Cartas al director

Ascensos imposibles

Como aficionado a los reportajes de montañismo y lector habitual de El País Semanal, me ilusionó el anuncio de un reportaje de Sebastián Álvaro (Al filo de lo imposible) sobre la ascensión al K2. Al tomar su revista en mis manos, mi sorpresa empezó al comprobar que la hermosa fotografía de portada era de una ascensión a la Aguja Verde, en los Alpes.

Pero la cosa no paró allí. Quedé anonadado al mirar la foto principal del reportaje, en la página 31 junto al titular. Su pie de foto: “Parte del equipo de Al filo de lo imposible, en la cima del Cerro Torre”. Las otras dos fotos del reporta...

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Como aficionado a los reportajes de montañismo y lector habitual de El País Semanal, me ilusionó el anuncio de un reportaje de Sebastián Álvaro (Al filo de lo imposible) sobre la ascensión al K2. Al tomar su revista en mis manos, mi sorpresa empezó al comprobar que la hermosa fotografía de portada era de una ascensión a la Aguja Verde, en los Alpes.

Pero la cosa no paró allí. Quedé anonadado al mirar la foto principal del reportaje, en la página 31 junto al titular. Su pie de foto: “Parte del equipo de Al filo de lo imposible, en la cima del Cerro Torre”. Las otras dos fotos del reportaje –además de las de rostros de escaladores vivos o muertos– eran de una cumbre de apariencia himaláyica, cubierta por las nubes, y de la travesía de un glaciar por tres montañeros. Ni pie de foto tenían. Pensé que por vergüenza por no ser, seguro que tampoco eran ni del K2, ni del Baltoro.

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