12 planes solo para motos
Granada, Vigo, Madrid, Barcelona... Las ciudades españolas empiezan a tener en cuenta los vehículos de dos ruedas
Las motos siguen ganando terreno en las ciudades. Scooters y motocicletas no solo han aumentado en número en nuestras calles -en 2014 la matriculación creció un 20%, según la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor)- sino que muchos ayuntamientos parecen seriamente comprometidos a promover su uso. Las autoridades se han dado cuenta: son el vehículo que menos contamina y su agilidad se traduce en menos tiempo generando emisiones. Varias de ...
Las motos siguen ganando terreno en las ciudades. Scooters y motocicletas no solo han aumentado en número en nuestras calles -en 2014 la matriculación creció un 20%, según la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor)- sino que muchos ayuntamientos parecen seriamente comprometidos a promover su uso. Las autoridades se han dado cuenta: son el vehículo que menos contamina y su agilidad se traduce en menos tiempo generando emisiones. Varias de estas ciudades amables con las motos esconden rincones que todo motero debería conocer.
Madrid: ‘alternativa real’
La meca del caos circulatorio, ¿paraíso de las motos? Madrid ha apostado por fomentar scooters y motocicletas como “medio de transporte alternativo real al coche, ágil, de reducidas exigencias especiales y poco contaminante”, según el Plan de Calidad del Aire 2011-2015 del Ayuntamiento.
Barrio de las Letras: es una de las zonas del centro restringidas a los coches. ¡Buena noticia! Las motos pueden pasar (entre las 7.00 y las 22.00 horas).
Paseo de la Castellana: el carril bus está disponible para motoristas, lo que permite cruzar la ciudad más seguros y en un santiamén. En su prolongación, Prado y Recoletos, se implantaron los primeros ‘avanza motos’ o líneas de detención adelantada en semáforos.
El Pardo: sus curvas entre pinares permiten desconectar con comodidad.
La abundancia de Barcelona
Es, junto a Roma, la urbe con más motos de toda Europa: más de 300.000 transitan sus calles. “Su densidad de tráfico facilita la movilidad”, explica Joan Campsolinas, autor junto a su hermano Carles del libro Seguro en moto (editorial Omega). “El clima es óptimo. Y sus pendientes no se pueden recorrer en bici”, afirma Joan.
Zona centro: las reducidas emisiones de las motos alivian un área que habitualmente está congestionada por los coches.
Montjuïc: subir y darse una vuelta por el mítico circuito es todo un planazo para motoristas con experiencia.
El litoral: los paseos marítimos de la Barceloneta o el Bogatell pueden ser una excelente opción para disfrutar de la brisa junto al mar.
Granada: tradición motera
La hermosa ciudad andaluza es a las motos lo que Ámsterdam a las bicicletas: las hay por doquier. En el censo de la DGT constan más de 82.000; nada mal para una ciudad de 240.00 habitantes (una moto por cada tres). Su amplio contingente universitario sin duda influye, para bien.
Albaicín: por las calles de este pintoresco barrio los coches tienen prohibido el paso; y aunque no lo tuvieran, algunas son tan estrechas que solo pueden franquearse en moto.
Cuesta del Chapiz: de acceso al Albaicín, es una de las calles con un nuevo asfalto más rugoso que evita el deslizamiento.
El Realejo: bajo la Alhambra, acceder en coche e intentar aparcar en esta zona es una odisea. En moto, tan a gusto.
Vigo: la más segura
La Asociación Mutua Motera (AMM) la ha declarado “la ciudad más segu- ra para los moteros”. “Es el ejemplo a seguir”, dice Juan Manuel Reyes, presidente de AMM. Carriles exclusivos, guardarraíles con protección y pintura antideslizante son algunas de las medidas que se han tomado, según María José Aguilar, de la plataforma Stop Guardarraíles.
Calles Venezuela y Arenal: dos vías anchas y céntricas que acogen los primeros carriles moto de España.
Samil: la moto, más respetuosa con el medio ambiente que el coche, es el medio ideal para atravesar este agradable paseo junto a la playa.
Puente Rande: a nueve kilómetros de Vigo, cruzar sus 1.600 metros de longitud sobre la ría es una experiencia inigualable.