La resurrección del pueblo sepultado en el lodo

La noche más larga de la historia de Colombia empezó el 13 de noviembre de 1985 a las 23.20, cuando la erupción del volcán Nevado del Ruiz sepultó bajo una capa de 10 metros de lodo al pueblo de Armero. Héctor Guevara, armerita de 65 años, se acostó ese día a las nueve, como era costumbre en una finca cercana donde trabajaba. A la mañana siguiente, su pueblo había desaparecido. “El ruido que escuchábamos no era de la lluvia, sino del volcán, que escupió ceniza toda la noche”, cuenta que le dijo su esposa al amanecer con un puñado de polvo gris en la mano. La radio les avisó de la tragedia: Armero, una próspera población algodonera de 50.000 habitantes, a cuatro horas de Bogotá, había sido arrasada por la furia de la naturaleza y la desidia del Estado.

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