Enemigos comunes

La celebración de una Diada alternativa el 11-S en Santa Coloma, beneficia a los comunes

Mitin del candidato de Podemos a la presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias.ALBERT GARCIA

A veces, Podemos y sus confluencias no son mareas que suben al unísono, sino juegos de suma cero. Lo que uno gana, el otro lo pierde. Ocurre con la cuestión nacional. Los intereses de Pablo Iglesias y de Ada Colau son distintos y, al actuar juntos, se debilitan.

A priori, el referéndum del 1-O incomoda más a los comunes de Colau y Xavier Doménech. Iglesias podría pasar de puntillas. Los comunes tienen la obligación de manifestarse sobre un choque de trenes que sucede delante de sus narices.

Pero Colau huele bien el entorno político. E Iglesias tiene la atrofia olfativa p...

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A veces, Podemos y sus confluencias no son mareas que suben al unísono, sino juegos de suma cero. Lo que uno gana, el otro lo pierde. Ocurre con la cuestión nacional. Los intereses de Pablo Iglesias y de Ada Colau son distintos y, al actuar juntos, se debilitan.

A priori, el referéndum del 1-O incomoda más a los comunes de Colau y Xavier Doménech. Iglesias podría pasar de puntillas. Los comunes tienen la obligación de manifestarse sobre un choque de trenes que sucede delante de sus narices.

Pero Colau huele bien el entorno político. E Iglesias tiene la atrofia olfativa propia de quien se lee más a sí mismo, y a su círculo íntimo, que al mundo exterior.

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La celebración de una Diada alternativa el 11-S en Santa Coloma, con intervención conjunta de Iglesias y de Colau, beneficia a los comunes. Reciben la bendición del líder del partido “español” más importante para muchos de sus simpatizantes del extrarradio de Barcelona. Y clarifican su postura —espaldarazo al soberanismo dando la espalda a una declaración de independencia el 1-O— en el eje principal de la política catalana. Los comunes se abren así camino a una Cataluña de provincias que será esencial para sus aspiraciones en las próximas elecciones autonómicas.

Sin embargo, tanto el acto unitario como sus gestos de acercamiento al soberanismo perjudican a Iglesias. Su territorio a conquistar es el opuesto. En el resto de España, Podemos no necesita captar a los votantes sensibles a las demandas soberanistas. Ya los tiene amarrados porque ocupan las posiciones ideológicas más a la izquierda.

Iglesias debe cortejar a los moderados que dudan entre Podemos y PSOE. Unos votantes preocupados por la desigualdad económica y hastiados de los desequilibrios territoriales. Y que se sentirán más atraídos por las proposiciones legislativas anunciadas por el PSOE para este otoño que por las disquisiciones de Iglesias sobre una soberanía nacional que, como la Santísima Trinidad, es una y múltiple.

Colau proyectará en Santa Coloma una imagen de presidenciable para la Generalitat. Iglesias volverá a Madrid con el ego hinchado, pero los bolsillos electorales agujereados. @VictorLapuente

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