Benidorm, donde cualquier viajero puede disfrutar de las calles, la playa y los bares
La ciudad alicantina ha sido reconocida como Destino Nacional Inclusivo en la primera edición de los premios Fitur 4all. Sus baños asistidos, la plataforma única en más de 40 calles o la instalación de mesas interpretativas en braille son algunas de las muchas medidas que hacen de ella un referente de inclusividad
Miguel Nonay nació en 1961 y en agosto de 1962 se infectó de una poliomielitis que afectó a su movilidad. “Me iban a vacunar en septiembre”, recuerda ahora, a sus 63 años. “He ido con muletas y aparatos ortopédicos hasta hace 13 años, pero cuando vi que ya empezaba a ser un poco problemático para desenvolverme decidí sentarme en una silla de ruedas. Desde entonces voy cómodamente sentado en primera y recorriendo el mundo. Es mi trabajo”, explica por teléfono desde el pueblo aragonés en el que r...
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Miguel Nonay nació en 1961 y en agosto de 1962 se infectó de una poliomielitis que afectó a su movilidad. “Me iban a vacunar en septiembre”, recuerda ahora, a sus 63 años. “He ido con muletas y aparatos ortopédicos hasta hace 13 años, pero cuando vi que ya empezaba a ser un poco problemático para desenvolverme decidí sentarme en una silla de ruedas. Desde entonces voy cómodamente sentado en primera y recorriendo el mundo. Es mi trabajo”, explica por teléfono desde el pueblo aragonés en el que reside con su pareja, Eva Gutiérrez. Esa silla de ruedas no ha impedido que Miguel y Eva viajen por todo el mundo. Desde 2007 lo hacen de manera profesional y lo plasman en la web Viajeros Sin Límite, donde muestran la accesibilidad (o no) de los destinos turísticos que visitan.
“Para que te hagas una idea, he pasado por más de mil hoteles en España y rondarán los 700, aproximadamente, fuera de ella”, calcula Nonay. Su próximo destino es, de nuevo, Benidorm que, este año, ha sido premiado en la primera edición de los Premios Fitur 4all en la categoría de Destino Nacional Inclusivo. “Gracias a los carriles bici y a lo llana que es la ciudad, Eva con su bici y yo con mi handbike nos hacemos 15 o 20 kilómetros diarios cuando estamos en Benidorm”, asegura. Conocen bien la ciudad y son de los que vuelven, en parte, por las facilidades que ofrece a viajeros con problemas de movilidad como él. Nonay destaca la accesibilidad de sus restaurantes, bares, museos, hoteles, arenales. “Hay tres puntos de playas accesibles, uno en la playa de Levante y dos en la de Poniente, que están genial”, garantiza. El municipio alicantino fue pionero en la implantación de estos puntos en el año 2000. Según datos del Ayuntamiento, en 2023 han hecho uso del servicio 17.916 personas y los equipos de socorrismo han facilitado 2.731 baños asistidos.
Que la 44ª edición de la reciente Feria Internacional de Turismo de Madrid haya sido la primera vez que ha dedicado una sección al turismo inclusivo no es casualidad. “Ha habido un progreso notorio en la incorporación de prácticas inclusivas en comparación con tiempos anteriores. La sensibilización, información, formación y planificación como base de desarrollo se traduce en un mayor enfoque en la adaptación de destinos, empresas y servicios para garantizar que todas las personas puedan disfrutar plenamente de las experiencias turísticas en igualdad de condiciones”, considera Fran Sardón, presidente de Impulsa Igualdad, la organización sin ánimo de lucro que ha colaborado con Fitur para poner en marcha estos premios.
La elección de Benidorm como merecedor de uno de esos galardones ―Colombia ha ganado en la categoría de Destino Internacional; PortAventura World, la de Empresa; y la Red Costarricense de Turismo, la de Organización― tampoco se debe al azar. La ciudad aprobó en 2017 su primer Plan de Accesibilidad, a partir del cual ha puesto en marcha medidas como la implantación de una plataforma única (sin bordillos) en más de 40 calles y avenidas, la elaboración de planos accesibles, la colocación de balaustradas de cristal en enclaves turísticos como El Castell para facilitar las vistas a personas en sillas de ruedas o la puesta a disposición de sillas autopropulsadas en el yacimiento del Tossal de la Cala. Todo ello hace que sea el destino favorito de Lucía Martínez, una técnico de enfermería de 23 años que se quedó en silla de ruedas durante la primera ola de la covid por una hemorragia interna que le comprimió la médula. “Ya no lo cambio. Si antes de estar en silla ya iba muchísimo a Benidorm, ahora todavía muchísimo más por toda la accesibilidad que hay. Por ejemplo, la mayoría de los bares y restaurantes están a pie de calle y dentro tienen rampa, así que no me suponen ningún problema”, reconoce.
Los más de 202.000 seguidores que Martínez tiene en TikTok la acompañan en todos sus viajes y presenciaron su última escapada de tres días con su novio al municipio alicantino, incluyendo chapuzones en la piscina gracias a una silla adaptada y experiencias de buceo accesible en el mar. Pero lo que más agradece ella es moverse por tierra con total independencia gracias a la plataforma única de la ciudad: “Benidorm hace que seas independiente y que puedas ir con tu familia, con tu pareja, con tus amigos... tranquilamente, sin necesidad de que te empujen o te ayuden a subir un escalón. Para una persona que está en silla, el tener independencia es muy importante porque no nos gusta ser la carga de nadie”.
Como dice Martínez, estas medidas son importantes para las personas con discapacidad, pero también para las que les acompañan en sus escapadas. Lucía Machota, de 37 años, es madre de Romeo, de 6. “Nació ciego y nos dimos cuenta a los dos meses de haber nacido”, relata por teléfono desde su pueblo de Ávila. Romeo todavía es pequeño, pero su madre lamenta que ya son muchas las barreras que se encuentran a la hora de viajar: tramos de escaleras en los hoteles, planos de la ciudad, cartas de menús o ascensores sin contenido en braille, ausencia de audioguías, socavones repentinos en las playas... Por eso valora tanto el esfuerzo de ciudades como Benidorm a la hora de colocar pavimento táctil, implantar semáforos acústicos y de vibración, instalar mesas interpretativas en braille o implantar el sistema de guiado de personas ciegas Navilens. “Pasamos unos días increíbles porque te das cuenta de dónde está tu lugar, trabajan mucho para que sea una ciudad totalmente inclusiva para todos”, opina Machota.
La posición de España en el turismo inclusivo a nivel global, según Sardón, ha demostrado avances y progreso: “Incluso podría ubicarse como referente en la materia junto a países como Estados Unidos, Australia, Japón o Alemania”. Aun así, recuerda que todavía se necesita “más concienciación, inversión y colaboración entre los sectores público y privado” para asegurar la sostenibilidad de estas prácticas. “No solo las infraestructuras deben ser accesibles, sino cada uno de los eslabones de la cadena de accesibilidad en el turismo, partiendo de la base de la información y planificación”, advierte. Nonay, por ejemplo, se ha tirado en parapente en el Pirineo aragonés, ha montado en camello en el Sáhara, ha practicado buceo en el mar Rojo. Y, sin embargo, dice, su mayor aventura cuando pasea por algunas ciudades sigue siendo encontrar un bar con baño adaptado, “donde te puedes tomar un par de cervecitas tranquilamente y luego puedas ir a orinar”.
El poder del ocio como terapia
Hay personas que adoran las montañas rusas. Quedó claro cuando PortAventura World sacó una oferta de trabajo en busca de un probador de este tipo de atracciones en agosto de 2023 y en cinco días ya tenía casi 8.000 deseosos candidatos. Otras personas las detestan o las temen e incluso existe un término inglés ―sin equivalente en español― para referirse al miedo extremo a las montañas rusas: veloxrotaphobia. Pero hay gente que no sabe si las ama o las odia porque no puede montarse en ellas. Es el caso, por ejemplo, de muchas personas con movilidad reducida, a quienes la imposibilidad de sujetarse a este tipo de atracciones les impide disfrutarlas (o sufrirlas). O se lo impedía porque, gracias a la realidad virtual, hay montañas rusas como la nueva Uncharted, de PortAventura, que permite experimentar la adrenalina del viaje tanto a bordo de su vagón a 60 kilómetros por hora como desde la plataforma móvil que simula sus subidas y bajadas y que se ha habilitado para todo aquel que quiera montarse con su silla de ruedas.
“Desde el principio del proyecto tuvimos claro que tenía que ser una atracción que todo el mundo pudiese disfrutar”, asegura Choni Fernández, directora de Cliente, Sostenibilidad y Comunicación de PortAventura World. El parque de atracciones de Villaseca (Tarragona) ha sido reconocida como Empresa Inclusiva en la primera edición de los premios Fitur 4all. “Este premio nos permite mostrar la cara B, la que no ves en el anuncio de televisión o en el folleto”, comenta Fernández. Esa otra cara es palpable desde la misma puerta, ya que cuentan con la oficina ACNE para atender a los clientes con necesidades especiales. Ahí se les concede un mapa adaptado del parque, señalando las atracciones, restaurantes y espacios que se ajustan a cada caso. “Si eres una persona con movilidad reducida o con autismo, por ejemplo, facilitamos una pulsera que permite el acceso a las atracciones o espectáculos por zonas sin barreras arquitectónicas y evitando colas”, comenta Fernández.
Su otra gran apuesta en este sentido es Dreams Village, un espacio de seis villas adaptadas dentro del parque que acoge semanalmente a familias con hijos enfermos para fomentar el valor del ocio dentro de su terapia de recuperación. “Es una isla completamente adaptada y tienen acceso ilimitado a las zonas de juego, los restaurantes... están una semana con nosotros completamente gratis”, explica Fernández. El objetivo, ahora, es seguir dando ejemplo. En 2024 planean dar la bienvenida a una habitación del silencio pensada para personas con autismo, para que puedan reposar en un espacio silencioso, sin el impacto de luces y sonidos. Y van a trabajar en dos líneas: “Una, la de mejorar la formación a todos los empleados para tratar personas con trastornos del espectro autista, y dos, también vamos a trabajar mejor la discapacidad auditiva, colocando bucles magnéticos en algunos de los espectáculos donde hay mucho diálogo para que la voz les entre mucho más clara directamente en el audífono”.
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