La instalación 'oruga' de Kengo Kuma y otras fantasías del diseño que vivimos durante el London Design Festival

Del 14 al 22 de septiembre el XI Festival de Diseño de Londres tomó la capital británica con multitud de obras, charlas y eventos que trastocaron desde instituciones centenarias como el Victoria and Albert hasta el último reducto de moda, el Coal Drops Yard

'Bamboo Ring: weaving into lightness', obra del arquitecto Kengo Kuma en el jardín John Madejski del Victoria & Albert Museum. |Ed Reeve

Es media tarde y hace un calor inusual para ser mitad de septiembre en Londres. El arquitecto Kengo Kuma habla en petit comité en una sala del Victoria and Albert Museum y lo hace sin pronunciar ni una sola vez la palabra del momento: Brexit. La que sí repite en varias ocasiones es el término suavidad, algo que parece mecer todo lo que hace en su vida, arquitectura incluida. ...

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Es media tarde y hace un calor inusual para ser mitad de septiembre en Londres. El arquitecto Kengo Kuma habla en petit comité en una sala del Victoria and Albert Museum y lo hace sin pronunciar ni una sola vez la palabra del momento: Brexit. La que sí repite en varias ocasiones es el término suavidad, algo que parece mecer todo lo que hace en su vida, arquitectura incluida. Porque más que hablar, susurra. Sin despeinarse. A pesar de las provocaciones del presentador que intenta añadirle adrenalina al asunto preguntándole cómo duerme sabiendo que billones de ojos estarán pendientes de uno de los edificios que se trae entre manos. Nos referimos al Estadio Olímpico de Tokio de 2020.

El V&A Museum es una peso pesado de la vanguardia artística mundial, contando con 167 años al pie del cañón. Durante estos días convertido en el hub central del Festival de Diseño de Londres, albergó más de 80 eventos además de talleres, conferencias, proyectos especiales e instalaciones que buscaban “democratizar el diseño”, inspirar a las nuevas generaciones y “ayudarnos a ser mejores ciudadanos”. Entre ellos, se incluyó el del arquitecto japonés Kuma, Bamboo Ring: weaving into lightness, ubicado en el jardín exterior John Madejski del museo.

Esta obra que emula un anillo de bambú combado (el material que se ha convertido en una de las señas de identidad del arquitecto)  se encuentra recubierto de fibra de carbono en forma de nido. Está cargado de metáforas: es flexible, crece rápido, es resistente y se utiliza en la arquitectura tradicional japonesa. El encuentro del ayer y el hoy de la arquitectura en un mismo loop.

Sony Design Affinity en el Victoria & Albert Museum. |Ed Reeve

Pero la fiesta continuaba fuera de las paredes del museo.  La muestra contó además con multitud de eventos repartidos por la ciudad, incluyendo muestras itinerantes de diseño desde Pimplico hasta Clerkenwell, Paddington o Bankside, sin olvidar el hall de Fortnum and Mason  o el espacio pop up de Zara Home en una antigua estación de bomberos de Shoreditch.

Conexión 'Nurture' por Brompton Design District

Este señorial y florido distrito se contagió de festival con piezas salpicadas por las calles, las fachadas de ladrillo rojo y los coquetos y numerosos espacios verdes. Aunque se conservan algunas de otras ediciones, como la fuente que Michael Anastassiades hizo para la de 2018 en Thurloe Street, la temática de este año era Nature/Nurture, una reflexión sobre la naturaleza y su conexión con el ambiente urbano, que cada artista interpretó libremente.

'My Naturewatch', de Interaction Research Studio. |Goldsmiths, University of London

 Bajo el nombre de Please Stand By, la joven y prometedora Marlène Huissoud presentó unas sillas en  materiales biodegradables que recrean el hábitat natural de los insectos. Los diseñadores de Interaction Research Studio han inventado con objetos de nuestro día a día  (un coco o el cuello de una botella) y cámaras de video su llamada  My Naturewatch, que permite espiar la vida de los animalitos del barrio  en los jardines, incluidos zorros.

Este año, Oficina Penadés trajo un pop up inspirado en la biomecánica del cuerpo humano, que se exhibe en tres localizaciones diferentes del distrito. The Conran Shop Boffi, Cassina o Poltrona Frau, las tiendas donde se surten los elegantes vecinos de este distrito, acogieron charlas y eventos de todo tipo al hilo del festival.

Jesper Erikson en Mint Shop.

La galería Mint Shop, por su parte, acogió piezas hechas con materiales reciclados con el mínimo impacto, mientras Seeds, una galería de artistas emergentes, la muestra Masters of Disguise, en la que Tiago Almeida, Lucia Massari o Attua Aparicio, entre otros, buscan su propia identidad por medio de máscaras.

King's Cross se estrena como destino del diseño

A pocos kilómetros hacia el noroeste, el ladrillo victoriano siguió siendo el telón de fondo para la muestra londinense de diseño. Concretamente, el de los antiguos edificios industriales del distrito de la Estación King's Cross,  conocido como el nuevo Silicon Valley londinense que cuenta con un lavado de cara  de modernidad tejido en los últimos tiempos. A él se han mudado Facebook o Youtube, y se espera la llegada de Google a un enorme bloque de hormigón decorado con space invaders y rodeado de grúas de colores.

Mucha culpa de la metamorfosis de este distrito de dudosa fama la tiene Coal Drops Yard, el centro cultural, de ocio y arte inaugurado hace unos meses en el mismo lugar en el que se celebraban las mejores raves de Londres. Y hace muchos más atrás, servía de depósito del carbón (de ahí su nombre coal) que daba fuelle a esta ciudad incombustible.

The Coal office,Tom's Dixon's King's Cross Hub.

 Ahora se ha transformado en un espacio multidisciplinar con tiendas, restaurantes y espacios artísticos, que no han querido perder la ocasión este año para estrenarse en el festival. Entre ellos,Tom Dixon, ganador de la London Design Medal 2019, que tiene su oficina en un edificio industrial a orillas de un pequeño canal, donde también hay un restaurante. Todo está diseñado por él, menos la comida, del chef israelí Assaf Granit.

Nixon, que estuvo a los mandos de Habitat como director creativo y es una de las voces del diseño  universal, ha abierto aquí su propia tienda de muebles e iluminación, que ha transformado durante el festival en un laboratorio experimental con su instalación TouchySmellyFeelyNoisyTasty. Un guiño a los sentidos en forma de tejidos naturales, luces, altavoces, velas y fragancias, que cuenta conuna barbería donde uno puede crear su propia máquina de afeitar con piezas diseñadas por su firma.

Martino Gamper, otro de los capos del diseño contemporáneo, estuvo también presente estos días en Coal Drop Yards por por partida doble. Por un lado, en la Disco Carbonara, por otro en el Samsung Space. La primera es un homenaje al pasado 'fiestero' de la zona con guiños al diseño italianpo en una instalación inspirada en las villas Potemkin. Tras una falsa fachada se esconde una discoteca a la que no le falta detalle. Una especie de puerta limita la entrada gestionando la cola, donde obtener su sello para volver a entrar y que traspasarla nos espera una sorpresa en el interior al son del Boys, boys, boys de Sabrina. 

 La segunda intervención de Gamper tiene lugar en el espacio de la compañía tecnológica, donde los visitantes pueden ver tres de sus proyectos, Hookah Loti, Metamorfosi y Arnold Circus Stool, a la vez que interactúan con tecnología de última generación.

Obra de Martino Gamper en Disco Carbonara. |John Stunrock

A pocos metros se encuentra la célebre escuela de artes Central Saint Martins. La muestra Design in turbulent times recoge los proyectos de los estudiantes en busca de soluciones sostenibles y disruptivas en diferentes disciplinas, desde de joyas hechas con plástico reciclado a baños públicos que ahorran toneladas de agua.

Del 19 al 22 de septiembre, el apartado Designjunction fue el punto de encuentro en el que se dieron cita los grandes nombres del Diseño de Interiores donde ver lo último en muebles, iluminación y accesorios. Creadores consagrados y jóvenes promesas de cualquier parte del mundo aportaron la pauta de lo que ya es realidad y lo que está por venir. Porque, con Brexit o sin él, Londres siempre será una ciudad sin fronteras donde la vanguardia en cualquiera de sus manifestaciones es parte irreductible de su ADN.

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