismo en 1928 por Alfonso XIII. En uno de sus salones se reunió en 1935 la cúpula falangista con los jefes territoriales para preparar una insurrección contra la Segunda República y en otro salón, en 1978, se elaboró el primer texto de la Constitución Española. Hoy es un agradable hotel con salones con chimenea para las noches de invierno y terrazas con estupendas vistas para los días soleados, para disfrutar de los mismos la puerta está abierta a todo el mundo.

Bajo el Parador se encuentra el pinar de Navarredonda de Gredos, un camino circular de tres kilómetros donde nos encontraremos algunos ejemplares de pino silvestre con más de 100 años. Es un buen lugar también para la observación de aves para los más pequeños, ya que es muy fácil dar con un pica pinos, un carbonero o un arrendajo entre las ramas de los pinos.

Hay muchas más ofertas de alojamiento en la zona, como la casa rural El Huerto de Pipo, en Navarredonda de Gredos, con una maravillosa estufa y un jardín repleto de frambuesas en otoño, donde se permite la entrada a niños y mascotas; y el ya nombrado El Milano Real en Hoyos del Espino, con salón con chimenea y un desayuno con vistas que varía el menú dependiendo de la edad de los comensales.

La Laguna Grande de Gredos

La excursión a la Laguna Grande de Gredos es la estrella de la zona. Se accede por una carretera que va a la llamada Plataforma de Gredos, saliendo del pueblo de Hoyos del Espino y donde se anuncia en un panel si el parking del mismo está libre, cosa que se agradece para no subir en balde los 12 kilómetros que separan del pueblo la Laguna Grande. El acceso a la plataforma es gratuito para peatones y bicicletas, los vehículos motorizados pagan en el horario de invierno de 8.00 a 15.00. Fuera de este horario, la entrada es libre.

La subida a la Laguna Grande de Gredos.Cristina Candel

Desde el parking en la plataforma —situada a 1.770 metros de altura—, el camino comienza su suave ascenso por las lomas peladas. El recorrido es sencillo y combina momentos de subida y llanos hasta llegar al mirador de la Laguna y del impresionante circo glaciar, uno de los mayores de todo el Sistema Central. En este alto de los Barreroneses es muy probable encontrar a las cabras montesas, que ya nos acompañan todo el recorrido, escondidas entre los piornos, que es el arbusto que más predomina en la zona y que en primavera tiñe las lomas de amarillo.

A partir de aquí se baja a la laguna y bordeando la misma se puede llegar, pasando por una pequeña cascada, hasta el refugio de Laguna Grande, donde pernoctar o realizar cualquier comida con reserva. Desde aquí se puede continuar camino hacia rutas como las cinco lagunas o la subida al pico Almanzor. Una única pega a esta preciosa y sencilla ruta: el ascenso en el camino de regreso.

Un excursionista por el Circo de Gredos.Cristina Candel

Visita a los pueblos de Hoyos del Espino y Navarredonda de Gredos

Y que mejor plan después de tanta montaña que visitar los pequeños y agradables pueblos de Navarredonda de Gredos y Hoyos del Espino, con calles estrechas, casas de piedra y plazoletas con fuentes, pero también con biblioteca municipal, colegio, centro de salud, farmacia, banco, una guardería... Hay vida más allá del turismo de fin de semana. Larga vida a los pueblos.

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