Los carritos del cole también tienen límite

Una investigación determina que el peso máximo que debe transportar un estudiante es el 20% del peso de su peso

Imagen del estudio realizado con los niños.UGR

Llegaron como una alternativa a la mochila. Daba lástima ver al niño o la niña salir de casa con tantos kilos de libros, libretas y rotuladores a la espalda. Surgió entonces la alternativa aparentemente perfecta, los carritos. Hoy, el 45% de los escolares lleva sus libros al cole con un carro y no con mochila. Como va rodando, parecería que su arrastre depende exclusivamente de la fuerza del brazo para arrastrarlo. No es así. También tronco, cadera y pelvis tiran de él. La diferencia con la mochila es que permite llevar mayor peso, pero éste también tiene un límite. Un 20% del peso co...

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Llegaron como una alternativa a la mochila. Daba lástima ver al niño o la niña salir de casa con tantos kilos de libros, libretas y rotuladores a la espalda. Surgió entonces la alternativa aparentemente perfecta, los carritos. Hoy, el 45% de los escolares lleva sus libros al cole con un carro y no con mochila. Como va rodando, parecería que su arrastre depende exclusivamente de la fuerza del brazo para arrastrarlo. No es así. También tronco, cadera y pelvis tiran de él. La diferencia con la mochila es que permite llevar mayor peso, pero éste también tiene un límite. Un 20% del peso corporal es el máximo que se puede transportar en un carrito sin modificar la postura del cuerpo al caminar. Todo lo que sea por encima de eso cambio el modo habitual de andar y produce algún efecto sobre la mitad superior del cuerpo.

Eva Orantes y José María Heredia, investigadores de la Universidad de Granada (UGR), han realizado una investigación durante cuatro años en colaboración con la universidad John Moores de Liverpool (Inglaterra) en la que se ha analizado por primera vez el comportamiento postural y biomecánico del cuerpo de niños y niñas al transportar mochilas y carritos escolares. Sí existían estudios que determinaban el peso máximo que se debe llevar en mochila y establecían un umbral de hasta el 15% del peso del niño. Para los carros, sin embargo, solo había recomendaciones. Ahora, Orantes y Heredia han fijado unos umbrales muy concretos para los dos portalibros: un 10% del peso del alumno para la mochila y un 20% para los carritos.

Por encima de esos valores, los investigadores han comprobado que el cuerpo modifica su postura de caminar sin carga. El exceso de peso, explica Eva Orantes, produce un incremento en la flexión del tronco y cadera para compensar el desplazamiento del centro de gravedad del niño mientras la transporta. En el caso de la mochila, además, la pelvis también sufre, especialmente en los momentos en los que el portador está parado de pie ya que debe soportar el peso desde la espina dorsal hasta ella. La investigación ha determinado que el exceso de peso apenas afecta a rodillas y tobillos. Es decir, el exceso de peso perjudica a la parte superior del cuerpo.

El 45% de los escolares lleva sus libros al colegio con un carro y no con mochila

La investigación, publicada en Applied Ergonomics, ha analizado el modo de caminar, desde sin carga hasta con un 20% de peso, de 49 niños (26 niñas y 23 niños) en el entorno de los 10 años. Ninguno tenía problemas posturales o neurológicos. Los niños caminaban repletos de sensores –48 adheridos a la piel del tronco y extremidades inferiores– sobre una cinta mientras los investigadores grababan ese caminar con una tecnología de captura de movimiento óptico tridimensional, similar a los utilizados en películas de animación y videojuegos. Esta investigación se ha desarrollado en el iMuds, el Instituto Mixto de Deporte y Salud, un centro vanguardista de la UGR con más de 100 investigadores en el ámbito de la biomecánica, biomedicina y, en general, del deporte y la salud.

Una técnica estadística específica desarrollada en la Universidad John Moore, de Liverpool, ha permitido hacer un análisis exhaustivo de esas imágenes hasta dar con esos márgenes de peso saludables. El estudio reconoce también que entre la postura que el cuerpo adopta al llevar mochila o al tirar de un carrito, esta segunda es la más similar a la del caminar sin arrastrar peso alguno. Eso a pesar, indica el estudio publicado, de la evidente asimetría que se da en el arrastre del carro, que va tirado de un solo brazo, frente a la perfecta simetría que se da en el transporte de la mochila.

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