Un libro de aventuras

Con la misma emoción que con un libro de aventuras he seguido los cuatro reportajes ‘Mundos del fin del mundo’ de El País Semanal. Sebastián Álvaro nos ha llevado con su cámara y su mochila por esos lugares de la Tierra tan inaccesibles como espectaculares. Hemos vivido y casi sentido en nuestra piel el mal de altura en los techos del mundo, los vientos antárticos o los vértigos de esos desfiladeros del Himalaya. Pero el cuarto reportaje (‘En el país de las hadas del rododendro’) me ha parecido fascinante. No solo por las magníficas descripciones de los desfiladeros y cañones del río ...

Con la misma emoción que con un libro de aventuras he seguido los cuatro reportajes ‘Mundos del fin del mundo’ de El País Semanal. Sebastián Álvaro nos ha llevado con su cámara y su mochila por esos lugares de la Tierra tan inaccesibles como espectaculares. Hemos vivido y casi sentido en nuestra piel el mal de altura en los techos del mundo, los vientos antárticos o los vértigos de esos desfiladeros del Himalaya. Pero el cuarto reportaje (‘En el país de las hadas del rododendro’) me ha parecido fascinante. No solo por las magníficas descripciones de los desfiladeros y cañones del río Yarlung Tsangpo, sino por la narración de los desafíos a la naturaleza por parte de sus primeros exploradores en 1866, los pandits, nativos del Himalaya, reclutados por el Servicio Trigonométrico de la India para obtener datos y topografías de lugares prohibidos. Por describir a sus personajes y sus peripecias para salvar situaciones peligrosas. Un crisol de acontecimientos históricos, aventuras, hallazgos científicos y sensaciones que muchos lectores estamos disfrutando como un toque de frescor y romanticismo en la lectura de este caluroso y atravesado verano. Gracias de nuevo a El País Semanal por este regalo estival.