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Los escenarios de ‘La guerra de las galaxias’

Visitamos once escenarios de rodaje de La Guerra de las Galaxias

El rodaje de la primera parte de la nueva trilogía comenzó en abril de 2014, en Abu Dabi y al norte de Islandia. Las fechas sugieren que J.J. Abrams no buscaba un escenario nevado, sino que quería explotar la belleza y el exotismo de este paisaje volcánico y extremo, perfecto para el papel de planeta muy, muy lejano. El Myvatn es un lago de aguas celestes rodeado por curiosas estructuras formadas a partir de la lava. El área también presenta lagunas de aguas termales en las que disfrutar de un placentero baño. El Krafla es una impresionante caldera de diez kilómetros de diámetro en una zona llena de volcanes de lodo y fumarolas. En la foto, la zona geotermal del Krafla.Holger Leue
El lugar idóneo para las escenas desérticas que hemos visto en los aperitivos ofrecidos por Disney en los últimos meses, en los que nos presentaba a dos nuevos personajes: la chatarrera Rey (Daisy Ridley) y el androide esférico BB-8. Las secuencias se ambientan en el planeta Jakku, el hogar de Rey, un mundo que recuerda inevitablemente a Tatooine, donde se criaron Anakin y Luke Skywalker. Allí es donde se estrella el caza imperial de Finn (John Boyega). Tatooine significa el principio de la aventura para Anakin (en 'La Amenaza Fantasma') y para Luke (en 'Una Nueva Esperanza'). Este otro planeta desértico también puede ser el comienzo de la historia para los nuevos protagonistas. Abu Dabi no es solo desierto, aunque buena parte de su territorio forma parte de uno de los más grandes del mundo (el de Rub al-Jali), es el emirato más grande de los Emiratos Árabes Unidos, y su metrópolis es la capital de la federación. Aloja, entre otras perlas, el mayor parque temático cubierto del mundo, el Ferrari World.Gary John Norman
La página oficial del turismo inglés ya promociona este destino situado en el condado de Gloucestershire (junto a la frontera de Gales, a unos 225 kilómetros de Londres) con el reclamo de haber servido como localización de la nueva entrega de 'La Guerra de las Galaxias'. En Dean está Puzzlewood, una antiquísima arboleda de fantasía que ya ha sido escenario de múltiples rodajes. De momento se desconoce qué planeta se recrea en sus frondosas profundidades, pero es uno de los lugares en los que vemos al villano Kylo Ren (Adam Driver) blandir su particular versión del sable láser. Puzzlewood (en la foto) es todo vegetación, líquenes y musgos invaden cada roca y cada árbol dibujando formas caprichosas que dotan de misticismo y encanto al bosque. Un paseo de ensueño para descubrir la naturaleza en familia.Sam Post / Puzzlewood
Este es quizás el escenario más distinguible en los pocos minutos que hemos visto hasta ahora de la nueva película. Lo vemos cuando se saludan Finn (John Boyega) y Poe Dameron (Oscar Isaac) en lo que parecen ser los prolegómenos de una batalla entre la flota espacial rebelde (a la que pertenece Poe) y la imperial (a la que en un principio pertenecía Finn). Se desean suerte en lo que parece ser un aeródromo. Y de hecho, lo es. Greenham Common (en la foto) fue un silo de misiles y base de la RAF (la Royal Air Force británica) que funcionó entre 1942 y 1993. Hoy tiene una parte pública y visitable. Está unos 100 kilómetros al oeste de Londres, cerca de Reading. La presencia de misiles hizo que fuese también la sede de un campamento de mujeres pacifistas que lucharon por su retirada, llegando a formar una cadena humana de 23 kilómetros, en la década de 1980.Richard Baker
'El Imperio Contraataca' tiene un comienzo memorable. Nos sitúa en Hoth, un planeta helado donde tiene lugar una cruenta batalla entre el Imperio y la Alianza Rebelde, que había instalado allí su nueva base. En realidad estamos en el glaciar de Hardanger, en el sur de Noruega, uno de los más grandes del país escandinavo, que más cerca del mar pasa a convertirse en un majestuoso fiordo. Allí vemos luchar a las naves rebeldes contra los enormes AT-AT del Imperio, los vehículos de combate con cuatro patas que se acaban llevando la victoria. El turismo noruego ha sabido explotar el tirón de la saga y organiza una excursión inspirada en Star Wars de tres noches por la región de Finse, con visita al glaciar y noche en el hotel en el que dormía el reparto de la película. En la foto, el paisaje glaciar de Folgefonna, en Hardanger.asiercu
Tatooine es acaso el planeta más importante de 'La Guerra de las Galaxias', la cuna de un preadolescente Darth Vader y, avatares del destino, de su hijo Luke Skywalker. A este mundo de arena y sol (soles, de hecho, porque tiene dos) solo se le pierde la pista en 'El Imperio Contraataca'. La mayor parte de las escenas de Tatooine (llamado así por el pueblo tunecino de Tataouine) se han rodado en diferentes localizaciones de Túnez. De hecho, todavía hoy se pueden visitar escenarios de las películas originales en Matmata (pueblo bereber con tradicionales casas trogloditas, como el famoso hotel Sidi Driss) y Tozeur. Los atentados perpetrados en Túnez en el último año han llevado al Ministerio de Exteriores español a desaconsejar cualquier viaje no esencial a este país. En la foto, un set de rodaje abandonado en Tataouine.iStock
Esta zona del norte de California sirvió como hogar de los simpáticos ewoks, esa suerte de osos de peluche asilvestrados, en 'El Retorno del Jedi'. Los bosques del parque nacional de Redwood (en la foto) contienen secuoyas milenarias que superan los cien metros de altura. Se trata de un entorno natural perfecto para el senderismo, la pesca, montar a caballo o la acampada. Muy cerca de allí se encuentra el Rancho Skywalker, propiedad de George Lucas y antiguos cuartel general y estudios centrales de su productora, Lucasfilm. A pesar de estar considerado uno de los lugares santos para los fans de 'Star Wars', la finca no está abierta al público.Sierralara
Las inmediaciones de este volcán activo (tan activo que se encuentra en erupción actualmente) se utilizaron como entorno de uno de los duelos de espadas láser más trascendentes y también más criticados de 'La Guerra de las Galaxias'. Anakin Skywalker (ya como Darth Vader) y su antiguo maestro Obi-Wan Kenobi cruzan sus sables al final de 'La Venganza de los Sith' en el planeta volcánico Mustafar. Entre lava y mucho ordenador vence el maestro, que deja a su suerte al antiguo padawan, desfigurado y al borde de la muerte. El Etna (en la foto), símbolo de Sicilia, entró en erupción durante la filmación del Episodio III. Lucas envió cámaras a grabar las escenas más espectaculares, que después sirvieron para recrear los ríos de magma de Mustafar. Mucho ordenador, sí, pero eso no hace del Etna una visita menos obligada.Christoph Oberschneider
La monumental plaza de España de Sevilla (en la foto), que también hemos visto en otras películas como 'Lawrence de Arabia' (1962) o 'El Dictador' (2012), se transformó en Theed, la capital de Naboo, el planeta gobernado por la reina Amidala. Anakin y la propia Amidala conversan sobre su relación a lo largo de la plaza, de la que han desaparecido sus clásicos azulejos dedicados a los territorios de España. La plaza de España, uno de los principales baluartes arquitectónicos de Sevilla junto a la catedral y la torre del Oro, es bien de interés cultural. Fue proyectada por Aníbal González dentro del conjunto del parque de María Luisa para la exposición Iberoamericana de 1929.David Frazier
Naboo es seguramente el planeta de estética más refinada de las seis películas estrenadas hasta ahora. Su recreación recuerda por momentos a las ciudades élficas de 'El Señor de los Anillos' o el impacto de Santa Sofía o la Mezquita Azul de Estambul. El palacio real en un mundo de estas características tenía que ser especialmente atractivo. Se escogió el palacio de Caserta, concebido por Carlos III de España para ser la sede de la Corte del Reino de Nápoles. El monarca quería un palacio a la altura de Versalles, por lo que no se escatimó en gastos. Su escalera de honor (en la foto), que se puede apreciar en escenas de las películas, está tallada por completo en mármoles de distintos tonos. Por seguir con el gusto refinado, Naboo también fue recreado usando otro escenario italiano, la lujosísima Villa Balbianello, junto al Lago Como.F. TANASI