El homenaje de Rado a Le Corbusier que puedes llevar en la muñeca

El arquitecto nunca diseñó relojes, pero sus ideas sobre el color quedan perfectamente demostradas en la nueva edición limitada de la casa suiza

Ultraplanos y con la corona circular, los nuevos Rado True Thinline Les CouleursTM Le Corbusier están realizados en cerámica mate de alta tecnología, un material suave y ligero que sin embargo dificulta la consecución de colores uniformes.

El blanco y el gris, el material y la forma. Sobre todo, la forma. A Charles-Édouard Jeanneret, Le Corbusier, lo recordamos por sus bloques de viviendas y sus casas unifamiliares de hormigón, donde la planta se libera y todo parece posible. En cambio, de su relación con lo cromático no suele hablarse tanto: no tenemos a Corbu por un arquitecto colorido, precisamente. Y, sin embargo, este tópico se derrumba ante su Policromía Arquitectónica, 63 colores que el creador francosui...

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El blanco y el gris, el material y la forma. Sobre todo, la forma. A Charles-Édouard Jeanneret, Le Corbusier, lo recordamos por sus bloques de viviendas y sus casas unifamiliares de hormigón, donde la planta se libera y todo parece posible. En cambio, de su relación con lo cromático no suele hablarse tanto: no tenemos a Corbu por un arquitecto colorido, precisamente. Y, sin embargo, este tópico se derrumba ante su Policromía Arquitectónica, 63 colores que el creador francosuizo seleccionó en dos paletas distintas (una más suave en 1931 y otra más intensa en 1959) con la idea de combinarlos hasta el infinito y generar todo tipo de ambientes.

Ahora, la relojera Rado utiliza nueve de estos colores para su colección True Thinline Les CouleursTM Le Corbusier, disponibles en series limitadas de 999 ejemplares en cada uno de los nueve tonos: blanco crema, gris hierro, azul ultramar, verde inglés claro, amarillo sol, naranja intenso, rosa luminoso, siena claro y marrón grisáceo. Un homenaje impecable a un arquitecto que empezó siendo pintor y que quizá en realidad nunca dejó de serlo.

Para Le Corbusier, el color era un contrapunto que termina de definir el espacio en la mente y el magma emocional del individuo.

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