El muro de la esperanza

Ahn Young-joon

EL PARALELO 38, uno de los círcu­los imaginarios que determinan las latitudes en la Tierra, se convirtió en 1896 en una marca geográfica hasta hoy indeleble. Aquel año se propuso como línea divisoria de una Corea disputada entre Rusia y Japón. Y en 1945 volvió de nuevo a separar el norte de la península, ocupado por los soviéticos, del sur, bajo influencia estadounidense. El nacimiento de Corea del Norte y Corea del Sur desgarró familias y comunidades. El año nuevo lunar, que se celebró el pasado 28 de enero, muchos surcoreanos se acercaron al parque Imjingak, en la frontera, para colocar lazo...

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EL PARALELO 38, uno de los círcu­los imaginarios que determinan las latitudes en la Tierra, se convirtió en 1896 en una marca geográfica hasta hoy indeleble. Aquel año se propuso como línea divisoria de una Corea disputada entre Rusia y Japón. Y en 1945 volvió de nuevo a separar el norte de la península, ocupado por los soviéticos, del sur, bajo influencia estadounidense. El nacimiento de Corea del Norte y Corea del Sur desgarró familias y comunidades. El año nuevo lunar, que se celebró el pasado 28 de enero, muchos surcoreanos se acercaron al parque Imjingak, en la frontera, para colocar lazos cubiertos de oraciones y deseos de reunificación entre dos países que ya están a años luz de distancia.

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