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40 años después, llegó la carretera

Las comunidades afectadas por una hidroeléctrica en Guatemala comienzan a recibir compensaciones por los desplazamientos

El Río Negro separa la ciudad de Cubulco, en Guatemala, de seis comunidades, en su mayoría formadas por indígenas que fueron desplazados por culpa de la hidroeléctrica Chixoy hace cuatro décadas.
Este puente peatonal de 204 metros fue la primera infraestructura que se construyó como parte de un plan para resarcir a las comunidades afectadas.
Una carretera de 17,5 kilómetros está en construcción para comunicar a seis comunidades que hasta hace unos meses tardaban entre tres y cuatro horas a pie en completar el trayecto. Los coches no cabían por el camino.
Aunque no está terminada la infraestructura, ya hay camionetas que van recogiendo a vecinos de las poblaciones.
Conseguir la carretera no ha sido fácil. Juan de Dios García, director de la Asociación para el Desarrollo Integral de las Víctimas de la Violencia en las Verapaces, Maya Achí (Adivima) recalca que el Gobierno de su país no tuvo “ningún interés” por las condiciones de vida de las comunidades afectadas.
Ahora se está construyendo un puente que une las comunidades afectadas con Quiché, otro departamento.
Domingo Sis tiene 71 años. Dice que quiere la carretera porque ha sufrido mucho cargando mercancías a pie y no quiere a sus nietos les ocurra lo mismo.
La familia de Rosa Albino tuvo que desplazarse por la hidroeléctrica. Tiene cuatro hijos y asegura que no recuerda su edad. “Muchos años”, responde.
La mayoría de las comunidades por donde pasa la carretera viven de la agricultura. Buena parte cultiva solamente maíz y frijol para subsistir.
Las obras comenzaron en enero y terminarán a principios del año que viene, con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Muchas familias eran reacias a dar permiso de paso a la carretera. Desconfiaban o decían que pasaba demasiado cerca de sus viviendas. Pero hoy muchas piden que se acondicionen terraplenes para montar negocios.
La carretera no solo servirá para que las comunidades indígenas recuperen derechos. Abre también una nueva vía de comunicación en el centro de Guatemala que trazará nuevas rutas comerciales.