Infografías contra corrupción en Nigeria

Mediante visualizaciones de datos, la plataforma BudgIT trata de mejorar la transparencia

La plataforma de ciudadanos que supervisa el desarrollo de los proyectos en sus comunidades, en una reunión de Tracka.BudgIT
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Durante la campaña de las elecciones presidenciales nigerianas, en 2015, uno de los aspirantes insistió repetidamente en que su gestión lucharía contra la corrupción. El gigante africano, llamado a ser el motor del continente y que, efectivamente, disputa el liderazgo con Sudáfrica, tenía los pies de barro. Son muchos los obstáculos para que Nigeria imponga su hegemonía, pero uno de ellos es la percepción de corrupción que lastra el país. El aspirante en cuestión era Mohammed Buhari y ganó las elecciones. Sus promesas durante la campaña no son una garantía, pero no hay duda de que la sociedad nigeriana está cada vez más preocupada por una fama que los dirigentes del país han ido construyendo concienzudamente desde los tiempos de las dictaduras militares. Tal vez el compromiso de Buhari sea sincero, de lo que no hay duda es de que la exigencia de la sociedad civil es decidida.

BudgIT es, al mismo tiempo, consecuencia y causa de esta voluntad de las organizaciones de la sociedad civil por desterrar los manejos de los que mandan y sus excesos con el dinero público. Se trata de una plataforma on line que trata de poner en claro el reparto del presupuesto para que los ciudadanos puedan tener acceso a toda la información, para que puedan controlar en qué se gasta su dinero. En su nacimiento, hace ya cinco años, latía esa necesidad de la ciudadanía de controlar las medidas de los gobernantes. A través de sus acciones durante el último lustro, BudgIT ha alimentado y extendido este anhelo de transparencia entre la gente. Sus usuarios entienden el presupuesto a través de las visualizaciones de la plataforma y eso les hace exigir más y más información.

Oluseun Onigbinde es uno de los creadores de BudgIT, junto a Joseph Jones Agunbiade. “En 2011, la mayor parte de los nigerianos no tenían ni idea de qué era el presupuesto, qué contenía, cómo se elaboraba… y eso hace que sea imposible exigir una rendición de cuentas a los gobernantes. Para los nigerianos, la transparencia era algo desconocido”, explica Onigbinde como motivos para desarrollar y lanzar la plataforma. Lo hicieron al calor de uno de los tech hubs más innovadores y creativos del continente, el CoCreation Hub de Lagos y con un espíritu muy claro “crear una herramienta interactiva que ayude a los ciudadanos a entender y hacer un seguimiento de los gastos del gobierno”. Es difícil medir el impacto de un proyecto de este tipo, pero el hecho es que en junio de 2016, Nigeria se ha sumado al Open Government Partnership, una alianza a la que se unen los gobiernos que tienen vocación de avanzar en el gobierno abierto.

Las infografías son la principal herramienta de los impulsores de BudgIT, porque el reto que se han propuesto es “reducir la brecha entre los ciudadanos y las cuentas públicas”, según Onigbinde; acercar los presupuestos a una población que hasta ahora no había tenido la oportunidad de participar. Sin embargo, la materia prima fundamental del proyecto son los datos. Concretamente, los datos abiertos que la plataforma pone a disposición de cualquiera que quiera consultarlos y trabajarlos; unos datos que se hacen más accesibles a través de las visualizaciones. BudgIT es un instrumento para unos ciudadanos y una sociedad civil cada vez más decidida a vigilar a fiscalizar a los que mandan, precisamente para facilitar que el país desarrolle todo su potencial.

Paradójicamente, Oluseun Onigbinde asegura que el sector que hasta el momento ha sido el motor de la economía nigeriana es, también, el peor enemigo de su desarrollo, al menos, tal y como se ha venido gestionando. “Hay dos sectores que se han identificado como los principales responsables del mal manejo de los fondos públicos. El primero es el sector petrolero; el segundo, el de las compras públicas. La corrupción ha frenado el desarrollo”, afirma Onigbinde. Añade ejemplos de casos de corrupción detectados en los últimos años en estos sectores, como el del ex asesor de seguridad nacional en el anterior gobierno, el de Goodluck Jonathan. “Como todas las naciones del mundo, Nigeria tiene sus problemas y uno de ellos es el del mal manejo de los fondos públicos”, sentencia.

Ejemplo de infografía de BudgIt.

El objetivo de BudgIT es colaborar en la creación de una “ciudadanía bien informada, que tenga acceso a los datos del presupuesto y pueda comprenderlos”, dice el joven nigeriano. Pero el paso fundamental para llegar a esta primera etapa es avanzar en la transparencia del gobierno. Y en ese sentido, las presiones de la sociedad civil y de organizaciones como BudgIT, han llevado a las autoridades nigerianas a tomar medidas decididas.

El pasado mayo las autoridades nigerianas participaron en la Cumbre Anticorrupción celebrada en Londres. Mohammed Buhari reafirmó el compromiso que había adquirido durante la última campaña electoral. La principal línea de trabajo era la transparencia. Transparencia en la gestión de los contratos petrolíferos, en la de los impuestos, en la contratación de las compras de organismos públicos y, por fin, la adhesión al Open Government Partnership. Esta última medida no ha sido tarea fácil y el empeño del gobierno demuestra, según Onigbinde, que no se trata sólo de un brindis al sol, al menos, hasta el momento. En un primer momento, la administración nigeriana no fue capaz de cumplir con las exigencias para ingresar en la alianza, pero en una revisión posterior, consiguió 12 puntos de los 16 posibles y fue aceptada. Demasiadas molestias para una simple impostura, desde el punto de vista de los activistas en favor de la transparencia. Ese análisis no ha impedido que varias organizaciones de la sociedad civil hayan formado una alianza que supervisa los avances del gobierno en este sentido.

Las infografías de BudgIT pueden mostrar de manera sencilla las cifras de la explotación de la industria petrolífera, la principal fuente de recursos del país; cómo se distribuye el gasto en educación o sanidad; o el recorrido de la deuda; pero también la ejecución efectiva de los presupuestos de otros años. Igualmente se emplean estos recursos gráficos para mostrar enseñar de manera simple los casos más sonados de corrupción que han trascendido a la opinión pública o cuestiones más mundanas como el papel de Nigeria en los Juegos Olímpicos. Y las herramientas tienen también una función pedagógica, por ejemplo, para explicar a los nigerianos cómo se diseñan unos presupuestos. “Pretendemos que los ciudadanos entiendan los conceptos económicos, que sepan que los ciudadanos son el impulso fundamental de la democracia y que los documentos públicos deben ser accesibles”, señala Onigbinde.

El objetivo de BudgIT es colaborar en la creación de una ciudadanía bien informada, que tenga acceso a los datos del presupuesto y pueda comprenderlos

La idea de la transparencia se repite una y otra vez. Parece ser la piedra de toque de un cambio de rumbo en la gestión de las autoridades y de la vida de los ciudadanos. La corrupción aparece como un lastre en todos los ámbitos de la vida nigeriana y la transparencia debería hacer que se tambalease, desde el punto de vista de muchas organizaciones de la sociedad civil. “La transparencia es la fuerza motriz necesaria para mejorar la gobernabilidad y crear una ciudadanía informada”, sentencia Onigbinde.

Ese es uno de los principales retos de BudgIT, informar, sensibilizar y movilizar a los ciudadanos, y ese es también uno de los éxitos que más satisface a sus impulsores. “Si tenemos en cuenta cómo ha cambiado el nivel de conciencia de los ciudadanos sobre las finanzas públicas desde 2010 hasta ahora, no hay duda de que están preocupados por como distribuyen, como se gastan y como se utilizan los fondos públicos”, señala el impulsor del proyecto. Pero una de las muestras de este compromiso cívico es uno de los proyectos paralelos de BudgIT. Se trata de Tracka, “una red de ciudadanos activos que hacen seguimiento de los proyectos reflejados en los presupuestos”. Tracka, en realidad, es la herramienta, la plataforma que facilita a los ciudadanos esa participación, esa toma de responsabilidad y de control de las cuentas públicas en el ámbito local, a través Internet. A través de la plataforma se simplifican las partidas presupuestarias de proyectos concretos en las comunidades. Y son los propios miembros de las comunidades los que vigilan que se cumplan los planes.

BudgIT es sólo una de las piezas del engranaje de las exigencias de transparencia de la sociedad civil, de su hartazgo de la corrupción y su desconfianza hacia las autoridades. Las iniciativas se han multiplicado en los últimos tiempos y algunas de ellas han intentado multiplicar sus fuerzas aliándose, buscando los puntos de encuentro. Uno de esos ejemplos es la colaboración entre BudgIT y Enough is Enough Nigeria (EiE Nigeria), una organización de la sociedad civil empeñada en mejorar las condiciones de participación social y política de los jóvenes de entre 18 y 35 años, aprovechando las herramientas del mundo digital. BudgIT y EiE impulsan #OfficeOfTheCitizen, un programa de radio semanal que explota los canales de Twitter, Facebook, WhatsApp y SMS para alimentar debates entre organizaciones en torno a la exigencia de datos abiertos a las autoridades, la regulación legal de las ONG, el proceso de elaboración de presupuestos o las condiciones de transparencia del gobierno. “Buscamos compatibilizar nuestra actividad con la de otras organizaciones, pero también explorar diferentes canales de comunicación para difundir nuestro mensaje”, explica Oluseun Onigbinde.

BudgIT es consecuencia y causa de la voluntad de las organizaciones de la sociedad civil por desterrar los manejos de los que mandan y sus excesos con el dinero público

El compromiso de los impulsores de BudgIT con la transparencia, el gobierno abierto y la lucha contra la corrupción no se ha quedado encerrado en las fronteras de Nigeria. Después de su experiencia original han exportado el concepto a Ghana y Sierra Leona durante el último año. Sin embargo, en cada caso, esa idea se materializa de manera diferente, según las necesidades concretas del país. Por ejemplo, en el caso de Sierra Leona, Onigbinde explica que se complementa el uso de Facebook y WhatsApp con la televisión, la radio y los materiales impresos. Y a través de talleres y de sesiones de trabajo, BudgIT ha impulsado la creación de varias herramientas en Sierra Leona, con las que se monitorizan los procesos judiciales para evitar irregularidades o se hace seguimiento de los casos de corrupción destapados.

La plataforma se está afianzando en Nigeria y sus objetivos son extenderse por todos los estados del país, aumentar su eficacia en el control de la corrupción e implicar al máximo número de nigerianos que sea posible sacando todo el partido de la tecnología. Onigbinde coloca una cifra en el horizonte, que la red del proyecto Tracka llegue a implicar a 250.000 ciudadanos. Seguramente para este emprendedor ese sería un buen ejemplo de cómo la sensibilización está aumentando, de cómo los nigerianos se preocupan cada vez más del destino del dinero público y de cómo la tecnología está mejorando la transparencia y dificultándole la vida a los corruptos.

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