Boyd Holbrook, la estrella que surgió en el último minuto, portada de agosto en la revista ICON

“Cuando me llamaron a Los Ángeles para Narcos estaba a un mes de quedarme completamente en la bancarrota y me quedé a dormir en el sofá de mi agente”. Lo cuenta Boyd Holbrook (EE.UU., 1981) desde la portada del número de agosto de ICON, gratis con EL PAÍS el sábado 4 de agosto y a la venta el resto del mes por 3,5 euros. El actor tiene una de esas historias mezcla de sueño americano, suerte y talento: cuando llegó a Nueva York para ganarse la vida como actor solo había salido un par de veces de su Kentucky natal y la suerte le llegó cuando estaba a punto de tirar la toalla. Hoy, tiene...

“Cuando me llamaron a Los Ángeles para Narcos estaba a un mes de quedarme completamente en la bancarrota y me quedé a dormir en el sofá de mi agente”. Lo cuenta Boyd Holbrook (EE.UU., 1981) desde la portada del número de agosto de ICON, gratis con EL PAÍS el sábado 4 de agosto y a la venta el resto del mes por 3,5 euros. El actor tiene una de esas historias mezcla de sueño americano, suerte y talento: cuando llegó a Nueva York para ganarse la vida como actor solo había salido un par de veces de su Kentucky natal y la suerte le llegó cuando estaba a punto de tirar la toalla. Hoy, tiene dos casas y mil proyectos.

De un nuevo valor del cine a un nombre legendario: Gus Van Sant, uno de los grandes autores estadounidenses y padre del cine generacional, viene a hablarnos precisamente de esta generación actual. “Cuando veo a alguien de 14 a 22 años excitadísimo por un vídeo de Taylor Swift, veo una fascinación enorme, incluso mayor que la mía. Yo creo que eso es lo que significó para nosotros el rock”.

Otra generación: la del movimiento underground de los años ochenta en la URSS. No era entonces fácil ser un joven alternativo, pero sobre las ruedas de sus monopatines llegaron el rock, el punk, los vaqueros Levi’s y hasta los okupas. Pero lo que iba a ser libertad pronto mutó en simple liberalismo. La historia de como eso ocurrió, en ICON.

Otra gran historia es la de André Agassi (EE.UU., 1970). La ha contado infinidad de veces, pero siempre quedan flecos por recorrer y nos sentamos con él a compartir un café en Londres para descubrirlos. “Siempre pensé que todo ese vacío interior que sentía cuando jugaba se acabaría el día en que llegara al número uno, que todo cambiaría. Pero fue mucho peor, porque llegué y no sentí nada de nada”, nos confiesa.

Además, en este número también nos esperan el actor Diego Martín para hablarnos de la gran mentira de las redes sociales, Javiera Mena sobre cómo gran parte del público la ha etiquetado y la escucha en secreto a modo de placer culpable, Tom Perrotta sobre la diferencia entre el sexo de la ficción y el sexo entre la gente real y Luis Fonsi sobre el desprecio que sufrió de adolescente cuando se mudó a Florida por su procedencia latina, su acento y su aspecto.

Y mucho más, todo en la misma revista. Desde este sábado, en el quiosco.