Barcelona Designers Collective 2017 demuestra en La Roca Village que a la Ciudad Condal le sobra talento emergente

Un verano más el mejor diseño hecho en Barcelona ha acampado en La Roca Village. La tienda efímera Barcelona Designers Collective celebra su cuarta edición con una cuidada selección de productos de más de 70 diseñadores que hace especial hincapié en la sostenibilidad. Moda, complementos, joyería, diseño gráfico, mobiliario y arte. Una radiografía del talento que aflora en la Ciudad Condal; objetos de estilos muy diferentes, pero fruto de una obsesión común: “Crees en algo y no paras”, explica Nani Ma...

Un verano más el mejor diseño hecho en Barcelona ha acampado en La Roca Village. La tienda efímera Barcelona Designers Collective celebra su cuarta edición con una cuidada selección de productos de más de 70 diseñadores que hace especial hincapié en la sostenibilidad. Moda, complementos, joyería, diseño gráfico, mobiliario y arte. Una radiografía del talento que aflora en la Ciudad Condal; objetos de estilos muy diferentes, pero fruto de una obsesión común: “Crees en algo y no paras”, explica Nani Marquina, la diseñadora de alfombras y presidenta de FAD (Foment de les Arts i del Disseny), la entidad que organiza este evento.

Para el diseñador de moda Roland Mouret, invitado especial de esta edición, el secreto de la singularidad está en “contar tu propia historia”. Por su parte, Verónica Fuerte, de Hey Studio!, explica de forma muy gráfica la creciente demanda de productos únicos: “Al principio me preguntaban extrañados: ‘¿El FAD en La Roca?’. Y yo les decía que es lo mejor que nos puede pasar. ¿Sabes la cantidad de gente que pasa por aquí? Vendrá un japonés o un ruso y se comprará unas Nike y luego un póster de Hey. Y cuando llegue a su casa dirá: ‘¡Mira qué guay!’ y la gente seguramente tenga más interés en el póster que en las Nike.”

HISTORIAS D.I.Y.

Roland Mouret sabe mucho de diseño y emprendimiento. El diseñador francés, hijo de una camarera de hotel y un carnicero, es un hombre hecho a sí mismo y asegura que un producto es especial “cuando el diseñador abandona la habitación, pero permanece allí porque lo reconoces en el producto”.