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Lo mejor y lo peor de la quinta temporada de ‘Juego de tronos’

Un recorrido por los mejores y peores momentos de la última entrega de la serie, a falta de su capítulo final

Los últimos 20 minutos del capítulo octavo de la temporada, esa batalla entre el ejército de los Caminantes Blancos y los salvajes, ayudados por el grupo de la Guardia de la Noche liderado por su Lord Comandante Jon Nieve, han sido posiblemente los mejores 20 minutos de toda la temporada (a falta de lo que pueda ocurrir en el último episodio). Unas secuencias que costó grabar un mes, según cuentan, y que culmina con una demostración de poderío por parte del terrible Rey de la Noche.
Tyrion Lannister tiene nuevo trabajo como consejero de Daenerys Targaryen. La alianza entre la inteligencia del enano y la impetuosidad y el poder de la madre de los dragones promete grandes momentos en el futuro. Juntos pueden ser imbatibles. Habrá que ver si la historia de la serie permite el desarrollo de esa unión o si se decantan por otros derroteros. La parte mala puede llevársela Jorah Mormont, enamorado e infectado de psoriagris.
La arena de Meereen acoge otra de las secuencias más espectaculares de la temporada (aunque los cromas del final rompen la magia de la escena). Con los Hijos de las Arpías saliendo de debajo de las piedras en plenos juegos de gladiadores, Daenerys y los suyos terminan acorralados en el centro de la arena. Pero justo en el momento más adecuado regresa el hijo pródigo, Drogon. Dany escapa a lomos de su dragón, dejando al resto del grupo en tierra, que para algo ella es la khaleesi.
Siempre es divertido tener un malo malísimo al que odiar. Hasta que Stannis se destapó como el ser horrendo que es, y tras la muerte en la temporada pasada del rey Joffrey, Ramsay Bolton se había ganado el puesto de malvado favorito. Si alguien merece morir en Juego de tronos, es este sádico, torturador, violador y asesino. Lo tiene todo.
Sin duda, uno de los grandes aciertos de la temporada ha sido el fichaje de Jonathan Pryce como el Gorrión Supremo. Su sola presencia hacía ganar enteros a las secuencias en las que participaba. Además, ha sido el personaje responsable de que la prisión de Desembarco del Rey acoja entre sus rejas a nada más ni nada menos que la reina Margaery, su hermano y, atención, la mismísima Cersei Lannister.
La escena más comentada del noveno capítulo la dejamos para marcar el límite entre lo mejor y lo peor de la temporada. Momentos así son los que se esperan de Juego de tronos, pero también es cierto que el sacrificio de su hija ha sido una de las muertes más crueles que se han visto hasta ahora en la serie. Cada uno que decida si la muerte de Shireen Baratheon debe estar en lo mejor o lo peor de la temporada.
No hay duda de que el Alcázar de Sevilla queda precioso en pantalla. Esos Jardines de Agua de Dorne grabados recreados en el palacio sevillano lucen espectaculares. Sin embargo, la trama que ha llevado a Jaime Lannister y Bronn a Dorne es simplemente la nada. Se había levantado mucha expectación con lo que se podrían encontrar en Dorne y las consecuencias que podría tener la muerte de Oberyn, pero de momento, se ha limitado a escenarios bonitos y poca chicha detrás.
Arya Stark es uno de los personajes favoritos de muchos fans de la serie. Sin embargo, en esta temporada ha permanecido encerrada en la casa de Blanco y Negro con una historia que en el capítulo nueve empezaba a llegar a alguna parte pero que ha dedicado demasiado tiempo a desperdiciar el potencial de un gran personaje. Somos impacientes, y seguro que a Arya todavía le ocurrirán cosas (a alguna parte tendrá que ir todo esto en el final de la temporada), pero se ha hecho demasiado largo hasta llegar aquí.
No se puede decir que Sansa Stark tenga suerte con los hombres… Primero, prometida con el detestable Joffrey, después casada con Tyrion (el hombre que mejor la ha tratado hasta el momento) y ahora casada en segundas nupcias con Ramsay Bolton, ese ser despreciable que disfruta violando a su mujer en su noche de bodas y torturando a Theon Greyjoy obligándole a ser testigo de ese momento.
Las Serpientes de Arena, las hijas de Oberyn, también habían levantado mucha expectación. Pero, como el resto de la historia de Dorne, se han quedado en casi nada. Uno de los momentos más absurdos de la temporada fue el desnudo de una de ellas ante Bronn en la cárcel solo para demostrar su poder ante los hombres.
En una serie con tantos personajes es normal que las historias de algunos de ellos queden en pause durante un tiempo. Ya se había anunciado que en esta temporada no aparecerían ni Hodor ni Bran, y así ha sido, ni rastro de ellos ni del pequeño de los Stark, Rickon. Brienne apareció al principio pero lleva ya unos cuantos capítulos desaparecida (¿preparando el rescate de Sansa?). Lo mismo que Varys, que dejamos en el burdel en el que Jorah secuestra a Tyrion y no volvemos a saber de él.