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Construcciones simbólicas a las que soñamos con volver

Hay lugares en el mundo que se antojan imprescindibles. Al verlos, todos sabemos a qué país o ciudad pertenecen. Estos son 29 edificios deslumbrantes que aspiramos revisitar, quizá con menos aglomeraciones

Existe una poderosa razón para que la Acrópolis griega continúe siendo la quintaesencia del mundo occidental: su espectacularidad. Ya se contemple durante un temprano paseo mañanero subiendo por sus flancos o desde una terraza a la hora de la cena con el Partenón iluminad, la Acrópolis encarna una armonía, un poder y una belleza que conmueve. Más allá del Partenón, el símbolo de la cultura occidental, se encuentran lugares más íntimos como el exquisito templo de Atenea Niké (421 a. C.), mientras que el Museo de la Acrópolis expone la gracia etérea de los tesoros de la ciudad antigua. En la foto, las cariátides del Templo del Erecteón (construido entre el año 421 a.C. y el 406 a.C.), en la Acrópolis.Getty Images
El anfiteatro Flavio o Coliseo, construido en el siglo I, ocupa hoy el centro de la capital italiana. Siempre fue uno de los monumentos más famosos de la Antigüedad y ha tenido un uso continuado: durante sus primeros 500 años como escenario de juegos, peleas de gladiadores y otros espectáculos. Después fue refugio, fábrica, fortaleza o cantera. Es el gran icono de la Roma Imperial y una de las atracciones más visitadas de una de las ciudades más turísticas del mundo.Steve Whiston - Fallen Log Photography (GETTY IMAGES)
El Panteón de Agripa fue terminado por el emperador Adriano (117-138) alrededor del año 126 y aún sorprende hoy, sobre todo por sus dimensiones, su cúpula de casetones y por su excelente conservación. Dos mil años después de su construcción, la del Panteón sigue siendo la cúpula de hormigón sin armar más grande del mundo. Ha tenido una enorme trascendencia en la arquitectura occidental, inspirando a muchos de los arquitectos del Renacimiento y, más tarde, en todo tipo de espacios públicos.Alexander Spatari (GETTY IMAGES)
Roma es una ciudad de iglesias increíbles, pero ninguna está a la altura de la basílica de San Pedro, el templo católico más grande, suntuoso y espectacular de Italia. Monumento a siglos de genialidad artística, entre sus tesoros se cuentan tres de las obras maestras del país: la Piedad de Miguel Ángel, su hermosa cúpula y el baldaquino o ciborio de Bernini situado sobre el altar papal.Alexander Spatari (GETTY IMAGES)
El Duomo o catedral de Florencia no solo es la construcción más espectacular de la ciudad toscana sino que, junto al Coliseo romano y la Torre inclinada de Pisa, es el símbolo más reconocible de Italia. Su inmensa fachada de mármol policromado es increíble. Pero lo que hace tan extraordinaria esta construcción es la cúpula de ladrillo rojo de Filippo Brunelleschi (1377-1446), una de las máximas proezas arquitectónicas de todos los tiempos. Vale la pena subir la estrecha y empinada escalera hasta su base y observar desde arriba el interior del templo, y después ascender otro poco para contemplar un panorama impresionante de la ciudad.cristiano alessandro (GETTY IMAGES)
Cada año esta emblemática estructura de hierro, levantada para la Exposición Universal de 1889 en París, recibe la visita de siete millones de personas. Y cada una de ellas es única y diferente. Desde subir hasta lo más alto de sus 324 metros bajo la luz del atardecer hasta un almuerzo en el restaurante ubicado en el primer piso, el 58 Tour Eiffel, donde disfrutar de una panorámica urbana de infarto. Y es que hay cientos de maneras de disfrutarla: pedalear por debajo de sus pilares, subir a pie sus 1.600 escalones, comprar una crêpe en un puesto y degustarlo en el Campo de Marte —la explanada verde que se abre a sus pies—, comprar un llavero con su silueta en la calle o visitarla de noche o en las ocasiones especiales en que su alargada figura centellea de diferentes colores.Mark Lovatt (GETTY IMAGES)
Las mareas en esta isla normanda son mágicas y misteriosas. La mitología celta situaba en este enclave del Atlántico francés una tumba marina a la que eran enviadas las almas de los muertos. Y es que el Mont Saint Michel es rico en leyendas e historia, algo que se palpa cuando uno se abre paso descalzo por la arena hacia el asombroso conjunto arquitectónico de la abadía, encaramada a un alto y abrigada por el mar. Uno de los fenómenos naturales más llamativos en la bahía del Mont Saint Michel es que es testigo de las mayores mareas de Europa continental, lo que provoca que, durante unas horas al día, el lugar se convierta en una isla.Maria Gorbatova (GETTY IMAGES)
Es el más visitado de los más de 40 castillos de la región francesa del Loira (en el centro del país) y un buen ejemplo de arquitectura renacentista. Lo comenzó a construir Francisco I (1494-1547) como pabellón de caza, pero pronto se convirtió en uno de los proyectos arquitectónicos más ambiciosos y caros de su reinado. Este paisaje de torreones, chimeneas y tragaluces contiene 440 estancias y 84 escaleras, entre ellas la famosa de doble hélice que Leonardo da Vinci diseñó para su amigo, el rey francés.Hemis (alamy)
También conocido como las Casas del Parlamento, este palacio junto al Támesis alberga las dos cámaras del Parlamento británico: la de los Lores y la de los Comunes. Concebido como residencia real, ningún monarca ha vivido aquí desde el siglo XVI. Además, la mayor parte de la estructura actual es del siglo XIX, de estilo neogótico, cuando fue reconstruido después de un incendio en 1834. Su símbolo más notable es la torre del reloj, el Big Ben, uno de los iconos más reconocibles de Londres.Ed Freeman (GETTY IMAGES)
Es el más famoso de los yacimientos de Turquía y el conjunto de ruinas mejor conservado del Mediterráneo. Éfeso es un poderoso recordatorio de la maestría artística griega y la osadía arquitectónica romana. Un paseo por la vía de los Curetes, revestida de mármol, proporciona un sinfín de oportunidades para la fotografía; pero el plato fuerte son las casas aterrazadas, que ilustran sobre la vida cotidiana de la élite de entonces con frescos y refinados mosaicos. Gran parte de la ciudad está todavía sin excavar.GETTY IMAGES
En la imponente Estambul, con multitud de joyas arquitectónicas, nada supera a la iglesia de la Sabiduría Divina, que fue el templo más grandioso de la cristiandad hasta la toma de Constantinopla por los otomanos. El emperador Justiniano (483-565) la mandó construir en el siglo VI como parte de su misión de restaurar la grandeza del Imperio romano. Y cuando se contempla hoy su cúpula, cuesta creer que esta maravilla revestida de frescos no reviviera por sí sola la gloria de Roma. El interior, cubierto de mosaicos y mensajes de gobernantes, nos hace comprender por qué pocos edificios del mundo la igualan.Benjawan Sittidech (GETTY IMAGES)
Este conjunto de palacios-ciudadela, cumbre del arte andalusí, raya la perfección arquitectónica. Desde la lejanía, sus rojas torres amuralladas dominan el horizonte granadino, con las cumbres de Sierra Nevada como telón de fondo. De cerca, los jardines de proporciones perfectas del Generalife complementan el exquisito detalle de los Palacios Nazaríes. Se podría decir que la Alhambra es el monumento más bello de España, casi por unanimidad, y alberga una enorme riqueza artística y simbólica. Su construcción se remonta al siglo XII, pero lo que vemos ahora, a imagen y semejanza de la antigua, es de finales del siglo XX y cada año se renueva con barro.Marco Rof (GETTY IMAGES)
Este impactante rascacielos art déco ha aparecido en decenas de películas, desde King Kong (1933) a Independence Day (1996), y sigue ofreciendo una de las mejores vistas de Nueva York, sobre todo cuando se pone el sol y se encienden las luces de toda la ciudad. Puede que para muchos el edificio Chrysler sea más bonito y que el rascacielos 432 Park Avenue, con sus 426 metros, sea más alto, pero la joya del skyline de Manhattan sigue siendo el Empire State. Subir a la cima es la experiencia neoyorquina por excelencia. Hay dos miradores: el de la 86ª planta, al aire libre, y, más arriba, en la 102º el mirador cubierto. Pero alcanzar el cielo tiene siempre su purgatorio obligatorio: las largas colas para coger los ascensores.Predrag Vuckovic (Getty Images)
Es la visita estrella de cualquier viaje a la península del Yucatán desde las costas del Caribe mexicano. Y no es de extrañar: este yacimiento maya fundado hacia el año 300 d. C. fue declarado en 2007 una de las siete maravillas del mundo y es simplemente espectacular. Desde la imponente pirámide monolítica de El Castillo (donde la sombra del dios serpiente emplumada Kukulcán baja reptando la escalinata durante el equinoccio de primavera y otoño) al Cenote Sagrado y el curioso diseño del observatorio astronómico de El Caracol. No es necesario ser arqueólogo para disfrutarlo.Matteo Colombo (GETTY IMAGES)
Este espléndido teatro es un hito en sí mismo. Ejercicio de lírica arquitectónica, el edificio de Jørn Utzon en el Bennelong Point de Circular Quay sobresale en la magnífica vista panorámica del puerto de Sídney junto a un llamativo puente y los vistosos ferris verdes. Lo mejor es que su magia está al alcance de todos: aquí se puede disfrutar de un bar espectacular en plena orilla, de un célebre restaurante francés, hay circuitos guiados y tiene un programa de actuaciones lleno de estrellas.PhotoAllel (GETTY IMAGES)
Más de 3.000 templos budistas salpican las llanuras de Bagan, el enclave donde se fundó el primer reino de Birmania. Fechados entre los siglos XI y XIII, la mayoría de estos santuarios han sido renovados, ya que Bagan sigue siendo un lugar de culto religioso. Sí, hay circuitos en autobús y multitudes en los sitios más populares para despedir el sol, pero las aglomeraciones se pueden evitar. Basta con ir en bici y disfrutar por cuenta propia de estos templos no tan en ruinas, o sobrevolarlos en globo.Claude LeTien (GETTY IMAGES)
Al describir estos templos, uno de los mayores reclamos turísticos del planeta, se agotan los superlativos. El viajero puede escoger entre Angkor Wat, el mayor edificio religioso del mundo; Bayon, uno de los más extraños, con inmensos rostros de piedra, y Ta Prohm, donde la naturaleza hace estragos. Fusión perfecta entre ambición creativa y devoción espiritual, aquí los dioses-reyes camboyanos de antaño se esforzaron por superar a sus antepasados en tamaño, escala y simetría. Hoy son lugar de peregrinación para los camboyanos, y tampoco ningún viajero extranjero debería perderse su extravagante belleza.Vincent Boisvert (GETTY IMAGES)
Visitar esta mítica plaza siempre emociona: las altas torres e imponentes muros del Kremlin, el alegre revoltijo de diseños y colores que adorna la catedral ortodoxa de San Basilio (de 1561), los majestuosos ladrillos rojos del Museo Estatal de Historia y el elaborado edificio de los almacenes GUM, todo ello rodeando una vasta extensión de empedrado. Cada elemento es impresionante por separado, pero en conjunto resulta electrizante. Se recomienda acudir de noche para ver la plaza sin multitudes y los edificios bañados de luz.Yongyuan Dai (GETTY IMAGES)
Erigiéndose orgulloso al final del malecón del río Neva, el palacio más famoso de Rusia aloja también su museo más célebre, el Hermitage. Poco pueden hacer los visitantes para prepararse ante la magnitud y calidad de las exposiciones, que esbozan como ningún otro lugar la historia del arte occidental con una ingente cantidad de obras de Rembrandt, Rubens, Picasso y Matisse. Redondean la muestra excelentes antigüedades, esculturas y joyería. Si con esto no bastara, podremos entrar en las estancias privadas de los Romanov, quienes residieron en este Palacio de Invierno hasta su final trágico coincidiendo con el estallido de la Revolución Rusa en 1917.Bhornrat Chaimongkol (GETTY IMAGES)
Desde que el explorador suizo Jean Louis Burckhardt (1784-1817) redescubrió este espectacular enclave en 1812, incontables turistas vienen hasta aquí con buen criterio. Sin duda, se trata del punto de interés mejor conservado de Jordania. Cuando el sol se pone sobre el laberíntico paisaje de tumbas, fachadas talladas, pilares y dorados precipicios de arenisca, ni el viajero más insensible resiste su magia. Para ver sus principales monumentos hace falta dedicarle un par de días.Stefan Cristian Cioata (GETTY IMAGES)
Al viajar, hay momentos que perduran en la memoria, y la primera vista a este icónico palacio es uno de ellos. Pese a estar rodeado por un mar de construcciones chinas, este altísimo y misterioso edificio domina Lhasa, la capital de la región autónoma del Tíbet, concentrando todas las miradas. La visita a la antigua residencia del Dalái Lama lleva por un descenso en espiral, pasando por capillas doradas, salas de recepción y salones de oración hasta las entrañas de un castillo medieval. Allí reside la riqueza espiritual y material de una nación entera.GETTY IMAGES
Proclamar que es la construcción más bella del mundo quizá sea un poco excesivo, pero cuando se contempla de cerca uno se da cuenta de que realmente es un edificio mágico. El rey de los palacios está en la localidad india de Agra y es un irresistible monumento que evoca la adoración del emperador Sha Jahan (1592-1666) por su amada Mumtaz Mahal. El mausoleo de mármol —con caligrafía ornamental, incrustaciones de piedras preciosas y elaborados diseños florales que representan el paraíso— simboliza la despedida más poética del mundo. Su aspecto permanece tan inmaculado como cuando se construyó a mediados del siglo XVII.joSon (GETTY images)
El más sagrado de los templos sij es un lugar mágico diseñado como centro de oración para fieles de todas las creencias. Como si flotara sobre un reluciente estanque bautizado con el nombre de “néctar de la inmortalidad”, es un edificio increíble, más aún por su revestimiento dorado (la cúpula en forma de loto es de oro de verdad). Con un coro de pájaros a sus puertas y las aguas postradas a sus pies, este templo, a escasos kilómetros de la frontera entre India y Pakistán, es un lugar tranquilo hasta cuando está repleto de peregrinos.Rajdeep Ghosh (GETTY IMAGES)
El Hawa Mahal o Palacio de los vientos, con sus cinco plantas de arenisca rosa a modo de colmena, es el edificio más distintivo de Jaipur, la capital del Estado del Rajastán. Fue construido en 1799 por un maharajá para que las mujeres de la casa real pudieran contemplar la vida de la ciudad sin ser vistas. Desde arriba, las panorámicas del Jantar Mantar (el observatorio astronómico de la misma época) y del palacio de la Ciudad por un lado, y del bazar Siredeori, por el otro, son fantásticas.Zanariah Salam / EyeEm (GETTY IMAGES)
Elevándose sobre la expansión descontrolada de El Cairo y las llanuras desérticas, las pirámides de Gizeh y la Esfinge representan el máximo esplendor del Egipto faraónico y son el principal destino de todo itinerario turístico en el país. Durante casi 4.000 años, su insólita figura, impecable geometría y descomunal tamaño han llevado a preguntarse cómo se construyeron y por qué. Siglos de investigación han dado con parte de la respuesta: estas tumbas colosales las construyeron cuadrillas formadas por decenas de miles de trabajadores por orden de los faraones. Ningún viaje a Egipto está completo sin la foto ante la última maravilla de la Antigüedad que queda en pie.Ratnakorn Piyasirisorost (GETTY IMAGES)
Patrimonio mundial de la Unesco, Djené es una de las ciudades más antiguas del oeste de África, acodada en el delta interior del río Níger. En sus tiempos, fue una de las grandes ciudades de Sudán, junto con Tombuctú y Mopti. La mezquita es un idílico telón de fondo para su vasto, animado y llamativo mercado semanal. Se trata del mayor edificio del mundo hecho de barro en una sola pieza y está considerada la cumbre de la arquitectura sudanesa-sahaliana. Es una construcción viva que se renueva con barro permanentemente. Pero además, la ciudad cuenta con más de 2.000 casas de barro con fachadas muy elaboradas que han permanecido casi intactas desde el siglo III a.C.Peter Adams (GETTY IMAGES)
Ver por televisión o en un libro las iglesias de la pequeña localidad de Lalibela, al norte de Etiopía, no es suficiente preparación para lo que supone entrar de verdad en una de ellas. Tallados íntegramente en la roca, hacia abajo, estos templos etíopes aún en funcionamiento son enormes y refinados, y la mayoría están en excelente estado de conservación. Según la leyenda, su origen se debe a la intención del rey de fundar una nueva Jerusalén para que los peregrinos no tuvieran que emprender el largo y peligroso viaje hasta la ciudad santa. Lo mejor es ir temprano, cuando los fieles acuden en busca de bendiciones y fe.Ferdinand Henke / EyeEm (GETTY IMAGES)
La primera visión de la cúpula dorada brillando sobre una mística base octogonal color turquesa siempre deja sin respiración, y quizá era eso lo que pretendían los arquitectos hace más de 1.300 años al levantar este edificio increíblemente bello. La cúpula cubre una losa sagrada para musulmanes y judíos. La mejor vista es desde el monte de los Olivos, pero se aconseja contemplarlo de cerca dando un paseo matinal hasta el Monte del Templo. El acceso al interior está permitido solo a los musulmanes.Reyaz Limalia (GETTY IMAGES)
Cuando se viaja hay momentos que quedan para siempre grabados en la retina. Y la primera visión de la majestuosa plaza de Naqsh-e Yahán, en la ciudad iraní de Isfahan, es uno de ellos. Alberga el que quizá sea el conjunto arquitectónico más romántico e inolvidable del mundo islámico: la Mezquita del Shah (en la foto), con su cúpula de azulejos azules perfectamente proporcionada; la elegante Mezquita del jeque Loft Allah; y el refinado y profusamente decorado palacio de Ali Qapu. Y, además, sirve de entrada al gran bazar de Isfahan, que es como entrar en otro mundo y en otra época. El escritor y viajero inglés Robert Byron situó esta ciudad “entre esos lugares excepcionales, como Atenas o Roma, pertenecientes a toda la humanidad”. Como dice el proverbio persa: “Isfahan es medio mundo”.Benjawan Sittidech (GETTY IMAGES)