Me importa un bledo

Me importa, y mucho, que baje el número de desempleados; que los sueldos se parezcan a salarios dignos; que la sanidad pública funcione bien y se acaben las monstruosas listas de espera; que no haya niños estudiando en barracones, pasando frío o calor insoportables; que la gente no sea desahuciada de sus casas sin buscarles una solución habitacional; que los pensionistas dejen de repagar medicinas y sus pensiones sean un poco más consistentes; que no se les asuste continuamente diciendo que el sistema es inviable, sencillamente, porque es mentira.

Me importa muchísimo que nuestros licen...

Me importa, y mucho, que baje el número de desempleados; que los sueldos se parezcan a salarios dignos; que la sanidad pública funcione bien y se acaben las monstruosas listas de espera; que no haya niños estudiando en barracones, pasando frío o calor insoportables; que la gente no sea desahuciada de sus casas sin buscarles una solución habitacional; que los pensionistas dejen de repagar medicinas y sus pensiones sean un poco más consistentes; que no se les asuste continuamente diciendo que el sistema es inviable, sencillamente, porque es mentira.

Me importa muchísimo que nuestros licenciados universitarios no tengan que emigrar, dejando en otros países los beneficios de la carrera que han estudiado aquí; me importa que haya un buen número de ciudadanos que, pese a tener trabajo, son pobres. Y me importa mucho, muchísimo, que en este país la corrupción de los poderosos sea casi sistémica.

Cuando todo esto esté solucionado, pueden empezar a hablarme del separatismo catalán porque, mientras tanto, me importa un bledo.— Ángel Villegas Bravo. Madrid.