Cartas al director

Mil motivos de furia

Madrid -

Querido Javier Marías, entiendo que estés cabreado, la mayoría lo estamos. Pero he empezado a leer tu columna (29-12-2013) y se me han quitado las ganas. Sé que lo que dirás probablemente sea muy cierto y agudo, simplemente me has recordado al abuelo de los Simpson con sus cartas furiosas al periódico local de Springfield y he cerrado la revista. Hay mil motivos de furia y tú tienes una plataforma que utilizas con inteligencia denunciando y dándonos voz a muchos, pero a veces el lector necesita la sorpresa en las columnas de opinión al igual que en un buen libro. Podrías haber hecho como Almud...

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Querido Javier Marías, entiendo que estés cabreado, la mayoría lo estamos. Pero he empezado a leer tu columna (29-12-2013) y se me han quitado las ganas. Sé que lo que dirás probablemente sea muy cierto y agudo, simplemente me has recordado al abuelo de los Simpson con sus cartas furiosas al periódico local de Springfield y he cerrado la revista. Hay mil motivos de furia y tú tienes una plataforma que utilizas con inteligencia denunciando y dándonos voz a muchos, pero a veces el lector necesita la sorpresa en las columnas de opinión al igual que en un buen libro. Podrías haber hecho como Almudena y felicitarnos el año, o quizá contarnos una historia de soldaditos y bailarinas… Un año empieza, y no quiero creer que será igual que el que termina, deseo con todas mis fuerzas que sea mejor, más alegre y con alguna que otra columna de opinión optimista.

(Por cierto, sé que consideras una falta grave el hablar de “tú” a alguien a quien uno respeta y con quien no tiene confianza, pero en mi opinión el “tú” es la forma más democrática y sincera de dirigirse a alguien. Lo aprendí de los ingleses, que no hacen esa distinción).

Sigue luchando, Javier, pero de vez en cuando vuelve a sorprendernos.

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