El espíritu del tiempo, en el Jeu de Paume de París

Eustachy Kossakowski

EL INICIO lo marcan ciertos Elementos (desencadenados), desde banderas que ondean orgullosas a alguna obra de arte contestataria. Después van los Gestos (intensos): un brazo en alto con el puño cerrado, el grito atávico que perfora el aire. Las Palabras (exclamadas) que los siguen conocen todas las culturas, no hay idioma que les sea ajeno. Tras ellas pueden llegar los Conflictos (enardecidos), desatados muchas veces a través de la violencia. Por encima de todos ellos, los Deseos (indestructibles) dirigen siempre los levantamientos, entendidos como ...

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EL INICIO lo marcan ciertos Elementos (desencadenados), desde banderas que ondean orgullosas a alguna obra de arte contestataria. Después van los Gestos (intensos): un brazo en alto con el puño cerrado, el grito atávico que perfora el aire. Las Palabras (exclamadas) que los siguen conocen todas las culturas, no hay idioma que les sea ajeno. Tras ellas pueden llegar los Conflictos (enardecidos), desatados muchas veces a través de la violencia. Por encima de todos ellos, los Deseos (indestructibles) dirigen siempre los levantamientos, entendidos como la expresión última de la conciencia política y social de los pueblos. Organizada en torno a estos cinco apartados, la exposición colectiva y multidisciplinar Sublevaciones (hasta el 15 de enero de 2017 en el Jeu de Paume de París) recoge e interpreta el Zeitgeist, el clima intelectual y cultural de una era, en forma de imágenes fijas y en movimiento, filtradas todas por la mirada de su comisario, el historiador del arte y ensayista francés Georges Didi-Huberman.

Otra recomendación:

Mapas para perderse. Los paisajes literarios de una veintena de obras se hacen dibujo en el libro ‘Trazado’.

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