Si crees que el cine español habla mucho de la Guerra Civil, es que no has leído cómics

El conflicto se ha convertido en tema recurrente de la novela gráfica nacional, donde muchas veces los testimonios de sus familiares han inspirado a los autores

‘La balada del norte 2’ (Zapico).

Si es usted de esos a los que les gusta criticar el cine español por estar siempre a vueltas con la Guerra Civil, rebusque en librerías y tiendas especializadas: en el mundo del cómic nacional tiene hoy también motivos de sobra poner el grito en el cielo. Si, por el contrario, es usted más cabal, hallará en esta oferta motivos para, como se decía en tiempos de Roberto Alcázar y Pedrín, solaz y esparcimiento, y también para la reflexión. Nuestra guerra lleva años plasmándose en viñetas de obr...

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Si es usted de esos a los que les gusta criticar el cine español por estar siempre a vueltas con la Guerra Civil, rebusque en librerías y tiendas especializadas: en el mundo del cómic nacional tiene hoy también motivos de sobra poner el grito en el cielo. Si, por el contrario, es usted más cabal, hallará en esta oferta motivos para, como se decía en tiempos de Roberto Alcázar y Pedrín, solaz y esparcimiento, y también para la reflexión. Nuestra guerra lleva años plasmándose en viñetas de obras tan interesantes como El ala rota o El arte de volar (Norma Editorial), de Altarriba y Kim, o Doctor Uriel (Astiberri), de Sento. El auge de la novela gráfica ha ampliado los campos temáticos y las batallas ya no se dirimen en el espacio exterior ni entre superhéroes y supervillanos. Es más, gran parte de estos cómics parten de testimonios reales silenciados durante décadas para penetrar en el terreno de la no ficción. “Este es un recurso muy valioso y que confirma que lo que se cuenta son hechos recientes, de los que quedan aún supervivientes. La no ficción es uno de los campos en los que más está creciendo la novela gráfica española y donde más le queda por explorar”, explica Fernando Tarancón, editor de Astiberri.

‘Un largo silencio’ (Gallardo).
‘El arte de volar’ (Kim y Altarriba).

El ala rota nace del descubrimiento por parte de Altarriba de que su madre jamás pudo mover con normalidad su brazo izquierdo. Se dio cuenta cuando ella ya estaba en su lecho de muerte. Le contó entonces que fue porque su padre intentó matarla al nacer, tras morir su madre en el parto. La invisivilidad de las mujeres en la posguerra le permitió disimularlo toda su vida. Gracias a los dibujos de Kim, Petra se ha convertido en un icono. También discreto fue el lanzamiento hace 15 años de Un largo silencio (Astiberri), donde Miguel Gallardo, creador de Makoki, relata en primera persona la vida de su padre, militar republicano, desde su nacimiento hasta que conoció a su esposa. La ola de cómics sobre la Guerra Civil ha traído ahora su reedición. La lista, larga y muy recomendable, incluye, además de a consagrados como Paco Roca (Los surcos del azar, Astiberri) o Alfonso Zapico (La balada del norte, Astiberri), la adaptación al tebeo por parte de José Pablo García de dos obras del historiador Paul Preston, La Guerra Civil española y La muerte de Guernica (Destino), y creaciones más personales como Asylum (Astiberri), de Javier de Isusi, que toca también el tema del exilio. Nuestro cómic goza hoy de una memoria envidiable.

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