Matizaciones
Sobre el reportaje de José Álvarez Junco y la historia de su padre, voluntario oficial en el Ejército Republicano durante la guerra, publicado en El País Semanal (8/12/2013), comento algunas de sus afirmaciones que podrían matizarse. Son básicamente dos: “a mi padre lo enviaron como recluta y le tocó el 5º Regimiento” y “lo que ya no existe es esa terrible división de España en dos”. Me llama la atención que sea un historiador quien las hace.
En cuanto al 5º Regimiento: Al principio de la sublevación solo eran voluntarios en los distintos cuerpos de milicianos formados por orga...
Sobre el reportaje de José Álvarez Junco y la historia de su padre, voluntario oficial en el Ejército Republicano durante la guerra, publicado en El País Semanal (8/12/2013), comento algunas de sus afirmaciones que podrían matizarse. Son básicamente dos: “a mi padre lo enviaron como recluta y le tocó el 5º Regimiento” y “lo que ya no existe es esa terrible división de España en dos”. Me llama la atención que sea un historiador quien las hace.
En cuanto al 5º Regimiento: Al principio de la sublevación solo eran voluntarios en los distintos cuerpos de milicianos formados por organizaciones políticas y sociales, y sólo cuando el Gobierno en septiembre de 1936 estableció por decreto el Ejército Popular y se formaron las llamadas Brigadas Mixtas, se inició el reclutamiento obligatorio. Por eso se llamaron Brigadas Mixtas: voluntarios y reclutas. En ese momento, el 5º Regimiento y las otras formaciones de milicianos voluntarios se integraron en esas Brigadas Mixtas. El 5º Regimiento se consideró un cuerpo de élite por su mejor organización, y por eso fue destinado a los frentes más calientes, y efectivamente tuvieron muchas bajas, pero no porque “a los regimientos de voluntarios los colocaban en los lugares más duros, tenían muchas bajas y tuvieron que mandar a los reclutas normales”.
En cuanto a las dos Españas, soy yo quien tiene la impresión de que esa afirmación es muy voluntariosa si miramos a nuestro alrededor con ferias en donde se exhiben signos de otras épocas, y ayuntamientos donde se mantienen monumentos a los “caídos por Dios y por España”.