Oliver Stone defiende a los cerdos

El director pide al Gobierno británico que cese el entrenamiento militar con ellos

El cineasta Oliver Stone, en una imagen del 30 de noviembre de 2012.CORDON PRESS

Oliver Stone acapara tanta atención por las películas que dirige como por sus vehementes opiniones. Defensor de la legalización de las drogas, de la política de Hugo Chávez y de la causa de Julian Assange, ahora hace campaña por los derechos de los animales. El realizador estadounidense ha escrito una carta al Ministerio de Defensa británico denunciando los tiroteos de cerdos vivos como parte del entrenamiento de médicos militares.

En una misiva enviada por email, Stone urge al ministro de defensa Philip Hamm...

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Oliver Stone acapara tanta atención por las películas que dirige como por sus vehementes opiniones. Defensor de la legalización de las drogas, de la política de Hugo Chávez y de la causa de Julian Assange, ahora hace campaña por los derechos de los animales. El realizador estadounidense ha escrito una carta al Ministerio de Defensa británico denunciando los tiroteos de cerdos vivos como parte del entrenamiento de médicos militares.

En una misiva enviada por email, Stone urge al ministro de defensa Philip Hammond a prescindir de estas prácticas “crueles”. Los disparos a corta distancia con rifles de alta potencia tienen lugar en la base de la OTAN en Dinamarca. Los ejercicios, conocidos como Operación beicon danés, son parte de la formación de cirujanos para el campo de batalla.

“Los cerdos son unos seres muy inteligentes, tanto como los gatos y los perros, con los que millones de nosotros compartimos nuestros hogares”, escribe el director de cine. “Usarlos como blanco y luego descuartizarlos es algo bárbaro y vergonzoso”. Stone propone la alternativa de muñecos que respiran y sangran, una posición que apoyan grupos pro derechos de los animales.

El autor de Platoon, Wall Street o Nacido el 4 de julio tilda de “inmoral y engañoso” que se externalicen a Dinamarca unas prácticas que no se permitirían en suelo británico. “Los valerosos hombres y mujeres que arriesgan sus vidas luchando por nuestros países se merecen algo mejor. Enviar soldados a formar parte de ejercicios censurables que infligen sufrimiento en cerdos no mejora la preparación de los equipos médicos del ejército británico”. El Ministerio de Defensa se ha defendido alegando que el entrenamiento ha ayudado a “salvar vidas”.

El oscarizado realizador participó como soldado de infantería en la Guerra de Vietnam durante la que adquirió la costumbre de consumir regularmente marihuana, un hábito que conserva hasta hoy. En 1968, 10 días después de ser licenciado del ejército estadounidense con honores y condecorado con una medalla al valor, fue detenido y apresado en San Diego por intentar cruzar la frontera desde México con algo más de 50 gramos de esta hierba. El caso fue posteriormente desestimado, pero la experiencia le hizo abandonar su patriotismo conservador y forjó su visión antisistema. Tras abandonar el ejército, ingresó en la escuela de cine de la universidad de Nueva York.

Cineasta clave de su generación, se ha posicionado como uno de los más críticos con el gobierno estadounidense. A los 66 años acaba de estrenar su largometraje Salvajes, sobre el enfrentamiento de unos cultivadores de marihuana con un cártel de narcotraficantes mexicanos.

Su hijo Sean, de 27 años, parece haber heredado parte del espíritu controvertido de su padre. Este año se ha convertido al Islam tras un viaje a Irán y se ha confesado ferviente defensor de Ahmadineyad. Sean tiene intenciones de rodar un documental sobre el líder iraní, pero aún no está claro si su padre se implicará en el proyecto.

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