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Una biblioteca que cabe en una furgoneta para los niños de la calle de Kampala

Matatart es un proyecto dirigido por un arquitecto y un cooperante italianos y una joven ugandesa para que los niños de la calle de Kampala se interesen por la cultura

Susan, la joven ugandesa miembro de la organización, lee un libro junto con los niños del suburbio de Kawempe. Unicef estima que en Uganda hay en torno a 10.000 menores que viven y trabajan en la calle
Matatart en el suburbio de Kawempe donde, en colaboración con otra organización, los niños han reconstruido y pintado una casa que les servirá como alojamiento donde dormir. En él, los niños abandonados tienen un refugio en el que pueden descansar bajo el cuidado de un tutor.
Matatart es gratis. Los niños pueden entrar en la furgoneta, coger los libros, leer, pintar, escribir y escuchar música.
Un niño de la calle lee un libro en la furgoneta de Matatart. Uno de los objetivos de la organización es ayudar a que los pequeños conozcan el arte y aprendan a leer, escribir y pintar.
Uno de los objetivos del proyecto es ayudar a los niños a desarrollar la creatividad y la cultura artística. En el refugio de Kawempe se pueden observar las creaciones de los críos.
La casa-dormitorio ha sido decorada por los niños con ayuda de Michael, su profesor de arte.
Antes de utilizar los colores, el profesor de arte enseña a los niños cómo mezclar los ingredientes sin peligro. Las pinturas tienen una base de sosa y pueden ser perjudiciales para la salud.
En el patio de la casa, los niños empiezan a pintar la camiseta con la ayuda de Michael. Las pinturas están dentro de botellas de plástico y se rocían a través de un orificio del tapón.
Michael y los niños muestran su obra ya acabada después de lavarla.
Michael, responsable de la enseñanza artística de los niños, en la furgoneta de Matatart pintada por él.