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Grafitis en peligro de extinción

El alcalde de Lima, Luis Castañeda, anunció el pasado jueves que los murales que adornan las calles del centro histórico de Lima se taparán con pintura amarilla

Los murales se pintaron durante la gestión de su predecesora, Susana Villarán. Elliot Túpac, uno de los artistas afectados, dijo en televisión que la medida se debía "a una rivalidad política".
Políticos acusan al alcalde de estar utilizando el borrado de murales como instrumento para tapar el retraso en la reforma del transporte.
El centro histórico de Lima fue declarado patrimonio mundial por la Unesco en 1988. Hecho con el que Castañeda justificó su decisión. Sin embargo, los murales que Castañeda eliminará no se encuentran sobre ningún monumento o edificio histórico, sino en paredes y estacionamientos.
El exgerente de Cultura de la Municipalidad de Lima, Pedro Pablo Alayza, asegura que “en el acuerdo con la Unesco no hay nada de lo que dice el alcalde". Según Alayza, los murales están en paredes que estaban en muy mal estado y abandonadas.“Los murales son un gesto para las personas o transeúntes que no tienen acceso al arte. Si el vecindario no está contento con su barrio, no lo va a cuidar", añade.
Gran parte de los murales, son obras de arte, realizadas con cuidado y esmero, que embellecen la ciudad.
Algunos murales llevan decorando Lima desde 2012. Otros, nacieron en el marco del festival internacional de arte callejero Latidoamericano de 2014, en tres distritos de Lima. Entre las obras sentenciadas, se encuentran las de tres de los más destacados jóvenes muralistas peruanos: Entes, Pésimo y Elliot Túpac.
A mediodía de ayer, grupos de jóvenes se reunieron alrededor de algunos murales para evitar que el color amarillo del partido Solidaridad Nacional los tapara. Se trata de los mismos ciudadanos que entre diciembre y enero protestaban en las calles contra una ley que recortaba los derechos laborales de las personas de 18 a 24 años.