Cartas al director

Combatir la corrupción

Acabó 2014 y creo que ha sido uno de los años “rey” de la corrupción pública.

Lo que hasta ahora estamos viendo son procesamientos de los imputados, pero escasas devoluciones económicas al erario. Por otra parte, ninguna de las instituciones de nuestro Estado de derecho tiene voluntad de corregir los mecanismos que han permitido llegar a la situación actual, y esperemos que no salgan más procesos.

Las tecnologías de información pueden servir como instrumento para combatir esta lacra. En definitiva, planteo que sean las máquinas, y no las personas, las que otorguen las licencias, ...

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Acabó 2014 y creo que ha sido uno de los años “rey” de la corrupción pública.

Lo que hasta ahora estamos viendo son procesamientos de los imputados, pero escasas devoluciones económicas al erario. Por otra parte, ninguna de las instituciones de nuestro Estado de derecho tiene voluntad de corregir los mecanismos que han permitido llegar a la situación actual, y esperemos que no salgan más procesos.

Las tecnologías de información pueden servir como instrumento para combatir esta lacra. En definitiva, planteo que sean las máquinas, y no las personas, las que otorguen las licencias, las concesiones, el sinfín de adjudicaciones públicas. En un mundo donde el dinero es, al parecer, el motor por el que se mueven las personas, seguir permitiendo que estas últimas sean quienes decidan sobre los gastos o las inversiones que se realizarán con nuestros impuestos es meter al zorro en el gallinero.

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Tenemos ejemplo de eficacia contra el fraude en la Agencia Tributaria y la de la Seguridad Social. ¿Por qué no se puede hacer lo mismo en el gasto? es cuestión de voluntad pública.— Pedro Marín Usón.

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