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‘Juego de tronos’ hasta la quinta temporada

Repasamos lo más destacado de todo lo que ha pasado en las primeras cuatro temporadas de la serie

Todo comenzó con una gran familia, los Stark (los lobos), guardianes del norte de Poniente. Una familia numerosa (poco se aventuraba lo rápido que iba a menguar) y noble. El rey de Poniente (aquí entra la casa Baratheon, los ciervos), Robert, le pide al cabeza de familia, Ned, que le ayude a manejar el reino, que sea su Mano, su valido. Este acepta para así investigar si la familia Lannister (los leones) está detrás de la muerte del último valido. Y así comienza la intriga en los Siete Reinos que desencadenará en la lucha por el Trono de Hierro. Y en el primer tercio de la primera temporada, el primer vuelco a la historia, la primera sorpresa: Jaime Lannister arrojando a Bran por la ventana: "Las cosas que hago por amor".
Mientras tanto, en la otra parte del mundo (al menos del que se conoce por los mapas de las novelas de George R. R. Martin), tenemos a los exiliados Viserys Targaryen (cuyo emblema es un dragón de varias cabezas,) y su hermana Daenerys, buscando apoyos para recuperar un trono que una vez fue de su familia. Viserys obliga a su hermana a casarse con el líder de los dothrakis, Khal Drogo (que sale poco en la serie, pero ha dejado huella) y así ampliar su ejército. Lo que comenzó siendo un matrimonio de conveniencia acaba siendo una historia de amor que se certifica cuando Drogo mata al cruel Viserys. Pero el dothraki muere posteriormente, lo que provoca que Danerys se convierta en la Khaleesi y dirija su mirada a Poniente... en compañía de tres dragones y sobreviviendo a una hoguera: "El fuego no puede matar a un dragón".
Mientras tanto, al norte, en el Muro que separa a la tierra civilizada de los salvajes, llega Jon Nieve, el hijo bastardo de Ned (sí, cada vez todo es más como un gran culebrón medieval). Allí las cosas también se están complicando con la aparición (de momento poco) de los Caminantes Blancos (mitad zombis, mitad no se sabe bien...). Jon cuenta con los consejos de Tyrion Lannister (el más odiado dentro de su familia, pero el más noble de la familia): "Mi hermano tiene su espada, yo tengo mi mente".
Ned y la familia Stark llegan a Desembarco del Rey. Y todo se complica. La corte está llena de personajes intrigantes como Meñique o Varys. Poco a poco la nueva Mano del Rey desentraña el secreto de los Lannister: Joffrey no es hijo de Robert, sino fruto de un incesto entre su esposa y el hermano de ésta. Robert muere y deja a Ned como regente, algo que los Lannister no aceptan (entre otras cosas, no pueden admitir que Joffrey no es hijo del rey). Y comienza la lucha por el trono entre los Stark, los Baratheon (con dos candidatos), los Targaryen, los Lannister... Y llega el gran detonante de la serie y de los libros. Lo que nadie esperaba. Lo que hace que toda la historia de la lucha por el trono y el odio entre familias tenga sentido: la decapitación de Ned, con Sansa y Arya (que ya ha empezado a aprender a luchar) de testigos. Ya desde la primera temporada el capítulo 9 es en el que pasan cosas gordas...
Daenerys, en el inicio de la segunda temporada (la más floja de las emitidas hasta la fecha), está en su peor momento. Muerto Drogo, se refugia junto a sus seguidores en la ciudad de Qarth, donde sufrirá varias conspiraciones de las que saldrá airosa con una lección bien aprendida: realmente es la Madre de Dragones (como quedó claro al final de la primera temporada), y nadie puede con ella.
Tras la muerte del cabeza de familia, los Stark se hacen fuertes en el norte con Robb a la cabeza. Sansa permanece en Desembarco del Rey y Arya consigue huir, aunque por su camino se cruzará con Tywin Lannister en la fortaleza de Harrenhal (no lo mata porque se sirve de él para seguir desaparecida y además conoce a Jaqen: "El dios rojo toma lo que es suyo"). Los líos políticos se intensifican respecto a la primera temporada. La viuda de Ned, Catelyn, busca el apoyo de Renly Baratheon, pero acaban huyendo después de que el aspirante a rey sea asesinado por una fuerza fantasmal, enviada por Melisandre desde Rocadragón, donde está el otro Baratheon, Stannis, que también aspira al trono. Un lío.
Mientras Robb Stark, autoproclamado rey del norte, ofrece la paz a los Lannister a cambio de la independencia de su territorio, Tyrion Lannister es nombrado Mano del odioso rey Joffrey (¡qué bien interpretado por Jack Gleeson!). Precisamente en el norte todo se complica cuando el emisario de Robb, Theon Greyjoy le traiciona y toma Invernalia, con la consiguiente huida de Bran (¿alguien se acuerda del otro hermano Stark, Rickon?). Por el medio volvemos a tener a Catelyn, que tiene un valioso rehén: Jaime Lannister, al que libera, sin consultar a su hijo Robb. La encargada de llevar a Jaime (ya empieza a caer mejor) hasta Desembarco del Rey con el objetivo de intercambiarle por sus hijas es Brienne de Tarth. Y entonces llega el ataque por mar de Stannis (que ya se encargó de su hermano) a Desembarco del Rey. Y Tyrion tiene la oportunidad de demostrar su valía también en el campo de batalla a través de una gran estrategia, aunque resulta gravemente herido.
Por el norte, Jon Nieve conoce a Ygritte, quien le lleva hasta los salvajes. Jon consigue hacerse con la confianza de los habitantes de más allá del muro (a costa de matar a Qhorin Mediamano). Y aparecen por fin (hasta ahora les teníamos un tanto olvidados), los Otros, los Caminantes Blancos, que se van acercando al muro, encabezados por el que parece su rey…
Tras el lío de la segunda temporada, la tercera parece encarrilar mejor todas las tramas. Tras la Batalla de Aguasnegras, en Desembarco del Rey los Lannister afianzan su poder (aunque la presencia de los Tyrrell es intensa). Tyrion, pese a su gran éxito dirigiendo la batalla y protegiendo al cobarde Joffrey, y pese a perder media nariz, una vez más es dejado a un lado y ninguneado por su padre. Por ahí anda Sansa, que es prometida a Tyrion y que recibe ofertas de ayuda tanto de los Tyrrell como de Meñique. Y el hijo predilecto de la familia del león está de vuelta con Brienne de Tarth, aunque llegará con una mano menos…
Mientras en Astapor Daenerys se hace con un gran ejército, los Inmaculados, y suma a su séquito al veterano Barristan Selmy (con el mosqueo de Jorah Mormont) y a Missandei, en el norte Jon conoce a Mance Rayder y se une a su ejército (sí, como agente doble). Y comienza la relación con Ygritte y su ya famoso: “No sabes nada, Jon Nieve”. En el muro, un grupo de la Guardia de la Noche ha sufrido un ataque por parte de los Caminantes. La defensa del muro no está en su mejor momento.
Stannis Baratheon lleva muy mal su derrota marítima y lo paga con su consejero, Davos (el caballero de la cebolla), al que mete en prisión acusado de tratar de asesinar a Melisandre (la misma que envío, o mejor dicho, que parió el espíritu maligno que acabó con Renly Baratheon). La sacerdotisa roja sigue maquinando para que Stannis sea el rey en el trono. Por otro lado, Arya se encuentra con la Hermandad sin Estandartes, de la que consigue huir para ser capturada por el Perro.
Robb Stark y su madre Catelyn Tully, no están en su mejor momento tras la puesta en libertad de Jaime Lannister, pero hacen las paces tras llegarles la falsa noticia de que han muerto Rickon y Bran (que ya está con los hermanos Reed). Para mejorar su posición en el norte, los Stark cierran una boda entre los Tully y los Frey (en el libro es el propio Robb el novio, aún más grave el asunto si cabe). El sangriento desenlace de la traición de los Frey y los Bolton, con ‘Las lluvias de Castamere’ de fondo es ya uno de esos momentos inolvidables en la serie, junto al descabezamiento de Eddard Stark (¿es que esta familia no se va a llevar nunca una alegría?). Impagable es la cara de Catelyn cuando se da cuenta de la canción que está sonando en la boda e intuye lo que se avecina: “Sólo soy un gato con diferente pelaje / con pelaje dorado o carmesí, el león garras sigue teniendo”…
En Desembarco del Rey los Lannister viven sus mejores momentos hasta que el rey Joffrey es asesinado en su boda con veneno en su copa de vino. Cersei acusa a su hermano Tyrion (en verdad ha sido Olenna Tyrell, la abuela de la novia, Margaery), que es detenido y metido en prisión a la espera de juicio.
Arya continúa su viaje junto al Perro (al que tiene en su lista de venganza pero al que necesita para sobrevivir) camino del Nido de Aguilas. El Perro quiere cobrar la recompensa por la niña Stark, pero se enteran que Lysa Tully ha muerto. Lo que no saben es que Sansa ha huido de Desembarco del Rey y está en el Nido junto a Meñique (que es el que mató a Lysa tirándola al vacío por la Puerta de la Luna). Arya y su captor se acaban encontrando con Brienne y Podrick (el antiguo escudero de Tyrion). Brienne hiere al Perro (¿llega a morir?) y la pequeña de los Stark aprovecha para huir (al final de la serie la vemos embarcando en una nave hacia Braavos, convencida de que su lista de venganza va a seguir menguando: "Joffrey, Cersei, Ilyn Payne, El Perro...".). El tercero de los Stark, Bran (acompañado por el inseparable Hodor y los Reed) llegan hasta el cuervo de tres ojos.
Mientras en la ciudad esclavista de Mereen, Daenerys Targaryen, sigue intentando ampliar su poder y su ejército y tratando de controlar a sus cada vez más grandes y peligrosos dragones (tiene que encadenar a dos de ellos), en Desembarco del Rey tiene lugar el juicio a Tyrion. Se decide que sea un juicio por combate. Los Lannister eligen a La Montaña. Tyrion recibe la ayuda de Oberyn Martell, la Víbora Roja. El combate es otro momento estelar de la serie que sorprendió a muchos seguidores que ya adoraban al nuevo personaje. La cara que se le queda a Tyrion cuando ve cómo el gigantesco mercenario le clava los ojos a Oberyn es todo un poema. El enano por lo tanto es condenado a muerte, pero recibe la ayuda de Varys, que le ayuda a escapar. Antes de embarcar a rumbo desconocido, Tyrion se encarga de Shae y de su padre, al que mata con una ballesta mientras este está sentado en el retrete.
En el muro, Jon Nieve vuelve de su periplo salvaje para advertir del inminente ataque. Los salvajes atacan desde el norte, y desde el sur, por donde llega Ygritte, que muere en la batalla, en brazos de Jon. Cuando este se dirige a matar al líder de los salvajes, Mance Ryder, aparece Stannis Baratheon con su ejército y acaba con el ataque. Mientras, Roose Bolton y su sádico hijo Ramsay (junto a su marioneta, Theon Greyjoy) se acercan a Invernalia para tomarla y proclamarse señor del Norte.