Excesivo valor al cuerpo
Adriana Ugarte deja ver un pecho de su bonito cuerpo en varias de las fotos del reportaje del que era protagonista en la portada del 7 de julio. Además, está en la cama. Se acaba de levantar, seguro. Tampoco consigue juntar sus labios en ninguna de las cinco imágenes en las que aparece.
Puede que la sensualidad venda más revistas y más películas. Sin embargo, es difícil conseguir que las personas (sobre todo las mujeres) seamos consideradas exclusivamente por nuestra labor profesional si lo que más nos interesa en las fotos de una entrevista es mostrar nuestro cuerpo parcialmente desnud...
Adriana Ugarte deja ver un pecho de su bonito cuerpo en varias de las fotos del reportaje del que era protagonista en la portada del 7 de julio. Además, está en la cama. Se acaba de levantar, seguro. Tampoco consigue juntar sus labios en ninguna de las cinco imágenes en las que aparece.
Puede que la sensualidad venda más revistas y más películas. Sin embargo, es difícil conseguir que las personas (sobre todo las mujeres) seamos consideradas exclusivamente por nuestra labor profesional si lo que más nos interesa en las fotos de una entrevista es mostrar nuestro cuerpo parcialmente desnudo.
La conexión del éxito laboral con una imagen de perfecta sensualidad y de eterna juventud distorsiona el verdadero objetivo del trabajo en cualquier profesión. Cada vez se nos exige a las personas en general y a las mujeres en particular una apariencia física impecable si queremos obtener una valoración totalmente positiva de nuestro trabajo por parte del entorno social.
El trabajo de actriz es un oficio como cualquier otro. Con este tratamiento gráfico se le da a la protagonista excesivo valor como cuerpo exclusivamente. Quizá sea eso lo que busca el autor del mismo y/o la propia actriz.