David González y Sergio Estella. Ojo al dato

AMIGOS DEL BARRIO desde la adolescencia, al llegar a la universidad vieron que sus aptitudes encajaban como llave y cerradura. Tanto que a su primera compañía le pusieron de nombre Simbiótica. Sergio Estella estudió Bellas Artes, mientras que David González se decantó por una ingeniería. A mitad de carrera, ya sabían que iban a desarrollar sus talentos en Internet, un mundo que les fascinaba. A uno se le daba mejor el diseño, y al otro, la programación. Tanteado el terreno con aquella primera empresa, en 2007 fundaron Vizzuality, una start-up (que hoy ya no lo es tanto) dedicada a la ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

AMIGOS DEL BARRIO desde la adolescencia, al llegar a la universidad vieron que sus aptitudes encajaban como llave y cerradura. Tanto que a su primera compañía le pusieron de nombre Simbiótica. Sergio Estella estudió Bellas Artes, mientras que David González se decantó por una ingeniería. A mitad de carrera, ya sabían que iban a desarrollar sus talentos en Internet, un mundo que les fascinaba. A uno se le daba mejor el diseño, y al otro, la programación. Tanteado el terreno con aquella primera empresa, en 2007 fundaron Vizzuality, una start-up (que hoy ya no lo es tanto) dedicada a la visualización de datos. A partir de cascadas de cifras, crean mapas y gráficos con soft­ware de código abierto con los que se puede monitorizar el cambio climático o la deforestación de la Tierra. Ahora tienen entre sus clientes a gigantes como Google, la Nasa y el Instituto de Recursos Mundiales.

“Nos dimos cuenta de que había campo para la comunicación en las áreas de medio ambiente, conservación, justicia social…”, recuerda González en su oficina madrileña. Aclaran que no son activistas, pero sí aspiran a promover una transformación contando historias no tanto con palabras, sino a base de imágenes interactivas, presentadas en formatos atractivos y de fácil uso. Pensaban que gestionar su propio negocio los ayudaría a “controlar el tiempo”, y creían que siete empleados era el número mágico. A la treintena que son ya en España se suman otros cuatro en Cambridge, Reino Unido. Y este verano se unió una colega más en Washington, EE UU, un país donde siguen buscando trabajadores dado que allí se concentra hasta “el 80%” de su clientela. “Pero nuestros proyectos están orientados en gran medida a zonas pobres, y ese es uno de nuestros retos: que los datos sean usados por un agricultor en África, algo para lo que no hace falta una tecnología puntera”.

Sobre la firma

Archivado En