Cartas al director

Des-conectados

Palma de Mallorca -

He leído con placer el artículo Conectados, publicado en El País Semanal del 14 de julio. Enumera distintas situaciones en que quedamos trágicamente desconectados cuando perdemos, o nos roban, o se agota la batería de nuestro móvil.

Me permito añadir una situación un tanto rocambolesca que le ha sucedido en la realidad a mi hija. El otro día estaba en el jardín de su casa, llevando en una mano el móvil y en la otra un juguete de uno de sus perros con intención de hacerle correr tras él. Pero, ¡oh, desdicha!, tiró el móvil por equivocación en lugar del juguete y, como era lógico...

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He leído con placer el artículo Conectados, publicado en El País Semanal del 14 de julio. Enumera distintas situaciones en que quedamos trágicamente desconectados cuando perdemos, o nos roban, o se agota la batería de nuestro móvil.

Me permito añadir una situación un tanto rocambolesca que le ha sucedido en la realidad a mi hija. El otro día estaba en el jardín de su casa, llevando en una mano el móvil y en la otra un juguete de uno de sus perros con intención de hacerle correr tras él. Pero, ¡oh, desdicha!, tiró el móvil por equivocación en lugar del juguete y, como era lógico, el móvil se descompuso. Pienso si sería un movimiento reflejo, harta de tanta dependencia del móvil. Ahora ya no está deteriorado, está “muerto de necesidad”.

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