“¿Por qué elegir? No soy trabajadora, ni madre, ni nadadora. ¡Soy todo!”

Esta marroquí no entiende por qué es una inspiración. Se dedica al marketing, tiene dos hijos y ha cruzado el Estrecho porque no quería renunciar a nada por ser mujer

Barcelona -
La marroquí Nadia Ben Bahtane cruzó el estrecho de Gibraltar a nado.massimiliano minocri

"Hasta ahora no me había planteado que podría ser una inspiración para otras mujeres", dice sorprendida después de haber participado como ponente en una conferencia sobre mujeres en los negocios organizada por la Unión para el Mediterráneo (UfM). Entre extrañada y halagada, Nadia Ben Bahtane atiende a los políticos asistentes y periodistas en los pasillos del Palacio de Pedralbes de Barcelona. Es la primera vez que participa en un foro así, dice. ¿Qué tiene de particular la historia de esta marroquí? No es especial porque sea directora de marketing de una multinacional. Tampoco porque el pasado 28 de abril, con 36 años, se convirtiera en la primera mujer marroquí en cruzar los más de 14 kilómetros del estrecho de Gibraltar a nado. Ni que al final de su hazaña la esperaban su marido y sus dos hijas. Es por todo ello, porque ella no quiere tener que elegir entre ser una mujer trabajadora, esposa y madre o deportista.

Desde pequeña, recuerda, su principal hobbie era practicar deporte. "Muchos: baloncesto, voleibol, karate...", enumera. Pero no fue que su padre la acompañara a todo tipo de clases lo que exclusivamente marcó a Ben Bahtane. También influyeron las películas americanas que veía en la televisión. "En ellas las adolescentes trabajaban y, con 15 años, yo quería hacer lo mismo", explica. Rechazada allí donde se ofrecía como aprendiz, acabó en una escuela de verano en la que su profesora de inglés, una estadounidense retirada de la banca para perseguir sus pasiones —la cocina primero, y la enseñanza después— la animó a solicitar un puesto como asistente allí mismo. Así lo hizo al año siguiente. "Obtuve mi primer salario", rememora.

Años después, Ben Bahtane se graduó en la escuela de negocios de Casablanca y rápido encontró un empleo en un banco. En 2000 se unió a Microsoft, donde ocupó varios cargos de responsabilidad creciente. Después se unió a Western Union en 2007, a Logica en 2010 y desde 2012 es directora de márketing y comunicación de Intelcia Group. Ese fue su periplo profesional. En lo personal, en 2006 tuvo a su primer bebé. Una niña. Fue entonces cuando retomó el deporte para quitarse estrés. "Estaba orgullosa de mi vida, pero sentía que me faltaba algo", afirma. Así es como empezó a correr hasta que tuvo a su segunda hija en 2008. "Y empecé a nadar", recuerda. No dejo, sin embargo, las carreras. Al menos, no sin antes acabar una maratón. Lo consiguió en 2010 en París. "Y quería hacer algo parecido en natación", apostilla.

En la piscina, ya estaba en los 3,5 kilómetros "más o menos" al día, cuando una amiga en una cena le animó a cruzar el Estrecho a nado. "Empecé a buscar eventos de natación en aguas abiertas. No sabía por dónde empezar, pero encontré una cita en España de seis kilómetros. Los españoles se sorprendieron de ver allí a una marroquí sin experiencia", rememora hoy con una sonrisa pícara dibujada en la cara. 

Cuando tuvo a su primera hija en 2006, retomó el deporte para quitarse estrés

Aquella primera vez dando brazadas en el mar, Ben Bahtane se mareó a los cuatro kilómetros. "¡Y querían sacarme del agua!", se queja aún hoy. "Me negué y terminé porque les había prometido a mis hijas que les llevaría la medalla que te dan por terminar", explica. Y la llevó.

Paulatinamente, Ben Bahtane, fue completando distancias cada vez más largas en el mar. "Y en 2015 me escribieron para que cruzara el Estrecho (14,4 kilómetros entre los puntos más cercanos)", relata. "La gente a mi alrededor se afanaba en decirme que tenía que elegir, que no podía hacer todo lo que quería", lamenta. Reconoce que lograr organizarse ha sido un caos, pero lo ha conseguido y ha podido hacer todo lo que desea. "Estoy orgullosa de demostrar que puedo ser mujer trabajadora, madre y seguir mi pasión".

El 25 de abril, Nadia Ben Bahtane llegó a Tarifa. "Llovía y el mar estaba revuelto", y hace una mueca recordando lo que pensó entonces, que no podría cruzar el Estrecho. "El domingo recibí un mensaje en el móvil en el que me avisaban de que nadaríamos el martes. No eran las mejores condiciones, pero mi familia estaba allí apoyándome". El martes 28 de abril, a las 8:36 de la mañana, saltó al mar. "Nadé y nadé. Y el Estrecho me dejó cruzarlo. Hacía buen tiempo y a las dos horas ya estaba a la mitad", rememora la hazaña. El último kilómetro y medio fue "muy duro" para la nadadora. Pero cuatro horas y 18 minutos después de su salida, tocó la costa marroquí. "Sentí una gran emoción. Mis hijas me dijeron que seguro que era la primera mamá en conseguirlo".

El 28 de abril de 2015, se convirtió en la primera mujer en cruzar el Estrecho a nado

¿Lo más difícil? "No dejarse vencer", proclama. Y no solo se refiere a la natación. "En nuestras sociedades el día que te casas y tienes hijos, ya eres solo esposa y madre, y tienes que olvidarte de todo lo demás, de quién eres. Pero creo que, como los hombres, somos personas individuales. No solo una cosa o la otra. ¿Por qué tenemos que elegir?", se queja. ¿Quién es, entonces, Nadia Ben Bahtane? "No soy mujer trabajadora, ni madre, ni nadadora. Soy un poco de todo eso".

Ella, que no había pensado que su historia fuera importante, inspiró y fascinó a muchas de las mujeres (y hombres) que asistieron al congreso de la UfM. Solicitada para conversaciones y felicitaciones, Ben Bahtane tiene un mensaje para terminar la entrevista: "Hay mujeres muy buenas en todas partes, pero es necesario que el contexto sea adecuado". Ella lo tuvo, dice, empezando por sus padres que le enseñaron el valor de la educación y el trabajo duro; pero también gracias a su marido que acabó comprendiendo, no sin discusiones de por medio, que la natación era parte de la identidad de su esposa. Y concluye: "Si todo el mundo te dice que no puedes, creerás que no puedes. Y si encuentras a otras personas que te digan que sí eres capaz, entonces podrás".

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